miércoles, 29 de febrero de 2012

Miércoles 29

Pues Jonás era un sirviente, pero yo soy el Maestro; y él fue arrojado por la ballena, pero yo resucité de entre los muertos; y él proclamaba la destrucción, pero yo he venido a predicar la Buena Nueva y el Reino” (san Juan Crisóstomo)

Hoy, Jesús nos dice que la señal que dará a la “generación malvada” será Él mismo, como la “señal de Jonás” – “Se levantó Jonás y fue a Nínive, como se lo había ordenado Dios” Todo el pueblo creyó, y “Cuando Dios vio sus obras y cómo se convertían de su mala vida, cambió de parecer y no les mandó el castigo que había determinado imponerles.”

Para todas las generaciones el Señor Jesús es la mejor señal, para que cambiemos de vida perversa. El Hijo de Dios, se hizo hombre y habito entre nosotros (cf.Jn.1,14); “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi carne, y lo daré para la vida del mundo.” (Jn. 6, 51); “Renuncien a su mal camino y crean en la Buena Nueva.” (Mc.1, 15); Que Él es “Él camino, la verdad y la vida” (Jn.14, 6); “Habrá un solo rebaño con un solo pastor.” (Jn.10, 16); señal del increíble amor de Dios por nosotros, Jesús dio su vida para rescatarnos de la muerte eterna, para darnos la vida “El Padre me ama porque yo doy mi vida para retomarla de nuevo” (Jn. 10,17). En el Credo recitamos: “fue crucificado, muerto y sepultado… al tercer día resucitó entre los muertos".

El Señor resucito. Es la señal más poderosa y conmovedora; baluarte de nuestra fe, nuestra esperanza que da sentido a la vida. “No está aquí. Resucitó. Acuérdense de lo que les dijo cuando todavía estaba en Galilea” (Lc.24, 6). “Y si Cristo no resucitó, nuestra predicación no tiene contenido, como tampoco la fe de ustedes.” 1 Co.15, 14). — Difícil por creer que ya estamos convertidos, pero faltaría que en espíritu y en verdad reconozcamos y optemos por una radical conversión, como la de los ninivitas, acoger el Evangelio.

martes, 28 de febrero de 2012

Martes 28


Al consultar encontraremos muchísimas oraciones ninguna rechazable; una nos ha dejada como heredad del Señor Jesús, y una a nuestra madre de todos, la Virgen María, el santo Rosario, en el cual meditamos los misterios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre nuestro y los muchos “te queremos”, como Madre no se queda con nada, todo lo da su Hijo, trasmitido en perlas de amor, como nuestra embajadora. Esta también, la oración personal, cuando hablamos con Dios sobre tantas cosas particulares. El señor nos indica que seamos sinceros en la oración, que seamos conscientes, que nuestra oración sea directa, Dios escudriña hasta nuestros pensamientos. Dios lo sabe todo y queda en espera para ver nuestro comportamiento, para ver si somos consecuentes de pensamiento, palabra y obra.

Esta también la oración comunitaria donde se cumple la promesa del Señor “Pues donde están dos o tres reunidos en mi Nombre, allí estoy yo, en medio de ellos.» (Mt.18, 20) pero lo particular de la oración es que la hacemos mal en un gran porcentaje, nuestra mente loca, nos lleva a otras situaciones, es difícil permanecer al frete de Dios en dialogo, nuestra imaginación es fugas y es porque el cuerpo no sabe y no puede ver la presencia de Dios y para evadir la mente se va. De tal manera que es necesario el ayuno y sacrificio para que el cuerpo disminuya y sea nuestro espíritu y alma quieres se fortalezcan con la gracia otorgada por Dios.

Cuando se hace difícil la oración es síntomas que debamos entrenar mas, a medida que oremos vamos haciendo mejor la oración, recuerdo que me subía al bus urbano y por falta de tiempo trataba de hacer santo Rosario pero escuchaba la voz de las personas el ruido interior y exterior, la distracción de vista; fui progresando y llego el momento en que pude orar sin distracciones exteriores.

Hoy el Señor nos regala el Padre Nuestro, cuyo contenido tiene un proyecto de vida y compromiso, una interacción de la creatura con su Creedor, en verdad y en espíritu; donde se le reconoce, se le ama y se le acepta; donde manifiesta su bondad y su don, se hace una premisa la hermandad, donde se hace visible su poder frente a la acción del enemigo. Oración que debe estar directamente relacionada con nuestro acontecer consciente minuto a minuto.      

lunes, 27 de febrero de 2012

Lunes 27

Hoy el Señor Jesús nos recuerda el juicio final: "Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis." “Cuando acogéis a un niño, es a mí a quien me acogéis.” “Si en mi nombre ofrecéis un vaso de agua, es a mí a quien me lo ofrecéis" (Mc 9,37; Mt 10,42). Recordemos que Cristo vive en los cristianos... y nos dice: «Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,20).

 No solo se trata o simplemente saciar el hambre con comida y la sed con liquido; es de un hambre de amor. Hospedaje también en nuestro corazón sin rechazar a nadie por su condición social o humana. La vestimenta implica poner sobre cada uno de nuestros semejantes la dignidad, la justicia y el respeto. Estar sin hogar, no es sólo no tener casa; estar sin hogar, también es ser rechazado, excluido, no amado. La visita al enfermo y al privado de la libertad, no solo por un cumplido, esta primero la Palabra de Dios, que sana, libera y regenera; la salvación de sus almas.

Todo esto ha de ser “cada vez” que lo hagamos y que lo dejemos de hacer, (no caben las omisiones) La opulencia frente a la necesidad. Todo está directamente relacionado con el Señor, Padre de todo el género humano, Dios amor para todos y en todos los tiempos. Las estadísticas es la mejor forma de volvernos inconscientes al detalle se va haciendo en nosotros una rutina que solo queda en la noticia. Es la mejor forma de volvernos individualistas e insensibles. Solo por amor se puede hacer lo que el Señor nos dice, pero que para nosotros pareciera que estuviera pasado de moda y de actualidad.

