miércoles, 14 de mayo de 2014

Permanezcan en mi amor


En la primera lectura se nos dice sobre la elección del Apóstol Matías. Como requisito, haber acompañado a Jesús durante su ministerio. Ser testigo de su resurrección. Para ocupar el puesto de Judas, echaron suerte, y le tocó a Matías; y quedó asociado al grupo de los once apóstoles. como símbolo de sucesión, así como después de los Apóstoles fueron sucediendo reemplazos hasta hoy. Para que la iglesia comunidad con Cristo tenga continuidad en el tiempo -“Soy yo quien os he elegido

Y el pasaje del Evangelio nos manifiesta la vida comunitaria con una base firme el amor. Y a renglón seguido nos indica que debemos cumplir lo que nos ha ordenado a fin de que podamos recibir la gracia de la paz y la alegría. Para vivir con alegría necesitamos conectarnos a la fuente del verdadero gozo, que es el amor de Dios, tal como se nos ha revelado en Jesús. El amor no tiene límites, hay que amar hasta el extremo, sin esperar a cambio el interés material, el único interés que debe mover el amor es el deseo de la salvación propia y la de los demás.

El “como” da una idea de causa: el Hijo ama a sus discípulos con el mismo amor divino que el Padre le tiene. Permanecer en este amor es cumplir sus mandamientos, es hacer caso a su mensaje, sus palabras y el cumplir la tarea, la misión. Siendo así y si el mundo permanece en la práctica de la violencia y la injusticia es porque falta el amor, la amistad con Dios y la acción encomendada. y no se debe solo a los alejados e indiferentes sino que también a nosotros los católicos, ya que la mente de los demás esta embotada por tanta apetencia de lo que ofrece el mundo y que aleja de Dios.

Seguirle no es el resultado de una iniciativa nuestra sino de una elección gratuita, como gratuita es toda amistad. “El encuentro personal con el amor de Jesús que nos salva: la primera motivación para evangelizar es el amor de Jesús que hemos recibido, esa experiencia de ser salvados por Él que nos mueve a amarlo siempre más. Pero ¿qué amor es ese que no siente la necesidad de hablar del ser amado, de mostrarlo, de hacerlo conocer? Si no sentimos el intenso deseo de comunicarlo, necesitamos detenernos en oración para pedirle a Él que vuelva a cautivarnos. Nos hace falta clamar cada día, pedir su gracia para que nos abra el corazón frío y sacuda nuestra vida tibia y superficial.” (Papa Francisco)


No hay comentarios:

Publicar un comentario