El hombre es necesitado en todas las edades y condiciones, somos dependientes desde el nacimiento y sobre todo necesitados de amor. Si queremos ser amados debemos amar a la manera de Dios, si queremos bendiciones debemos servir. Si queremos dignidad, debemos respetar y obrar en justicia. Si queremos libertad debemos cumplir la ley de Dios, amando a Dios y a sus hijos.

sábado, 25 de febrero de 2012

Sábado 25

Cuando dejemos nuestra actitud agresiva, ofensiva, opresiva, todo gesto falto de amor, seamos servidores por amor más que por la paga, compartamos lo que viene por la divina rovidencia; si amamos y honramos a Dios, le obedecemos y nos comportamos agradecidos. El Espíritu de Dios hará presencia en nosotros, atenderá nuestra suplica, nos llenara de paz y delicia.

Solo con la religiosidad nos exponemos a creernos superiores a los demás y a crear barreras donde Dios no las quiere. Dios aborrece el pecado y quiere que el pecador se convierta, reciba sus dones y su amor, no importa la hoja de vida que tengamos, no mira nuestras credenciales, El Señor rompe las barreras sociales; nos llama a servirle tal como somos, sujetos de la salvación por Él donada; en esta cuaresma Dios quiere nuestros corazones contritos «Dios te ha escogido débil para darte su propio poder» (San Agustín).

El Señor hoy nos llama a seguirlo a ejemplo de san Mateo, sin pensarlo, sin mirar atrás, sin anteponer disculpas. Quiere que seamos sus discípulos y participes de sus misterios; Él nos llenara de sus dones para hacerlo cada día mejor, “háganse un corazón nuevo y un espíritu nuevo” (Ez.18,31) dejando la cultura del pecado y haciéndonos participes de la nueva alianza, de esta manera agradaremos a Dios y a su Corte celestial para que haya fiesta (Lc.15,7) Entonces la recompensa de ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, que es bueno con los ingratos y los pecadores. (Lc.6, 35)

viernes, 24 de febrero de 2012

Viernes 24

Para los judíos el precepto del ayuno era un asunto de valor religioso. Reclaman esta práctica a los discípulos del Señor Jesús, su respuesta es categórica. Su presencia tiene un sentido festivo similar a una fiesta nupcial y en efecto lo hace con su iglesia. En una fiesta de bodas todo el mundo está contento. Nadie va a hacer penitencia ni ayunar. Cuando estamos alejados de su boda sí que tendremos la necesidad de ayunar.

El sentido del ayuno, quizá no lo definamos como debe ser, de una parte es sacrificio del cuerpo de barro. De otra el fortalecimiento del espíritu y del alama, crecimiento spiritual. Reflexión y corte a los pecados capitales, reflexión y acción de la caridad, hacer penitencia y abstenerse, sentirse bien dando, para recibir de Dios sus dones. Lo que nos indica que no basta ayunar y orar, hay que hacer la obra.

Dios no quiere la muerte del pecador. Dios nos ama a todos los hombres, para El la única diferencia son vivos y muertos, aunque caminemos por todas partes. Nos exige Dios: desatar las cadenas y compartir con los demás. Desatar las amarras del yugo. Qué difícil es acabar con todas las formas de esclavitud. Romper el yugo, desde la prepotencia hasta los líos cotidianos que nadie quiere dar el primer paso. Desatar las amarras. No basta «convertirse de corazón» a Dios, sino que la conversión debe hacerse cambiando también, culturas y a la vez las estructuras e instituciones.

“(Esta clase de demonios sólo se puede expulsar con la oración y el ayuno).» (Mt. 17,21) "Por el ayuno y la oración caen los demonios" Ya tiene sentido, por el ayuno y la oración agradamos a Dios y se ahuyentan los demonios y viene para nosotros la vida eterna...

Es Dios mismo como Padre y maestro, el amigo del hombre que caminaba y dialogaba a la hora de la brisa y quien había confiado el ayuno a nuestros primeros padres, de un solo árbol le prohibió comer (Gn 2,17). Y si estos hubieran observado este ayuno, habrían vivido con los ángeles y nos habían heredado esa gratuidad. Pero lo rechazaron y por ello merecieron penas y muerte (Gn 3,17). Por eso para nosotros es primordial orar y ayunar. Si en un principio en el Paraíso el ayuno fue indispensable, cuánto más lo es aquí ahora para nosotros a fin de ganar la vida eterna.

jueves, 23 de febrero de 2012

Jueves 23

El Señor Jesús anuncia a sus discípulos el final de su misión. La pasión y muerte en la cruz del Señor tiene significado inigualable es su dolor y sufrimiento, es el martirio y el ultraje a Dios, lo único que puede ser suficiente para el rescate de la humanidad, fue lo único que venció a la muerte, a la que estábamos sometidos. El inmolado “Cordero de Dios”. Todos hemos de compartir su victoria sobre la muerte, y que esto dependerá de la orientación que demos a nuestra vida.

Para llegar con el Señor Jesús a la gloria de la resurrección es primordial hacer lo que Él nos dice: “Si alguno quiere acompañarme, que no se busque a sí mismo, que tome su cruz de cada día y me siga. Pues el que quiera conservar para sí mismo su vida, la perderá; pero el que la pierda por mi causa, ése la encontrará. En efecto, ¿de qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si se pierde a sí mismo o se destruye?”

Si queremos ser amigos del Señor, carguemos nuestra cruz todos los días, llevándola con amor, con mucho amor, y así pesará menos; es acoger toda la grandeza de Dios y dejar de lado nuestra pequeñez, nuestras flaquezas, nuestras preferencias; aceptar la Divina Voluntad de Dios como lo primero y principal en todo nuestro pensar, decir, hacer y sin dejar nada inconcluso. No solo “evitar los pecados”, mientras continúan las propias ambiciones y gozo terreno; es preciso un cambio radical para llegar a ser un diligente discípulo del Señor, haciendo el bien y cumpliendo la misión y el deseo de la salvación de todas las almas, sin interés personal o material.

Haciendo la voluntad de Dios, encontraremos el verdadero sentido de nuestro origen, existencia y el cumplimiento de los proyectos de Dios que tiene para cada uno de nosotros; y de esta manera lograremos el premio que Él mismo nos tiene preparado.

Como nos dice el Señor, de que nos sirve todo el atesoramiento egoísta y mezquino, empleado para los placeres, para la vana gloria; habiendo hecho lo indebido cometiendo escándalo, llevando a otros a la enemistad con Dios, demoliéndonos y destruyendo a los demás. En cambio dejamos de hacer lo debido, atesorar apara el cielo, haber ganado amigos para el Reino de Dios, siendo justos, acordes con san Mateo 5, las bienaventuranzas y 25 las obras de misericordia.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Miércoles 22

Hoy miércoles de ceniza, Única ocasión durante mucho tiempo para muchas personas, la asistencia a una ceremonia religiosa. Para muchos no diga nada en su interior. La ceniza significa sufrimiento, luto, arrepentimiento, signo de dolor y de penitencia (Jb.42,6). Significa para todos, asumir una actitud de humildad ("humildad" viene de humus, "tierra"). Empieza la cuaresma, representa tiempo fuerte de conversión, 40 días de abstinencia. Nos debe recordar que somos hechos de tierra (Gn, 2,7) y luego, el fin “hasta que vuelvas a ella” (Gn. 3,19) Abraham: ” es un atrevimiento hablar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza” (Gn. 18, 27)

Cuaresma, Cuarenta días de Moisés en la montaña del Sinaí cundo recibió de Dios, las tablas de la Ley (Ex. 24, 18) y por segunda vez (Ex. 34,28) Elías, en el desierto, cuarenta días sin comer. (1R 19,8). El Creador mismo de los hombres, viniendo entre los hombres, ayuno durante cuarenta días (Mt 4,2). A los cuarenta días la Asunción del Señor (Hc.1,3-11)

Vale para nosotros lo que nos dice san Pablo, “Les ruego, pues, hermanos, por la gran ternura de Dios, que le ofrezcan su propia persona como un sacrificio vivo y santo capaz de agradarle; este culto conviene a criaturas que tienen juicio.” (Rom.12, 1)

Dios por boca de Isaías nos dice: “¿Cómo debe ser el ayuno que me gusta, o el día en que el hombre se humilla? … el ayuno que me agrada? Romper las cadenas injustas, desatar las amarras del yugo, dejar libres a los oprimidos y romper toda clase de yugo. Compartirás tu pan con el hambriento, los pobres sin techo entrarán a tu casa, vestirás al que veas desnudo y no volverás la espalda a tu hermano. Entonces tu luz surgirá como la aurora y tus heridas sanarán rápidamente.... Entonces, si llamas a Yavé, responderá.» (Is.58, 5-9)

martes, 21 de febrero de 2012

Martes 21

Nuestra cultura y la complacencia de nuestros deseos apuntan a que tenga que sobresalir, a ser importante, a que nos sirvan para pasarlo bien; y el Señor nos dice hoy, que para ser el primero hay que ser el último, a primera vista suena ilógico. Pero la lógica de Dios nos dice y nos lleva mediante el amor y el servicio, a la sabiduría y a la autoridad, para ser el primero.

Bien distinto de la sabiduría y la autoridad que emana del poder, de la fama y del tener. Más bien lo podemos llamar autoritarismo.

El Señor nos llama a servir diligentemente, a trabajar por ideales sublimes, importantes; sin despegarnos de Él, con su ayuda y para Él. Nosotros portamos la concupiscencia, la tendencia de hacerle caso al mundo y dejar de lado lo importante que es el espíritu y el alma. Ambicionamos lo del mundo y relativizamos lo eterno. De manera que es primordial permanecer con Cristo, con Él lograremos lo que queramos, pensando y obrando bien.

 Nos dice el apóstol Santiago: “O si se lo piden y no lo reciben, es porque piden mal, para derrocharlo en placeres. Gente infiel, ¿no saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios?” “Humíllense ante el Señor y él los enaltecerá.”… No se amiste, no dialogue con el maligno, no haga lo de Eva, mas bien, “resistan al diablo y se alejará de ustedes.” Se alejara de nosotros el príncipe de este mundo y ”Acérquense a Dios y él se acercará a ustedes.” Se acercara a nosotros el Rey de reyes, el Señor de señores, pleno de amor, quien todo lo puede, el dueño de todo, quien todo lo ve y lo sabe, quien nos conduce a la vida plena. Para mi suena un buen negocio. De manera que falta nuestro reconocimiento, permaneciendo como niños sin emanciparnos, falta nuestra aceptación, nuestra obediencia, nuestra disposición, nuestra disciplina y nuestro respeto.

lunes, 20 de febrero de 2012

Lunes 20


Mediante la fe se lograran muchas cosas imposibles humanamente, pero el crecimiento en la fe, madurar en la fe es preciso pedirlo y amar a Dios en espíritu y en verdad. “Combate…Conserva la fe y la buena conciencia, no como algunos que se despreocuparon de ella y naufragaron en la fe.” (1 Tim.1, 19). Unos y otros necesitamos el crecimiento en la fe; y para el servicio a los hermanos necesitamos la fe que fortalece el espíritu para luchar contra espíritus; que aparentemente no los vemos y que en la actualidad pareciera un tema de cuento de hadas.

“Esta clase de demonios no sale sino a fuerza de oración y de ayuno”. Sinónimo de sacrificio, de renuncia, de entrega, de servicio,  todo por amor. Para fortalecimiento del espíritu y que ya no sea el cuerpo de barro quien domine, este cuerpo de barro con que se alimenta el demonio y que contamina el alama y el espíritu. Para tener la sabiduría que viene de Dios, que se manifiesta en la pureza. La autoridad que viene de Dios, que se manifiesta en el servicio y la justicia que dignifica.

En nuestra actualidad también hay personas necesitadas de liberación, y la condición de estas puede ser peor cada vez. En primer lugar, será mejor que la persona  llegue con ayuda a una confesión bien hecha, algo hizo mal una vez que espíritus del mal pudieron entrar en él. En segundo lugar por falta de personas que estén llenas de la autoridad proveniente de Dios, esta solo se alcanzara mediante disciplina, obediencia, respeto por la dignidad humana. Nos lo mostro el Señor, y las personas que lo rodearon reconocieron en  Él esa autoridad. Autoridad servicio llena de luz trascendente, que rescata de la miseria, que libera del sometimiento y eleva a la dignidad, fuerza que trasforma. 

sábado, 18 de febrero de 2012

Sábado 18

Un poco de lo que dice Santiago, nuestra lengua puede servir para bendecir o para maldecir, puede ser antorcha encendida con el fuego del amor y la sabiduría proveniente de lo alto; o puede ser encendida por el maligno con la torpeza del engaño y la mentira e “incendia todo el curso de nuestra existencia”.

La transfiguración, como el bautismo del Señor Jesús, nos lo descubre como verdadero Dios y verdadero hombre, hijo amado del Padre. Jesús transfigurado significa amor y salvación.

El Señor Jesús tomo a los que quiso y subió al monte “Tabor”, donde se transformo y les permitió ver su cuerpo espiritual. "Su cara brillaba como el sol" (Mt. 17, 2). Transfigurado a la "luz verdadera que ha llegado al mundo y que ilumina a todo hombre" (Jn 1,9)

Para que allí fueran testigos de su gloria (Ex 33,18; 1 Re 19,9).Para cualquier judío “subir al monte” tiene significado que no puede olvidar el monte de la Ley de Dios. Allí les permite ver y sentir un poco la gloria de la eternidad, les muestra el significado de la resurrección, les hace ver que después de esta vida terrena nos espera una mejor donde “¡qué a gusto estamos aquí!” donde ya no es el cuerpo de carne pecaminoso sino el cuerpo del espíritu quien se hace visible, cuya perdida la encontramos en «He oído tu voz en el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo; por eso me escondí.» (Genesis 3,10). Allí donde se experimente gozo verdadero y donde podremos compartir con nuestros antepasados, donde podremos vivir con ellos en la gloria de Dios. Donde “Ya no habrá muerte ni lamento, ni llanto ni pena, pues todo lo anterior ha pasado.” Ap.21,4)

La voz del Padre se hace audible. “Este es mi servidor en quien me complazco” (Is 42,1). Pero esta vez la voz añade: “Escúchenlo”, lo que nos reenvía a Dt 18,15.

Se forma una nube y oculta al mismo tiempo la presencia misteriosa de Dios (Ex 33,20 y 1 Re 8,10). Allí estaban tres apóstoles y nadie puede continuar en vida terrena cuando se vea la presencia de Dios.

viernes, 17 de febrero de 2012

Viernes 17


Todos queremos, de un modo o de otro, no perder de vista a quien puede salvarnos, pero es necesario escuchar lo que el Señor nos dice y es preciso que renunciemos a sí mismos, que carguemos con la cruz y lo sigamos.

Es por un lado tolerancia, salir del individualismo egoísta y autosuficiente, entrega al servicio y al amor, renuncia a los placeres y sensaciones del mundo y la carne, renuncia al demonio y sus diferentes manifestaciones. De otro lado es aceptar las pequeñas mortificaciones y adversidades cotidianas, obediencia, vida sacramental, el cumplimiento de la misión, la obra que da fruto, la que llena las manos; en resumen vivir en la Divina Voluntad de Dios.

Es la manera de estar adheridos a Cristo, como una rama al tronco de quien recibe la savia. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si pierde su vida? (Jn. 15, 4). Su alma se muere y a la vez no puede salvar a otros, «Quien la salvación de un alma procura, ya tiene la suya segura» (San Agustín).

Si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras ante esta gente, idólatra y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él” Quiero de manera personal referirme a la noticia de un sacerdote que se avergonzó de la imagen de Cristo y los fieles debieron sacar las imágenes del templo. A este sacerdote le falto haber enseñado lo que es el culto, para poder diferenciar lo que es la idolatría. Cuántos de nosotros permanecemos idolatrando algo o alguien sin ser muy consientes.

Tú tienes fe y yo tengo obras. A ver cómo, sin obras, me demuestras tu fe; yo, en cambio, con mis obras te demostraré mi fe”. (Primera lectura Santiago 2, 18) seremos justificados por poner la fe en práctica mediante la justicia y la preocupación por el prójimo. Fe es creer, pero también implica obedecer.

jueves, 16 de febrero de 2012

Jueves 16

“Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” Dejándonos Iluminar por el Espíritu Santo, podremos reconocerle y escucharle su propia explicación: Yo soy quien Yo soy, el comienzo y el final, el Alfa y el Omega, Aquel que fue, El que es y El que sera para siempre. Yo soy la fuente de la vida para todas las cosas vivientes, Yo soy la luz del mundo, la verdad, el camino y la esperanza de todos.

Reconocer a Jesús como ungido, como Cristo y para confesarlo como Mesías necesitamos caminar con Él, su camino es una alternativa que no puede ser ni ignorada ni minimizada. Comprender su enseñanza y asumir su estilo de vida. Reconocernos creados por Dios, a su imagen y semejanza. Que somos pecadores a partir de Adán. Reconocer quien es Dios, no solo por lo que hace, también por lo que es, por el amor que siente por nosotros y la alabanza que se merece.

La expresión “El Hijo del hombre” Se debe a que Jesús ocupa un lugar único dentro de la humanidad; él es, mejor que Adán, el primero y el que encarna en su persona a toda la familia humana. Hay otra razón. En (Dan.7, 13) “Hijo de hombre” que llegaría glorioso del mundo de Dios, habiendo recibido poder sobre todas las naciones. El libro daba una interpretación de esta imagen aplicándola al pueblo de Dios, pero Jesús da otra interpretación al decir: “Ese soy yo”. Y lo dirá en especial ante sus jueces o al anunciar su Pasión.

La misión que Jesús realiza supera los límites formales. Su propuesta nos exige conversión y fe en su mensaje de salvación. Jesús tenía que sufrir, porque tal es el destino común de los que viene a salvar. Debía sufrir y ser rechazado por las autoridades, porque tal es también el destino de quienes proclaman la verdad entre los hombres. Debía ir voluntariamente a la muerte, porque el sacrificio de sí mismo era el único medio para salvar al mundo.

En la misma medida que Pedro ama a Jesús y quisiera verlo reconocido y seguido, se vuelve un tentador, al pensar como los demás, en lo del mundo, en el poder, la fama o el tener. “¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha pedido permiso para sacudirlos a ustedes como trigo que se limpia” (Lc.22, 31)

miércoles, 15 de febrero de 2012

Miércoles 15

¿Cuando Señor, nosotros también podremos verte y contemplar tu divino rostro? Nosotros que estamos ciegos espiritualmente, como podremos tocarte para que podamos ver la luz y huir de las tinieblas. “Tú entonces, al verlo, te pondrás radiante, palpitará tu corazón muy emocionado” Is.60,5)

Poder ver por primera vez el ciego de nacimiento y contemplar la naturaleza es maravillo, cuanta alegría puede experimentar. En el caso particular el Señor nos hace ver que por la fe este ciego pudo ver, pero aconteció en tres etapas para superar la ceguera, lo que nos indica que la fe va en crecimiento y Dios se va manifestando en consecuencia, mediante dialogo y complacencia, Dios quiere que todo quede bien hecho no a medias; que todo lo podamos ver claramente, sin nubarrones de oscuridad.

Lo condujo fuera de su cotidianidad, fuera de su estado dependiente, de los roles que impuestos por la cultura; el Señor quiere devolverle su dignidad para reiniciar su vida como hijo de Dios; el segundo momento, también lo podemos interpretar con el sacramento del bautismo y el tercer momento con el de la confirmación, cuando el Espíritu santo, viene a hacer claridad en nosotros, donde a partir de este momento por gracia podremos recibir la luz, la verdad y de acuerdo a nuestra docilidad podremos experimentar y dar buen fruto con los dones que nos proporciona. Para poder ver a los demás no como objetos sino como hermanos hijos de un solo Padre. De tal manera que por don de Dios paso a paso creceremos en la fe y seremos capaces de ver con claridad, de interpretar con sabiduría el significado trascendente de la obra sublime del Mesías crucificado para llegar con El a la gloria de la resurrección.

martes, 14 de febrero de 2012

Martes 14

La conversación del Señor Jesús con sus acompañantes nos muestra su originalidad, trata de dar una lección para el momento presente pero estos se preocupan más por su seguridad alimentaria.

(De vez en cuando es bueno que recodemos que la Palabra de Dios es actual y para cada quien en el momento en que nos corresponde vivir y actuar --- Dios es un eterno presente, no ocupa un espacio en el tiempo como nosotros)

Hoy el Señor Jesús, quiere decirnos que nos cuidemos de todo el que tiene poder en cualquier modo; pues si de cualquier manera llegamos a tener la dirección de otros no olvidemos que estamos en el mundo y somos débiles, seremos tentados a hacer mal uso del poder, a relativizar todo en torno a la condición y no querer destruir el propio trono; en cierto modo no queremos que el Reino de Dios esté presente en los súbditos ya que de estos es preciso demandar toda la atención.

Por tal condición nos olvidamos de lo importante, de la palabra de Dios, de lo que debemos hacer y del comportamiento que debemos observar. Para quien tenga poder le sería más fácil cuando todos escucharan la voz de Dios, le obedecieran y actuaran en consecuencia.

En segundo lugar el Señor Jesús nos amonesta con cierta severidad y con justa razón:

¿Aún no comprendéis ni entendéis?
Es verdad Señor nos falta mucha docilidad al Espíritu Santo quien es el que nos lo aclara todo.

¿Es que tenéis la mente embotada?
Las cosas del mundo, los afanes, el poder, la fama y el tener, nos emborrachan, Señor.

¿Teniendo ojos no veis y teniendo oídos no oís?
A llegado tan lejos nuestra desobediencia que ya no queremos ver ni oír. A pesar de que tu nos hiciste con dos ojos para ver, con dos orejas para oír y una sola boca para comer y para hablar.

¿No os acordáis de cuando partí los cinco panes para los cinco mil? ¿Cuántos canastos llenos de trozos recogisteis?».
Si Señor, pero nosotros creemos más bien en nuestras propias fuerzas, nos ocupamos solo de lo nuestro para llenar nuestros estómagos y complacer nuestros sentimientos.

«¿Aún no entendéis?».
No Señor, nos alta mucho, nos alta madurar en la fe. Danos el querer de comprender sus palabras en el sentido en que son pronunciadas. Danos Señor la gracia para reconocerte, para mirar nuestro pecado, para vivir en continuo cambio de vida de acuerdo a lo que tú nos dices a fin de lograr tu amistad permanente y llegar por ti a la gloria de la resurrección. Amén.

lunes, 13 de febrero de 2012

Lunes 13

Nosotros hoy también solemos pones obstáculos en lo más importante y en lo que menos sabemos. Con mucha frecuencia y facilidad tentamos a Dios, y por lo tanto lo arrojamos del lugar donde Él añora permanecer, es mas lo echamos de nuestro lado. Es así como en el presente pasaje de san Marcos, podemos imaginar que el Señor se fue triste por la ignorancia de los fariseos, ellos querían someter a Dios y sostener sus costumbres, creían que estaban sentados en la pura verdad.

En la época de Jesús la gente creía que Dios daba señales que advertían la llegada de catástrofes o de bendiciones, y muy especialmente el comienzo de una nueva era (Mt 24,3). Jesús, por su parte, invita a los fariseos a mirar lo que pasa a su alrededor, los milagros indudablemente, pero sobre todo el despertar que se observa en el pueblo como efecto de su predicación. Jesús los invita a tener ojos para buscar y ver a Dios fuera de sus discusiones y de sus costumbres externas.

El Señor Jesús nos anima a vivir la vida que Él nos imprime por medio de su Palabra, de su ejemplo y alimentados con su propio Pan de vida.

La primera lectura de Santiago nos invita a la firmeza de la fe; a obtener de Dios la capacidad de soportar con paciencia y con perseverancia las pruebas y persecuciones. Feliz quien soporta la prueba.

No es extraño para la humanidad católica hoy día, vivimos una religiosidad pasmosa y creemos que ya estamos santos. Al permanecer sin complicaciones, al no sentir el asedio de las tentaciones, nos creemos muy buenos y favorecidos; pero eso es mala señal, el maligno nos deja quietos en ese estado porque ya nos tiene asegurados; cuando el católico vive la voluntad de Dios obedientemente el demonio se intranquiliza, permanece como “león rugiente” poniéndonos “cascaritas” para hacernos caer.

Es importante para el católico estructurarse bien mediante el conocimiento más importante y que procede de la sabiduría de Dios, para afianzar en la fe, en una fe madura por amor y en los valores que emanan de ella.

"La fe es cierta, más cierta que todo conocimiento humano, porque se funda en la Palabra misma de Dios, que no puede mentir. Ciertamente las verdades reveladas pueden parecer oscuras a la razón y a la experiencia humanas, pero «la certeza que da la luz divina es mayor que la que da la luz de la razón natural" (Santo Tomás de Aquino)

sábado, 11 de febrero de 2012

Sábado 11

En el mundo hay mucha gente padeciendo de hambre, pero también hay mucho alimento, que se vota y otro tanto se lo dan para que se lo coman los animales; humanamente eso es lo que podemos conocer. Pero de acuerdo a lo que el Señor nos enseña, también hace falta muchos discípulos que quieran alimentar a los que tienen hambre, ese alimento que el Señor nos da todos los días, si ofrecido al Señor se lo damos a los que padecen necesidades Él lo multiplica y se saciaran muchos. Lo que ocurre es que somos demasiado calculadores y demasiado cuadrados pero la justicia, el amor, el evangelio de san Mateo 5 no lo queremos practicar.

Aun mas, lo primero que hay que hacer con el que tiene necesidades materiales es llenarle el corazón del mensaje de Dios, para que logre la paz; luego si, éste convertido y habiéndose hecho amigo del Señor, podrá saciar todas sus necesidades. Nos lo muestra el Señor en la segunda multiplicación de los panes a un pueblo pagano, la primea había sido al pueblo de Galilea. Estos acontecimientos seguramente no visto por la gente con la realidad patente, pero si por sus discípulos y que un poco más adelante se dan cuenta del significado Eucarístico.

La misión es lo más importante, ¿que gana una persona que llene su estomago si en la noche muere y pierde su alma para toda una eternidad? El verdadero sentido de la existencia consiste en convertirse a Dios, ayudado por el Espíritu Santo en la fe y en el amor, todos los días y de El recibiremos lo que nos hace falta.

Cuando falta la conversión, y fala la relación directa con Cristo Eucarístico, somos ineptos para cumplir la misión, para ejercer la caridad, para hacer la obra salvífica en el hermano, por falta Dios en nuestro corazón. "Quien come mi Carne y bebe mi Sangre habita en mí y yo en él" (Jn 6,56). - Por la misma caridad que enciende en nosotros, la Eucaristía nos preserva de futuros pecados mortales.(Cat.1395)

viernes, 10 de febrero de 2012

Viernes 10

Con relación a la primera lectura miremos como sobrevienen consecuencias graves debido a nuestro comportamiento desobediente y el Señor nunca se ha cansado de decirnos “cumple mis mandatos”. “No tendrás otro Dios fuera de mí” Sin embargo idolatramos con gran esmero ídolos que hacen quitar la mirada y el pensamiento en nuestro Creador. Y con este comportamiento Dios nos deja en nuestros caprichos. Ojala escucháramos al Señor, quien nos libra de todo mal, nos perdona, nos sana y nos da la paz.

El Señor Jesús, devuelve a la normalidad a un sordomudo. “¡Qué bien lo hace todo! Hace oír a los sordos y hablar a los mudos”. Aclamaba la gente al ver todos los prodigios que hacia el Señor. Es un reconocimiento y una descripción de quién es y que hace. Es quien hace las cosas bien y completas.

Creo que para nosotros hoy día no ocurre lo mismo, nos robamos lo que pertenece a Dios, No damos testimonio de tanto que hace con nosotros y para nosotros, es mas no lo reconocemos y lo atribuimos al azar, a la buena suerte, a nuestras capacidades, sin ver que es Dios quien sostiene nuestra vida, nuestro existir, porque nos ama.

“¡Effetá!” (Que quiere decir “¡Ábrete!”). Esta palabra procedente de la boca del Señor es para cada uno de nosotros que estamos sin oír y sin habla, solo nos basta el bullicio del mundo.

Con la ayuda de nuestra Madre celestial, que también lo sabe hacer todo bien y completo, nos ayude en este sentido, pues lo mediocre y lo incompleto, lo mal hecho no agra a Dios. (Dt. 32,4 – Lev.22,20).

jueves, 9 de febrero de 2012

Jueves 9

Es un momento en que las autoridades se vuelven contra Jesús; Él se aleja y recorre las fronteras de Galilea. El incidente recordado aquí se ubica en la región de Tiro, poblada por sirios y fenicios. Llamados también griegos porque hablaban griego, vivían al lado de los judíos, pero estaban muy lejos de ellos.

Los judíos nunca pudieron comprender su elección como pueblo de Dios sin considerar al mismo tiempo en una categoría inferior a los demás pueblos. Para ellos el mundo se dividía en dos: “el pueblo” (judío) y las “naciones”, es decir todos los demás.

Surge de ese pueblo pagano, una mujer que refleja el amor por su hija, con una fe grande, ella confía en el Señor, ya había escuchado lo que decían de Él. Se vale El Señor Jesús de lo que muchos judíos decían o pensaban de sus vecinos, para medir la intención de la madre que intercedía por su hija. Dios prueba en la medida en que seamos capaces de soportar, a veces menos, otras un poco más, para obligarnos a dar lo mejor de nosotros mismos.

El Señor haría la obra de todas maneras, precisamente para eso vino al mundo, para perdonar, para rescatar, para sanar, para liberar y para cuidar. Pero quiso mostrarnos que debemos insistir con fe, perseverando y para permanecer.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Miércoles 8

En la religión judía, Estas leyes de pureza eran útiles para proteger la fe de los judíos que vivían en medio de otros pueblos. Pues, ¿cómo podrían conservar su fe en el Dios único, si se les permitiera convivir con esos pueblos, tenerlos como amigos e imitarlos en todo? Llevaba un tipo de vida distinto. El Señor Jesús también observaba las leyes de pureza como el pueblo, pero sin los mil detalles añadidos por la tradición.

Pero también, el Señor Jesús afirma claramente que no hay pecado sin mala intención; los alimentos no afectan al mundo interior de nuestras relaciones con Dios; y quita a estos rituales su carácter sagrado. Todo lo que Dios hizo vio que era bueno, es nuestra mala y torcida intención lo que no corresponde a la relación espiritual con nuestro Creador.

Y así es que muy poco tiempo los rituales dejan el carácter espiritual, para centrarse en la verdadera fe que es la relación directa del hombre con Dios. “Pedro se puso en pie y dijo”: «Hermanos: ustedes saben cómo Dios intervino en medio de ustedes ya en los primeros días, cuando quiso que los paganos escucharan de mi boca el anuncio del Evangelio y abrazaran la fe. Y Dios, que conoce los corazones, se declaró a favor de ellos, al comunicarles el Espíritu Santo igual que a nosotros. No ha hecho ninguna distinción entre nosotros y ellos, sino que purificó sus corazones por medio de la fe. ¿Quieren ustedes mandar a Dios ahora? ¿Por qué quieren poner sobre el cuello de los discípulos un yugo que nuestros padres no fueron capaces de soportar, ni tampoco nosotros? Según nuestra fe, la gracia del Señor Jesús es la que nos salva, del mismo modo que a ellos.» (He 15, 7-11).

En nuestro mundo moderno persisten con beneplácito la lista de pecados que da el Señor Jesús y que contiene los vicios de nuestra sociedad, ya sea la corrupción que se denuncia casi en todas partes, o los diversos aspectos de la vida fácil y sin obligaciones morales que tanto alaban los medios de comunicación y a lo que pocas personas quisieran renunciar.

martes, 7 de febrero de 2012

Martes 7

Comentario:
Por esa época los fariseos querían imponer el lavado de las manos antes de la comida para purificarse de las impurezas que pudieran haberse contraído en la vida activa. Era una costumbre excelente, pero Jesús no quiere que se imponga en nombre de Dios, porque sería lo mismo que encerrarse en una religión de obligaciones y prácticas. Es fácil confundir los medios, que facilitan; con los fines, el sentido verdadero. Por eso es necesario siempre pedir el discernimiento que lo da el Espíritu Santo.

Ningún grupo, puede mantenerse sin sus tradiciones, son las que aúnan. Tales tradiciones sin embargo, por muy buenas que sean, son cosas de hombres y por tanto pueden o deben ser cambiadas con el tiempo. Puesto que lo fundamental es el amor y la justicia.

Pero hay algo esencial que nunca cambia: la Palabra de Dios. Tenemos una forma de comprender la Biblia como Jesús y los apóstoles la comprendieron, y es lo que llamamos la Tradición de los Apóstoles. La Iglesia, fundada por los apóstoles, preserva esa Tradición, o sea, ese espíritu que les era propio.

No debemos confundir las muchas tradiciones, o mejor dicho, las costumbres y los lenguajes que se han sucedido en la Iglesia, con la Tradición de la Iglesia que forma una sola realidad con la Escritura.

Es de lamentar que tantas veces se realicen grandes esfuerzos para mantener costumbres o prácticas que se han vuelto inútiles o nocivas, mientras se olvida el profundizar la Palabra de Dios.

La tradición de los judíos es develada por el Señor, manipulaban el cumplimiento del cuarto mandamiento, “Así anulan la palabra de Dios con esa tradición que se han transmitido. Y hacen muchas cosas semejantes a ésta”.

Eres pecador, debes volverte justo; pero no podrás recibir la justicia si el mal todavía te gusta” (san Agustín).

lunes, 6 de febrero de 2012

Lunes 6

Que inmenso es el deseo de Dios, que inmenso su amor, el amarnos como a sus hijos, con que ternura maravillosa, incomparable. Lo que siente un buen papá por su hijo obediente, es apenas un reflejo de la manifestación del amor de Dios. Que fácil acceder al amor de Dios, pero que difícil recibirlo por la soberbia nuestra.

Dios quiere hacerse presente en nosotros los bautizados pero nuestro pecado lo aleja, sin embargo esta a la espera mendigante del momento que cada alma le permita su presencia; un medio eficaz para abrirle la puerta al Señor es la oración sincera, reconociendo el pecado el sentirse pecador y entregárselo al Señor para que El pueda perdonarlo, dicho de otra manera el Señor es quien es capaz de limpiar el aposento del Espíritu Santo.

Por nuestra condición de pensamiento materialista no podemos sentir lo mismo que Dios, somos inhábiles para unir nuestro sentimiento al sentimiento de Dios, si lo hiciéramos de manera convencida y honesta, el Señor obraría prodigios visibles en cada uno de nosotros.

Nos hemos adaptado de tal manera las cosas del mundo que nos desvelamos como enfrentar el siguiente minuto la siguiente hora el siguiente día y para Dios no queda tiempo, incluso el día de acción de gracias que es el domingo, cuantos más bien prefieren el paseo, el festejo, la diversión. Y el misterio salvífico de Cristo, acción divina no humana, queda reducido al relativismo, el gran misterio presente de la vida, pasión, muerte de cruz y el vencimiento de la muerte por el pecado, no nos dice nada. Y en cambio si queremos milagros frente a nuestras calamidades; al mismo tiempo que queremos algo imposible humanamente, rechazamos al hermano, al próximo que desentona en nuestro deseo y en éste estaba el Señor dispuesto para que hiciéramos la obra, la paga al Señor, lo agradable al Señor, la gran voluntad de Dios, que todos seamos uno en Cristo nuestro Señor.

sábado, 4 de febrero de 2012

Sábado 4

El Señor Jesús quiere de los descarriados que seamos personas guiadas con conocimiento de causa y razón; es preciso enseñar a la gente despistada; por eso su primera tarea es la enseñanza sin desaprovechar tiempo y ocasión. La gente está inquieta y el Señor les imprime responsabilidad e iniciativa.

Hoy el Señor quiere de nosotros personas aptas para la vida y para la misión, para dar buen ejemplo, con iniciativas nuevas, creativas sin anestésico y responsables; está en juego el futuro eterno, no es más importante la vida terrena descarriada y sin conocimientos. Aprovechando todo tiempo y lugar; aunque nos parezca que no nos queda tiempo ni para comer.

Por otro lado se puede ver también que la gente es deseosa de la verdad, el Espíritu Santo ejerce su acción en sus almas y de allí el deseo de la verdad, el deseo de llenar el vacío interior que deja la vida terrena, cuando estamos sin la presencia de Dios en nuestro corazón. San Agustín: «Nos has creado para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que no descanse en ti».

La gente está deseosa de conocimientos, es por eso que debemos prepararnos, como buenos discípulos para hacer la obra encomendada, dejándonos ilustrar por nuestro Señor, para que todos ejerzamos algún tipo de servicio, para ser servidores del Señor, para ir delante y anunciar su llegada a cada quien, para decirle a la gente que Dios nos ama mucho y que quiere habitar en cada quien mediante la aceptación porque respeta nuestra libertad; para que todos seamos guiados por el bello, noble y buen Pastor a su redil, para conformar un solo Rebaño y un solo Pastor.(cf. Jn.10,11-16)

Debemos entender que es nuestro deber ayudar a los demás en su salvación, la cual se obtiene mediante la voluntad de cada persona, pero sin el cocimiento de la verdad, se cometen muchos errores. Por la contraparte el maligno utiliza a personas cuando están en pecado para ejercer su acción engañosa y mentirosa con el propósito de que nos alejemos de Dios.

viernes, 3 de febrero de 2012

Viernes 3:

Nos narra el Evangelio que la fama de nuestro Señor Jesús, se extendía por todas partes, el gobernante Herodes quería imaginar a san Juan, vuelto a la vida terrena, por haberlo hecho matar y que estaría dispuesto a destronarlo de su pedestal. Pero lejos de querer entender que Jesús era el Mesías, que venía para rescatar a los pecadores inclusive al mismo Herodes homicida de san Juan, por defender la Ley frente a su comportamiento desordenado.

No es ajeno este comportamiento en la humanidad hoy día, nosotros de manera cercana o distante, hemos visto casos muy arecidos, sin la misma trascendencia, por su puesto. Lo que nos indica que el enemigo se vale de personas en pecado, para propagar el mal, ayer hoy y también lo hará mañana. Ante el actuar del enemigo debemos estar muy despiertos vigilantes y pedir al Señor que nos libre de las tentaciones, de la acción del maligno.

Una virtud precede a otra; un bien preexiste otro bien; también un mal antecede otro mal, todo se encadena se acrecienta. Que nuestra Madre celestial nos ayude en el crecimiento de virtudes, para nuestro bien, para ejemplo de los demás y para gloria de Dios.

jueves, 2 de febrero de 2012

Jueves 2

"La fama de este templo será mucho mayor que la del anterior, y en este lugar yo entregaré la paz" (Ag. 2,9) Al anciano Simeón «le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor» (Lc 2,26), este día acude al templo, «movido por el Espíritu Santo», ha venido al Templo para contemplar la promesa de Dios. Él no es levita, ni escriba, ni doctor de la Ley, tan sólo es un hombre justo, "El viento sopla donde quiere, y tú oyes su silbido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo le sucede al que ha nacido del Espíritu» (Jn.3,8). "Había entonces en Jerusalén un hombre muy piadoso y cumplidor a los ojos de Dios, llamado Simeón. Este hombre esperaba el día en que Dios atendiera a Israel, y el Espíritu Santo estaba con él" (Lc.2,25).

El anciano Simeón y la profetisa Ana anuncian la esperanza que se ve realizada en ese niño, el Mesías. Para que se cumplieran las Escrituras y de acuerdo a la Ley de Moisés, se realiza este acontecimiento, de la "purificación" de la mas Pura, de reconocimiento del más conocido del Creador y Dueño de todo lo visible y lo invisible, como primogénito; quien se hace uno como nosotros para que podamos tener vida, por medio de Él, quien venció la muerte por el pecado; ha resucitado y con El también, quien tenga fe y viva de acuerdo a sus mandatos.

Como Simeón, podemos acudir a saludar a la Madre con los brazos extendidos, recibamos al Niño y bendigamos a Dios, diciendo: Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto nuestros ojos tu luz que nos ilumina y tu salvación, la que nos has preparado. (cf. Lc 2,29-32).

El Espíritu Santo utilizando la palabras del viejo Simeón, le dice a la Madre de Nuestro Señor: "Mientras a ti misma una espada te atravesará el alma. Por este medio, sin embargo, saldrán a la luz los pensamientos íntimos de los hombres.» (Lc. 2,35). Estas palabras resuenan  en nuestros oídos puesto que contienen un gran significado y que al final será el triunfo el cual verán todas las generaciones. Madre santísima llévanos a nosotros también en tus brazos. Amén.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Miércoles 1

"No es éste el carpintero, el hijo de María" decían sus paisanos, le conocían como el carpintero porque José le había cuidado con esmero y cariño, le había enseñado el arte, había cumplido la misión encomendada por Dios, y recibida por boca del Ángel. El Señor Jesús verdadero Dios y verdadero hombre, por tal había aprendido a vivir normalmente como uno de sus vecinos; por lo tanto se preguntan  "¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada y esos grandes milagros que se realizan por sus manos?" Ellos le conocían como humano, pero desconocieron como muchos, que Él era el Emanuel, quien hablaba con autoridad y que para ellos su doctrina chocaba con mucho de sus costumbres.

"Hijo de María, hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿Y sus hermanas no viven aquí entre nosotros?". Este pasaje es motivo para creer que María santísima, tubo más hijos; sin comprender que el idioma, el arameo es aún muy pobre en palabras; se le dice hermano a sus parientes cercanos y solo se distingue por la afirmación "Hijo de María" pero no dice (los hijos de María).

Sus paisanos no vieron su gran característica que lo diferenciaba de los hombres, el amor;  nosotros tampoco lo queremos reconocer, quien vive invisible como hombre, pero que permanece con nosotros hasta el fin del mal cuando lo volveremos a ver con toda su majestad de Rey universal. Como ellos la religión, el templo, para nosotros se hace una cotidianidad, sin experimentar el amor de Dios y sin fe. Asistimos por cumpli-miento.

Por falta de fe no hubo allí en ese ambiente ningún milagro. Es por eso que el Señor Jesús, nos pide fe en Él para realizar su obra que supera nuestras posibilidades humanas. Los milagros manifiestan el poder de Dios y la necesidad que tenemos de Él en nuestra vida diaria. Pero la fe no es solo para recibir milagros, es aun para una mayor trascendencia nuestra resurrección. (Jn. 6,40): "Porque ésta es la voluntad de mi Padre, que todo el que contempla al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré [en] el último día".