lunes, 30 de abril de 2012

Envíame Señor, tu luz y tu verdad


si Dios les ha dado a ellos el mismo don que a nosotros, por haber creído en el Señor Jesús, ¿quién soy yo para oponerme a Dios?” quienes somos nosotros para despreciar, destruir a otros, quizá con apariencia no agradable pero pueda ser con mas humildad que nosotros; en las cosas de Dios, se trata, mas allá del saber del tener o del mucho hablar; lo que cuenta es la entrega, la intención y la fidelidad al Señor.

Nosotros en nuestra cultura no consideramos impura la creación de Dios, pero tampoco la cuidamos, administramos ni la valoramos (Gn. 2, 15). Todo lo que Dios creo fue bueno, pero el hombre lo ha desacreditado con su comportamiento, sus creencias y sus afanes. Hasta tal punto en que arremete con mucha astucia contra su misma especie, causando desigualdad, iniquidad y muerte. Por una cultura inculcada y manipulada, lejos del querer de Dios, donde pudiera haber fraternidad y equilibrio.

Desde luego muchos querrán entrar en el corral donde se halla el bienestar que ofrece Dios, pero sin tener que pasar por la “puerta”, tratando de saltar por encima de la cerca, como ladrones, procurando de servir a dos señores. Esa puerta conformada por Cristo y custodiada por el Espíritu Santo, “puerta” que comunica la humanidad con la vida plena; gran misterio del amor inefable de Dios. Empieza en la conversión, siguiendo por el confesionario, llegando a la Eucaristía, actuando, permaneciendo y perseverando por amor en el amor.

Otros también, querrán continuar indiferentes con su corazón aunque destruido por su desgracia, no querrán ir, ni siquiera por curiosidad, al corral donde se reúnen los hijos de Dios; donde se acude para llenarnos de amor, a donde el Señor «A sus ovejas las llama por su nombre» Es difícil acudir porque esta manifestación o propuesta de nuestro Señor Jesús es diferente a la que promueven muchos dirigentes del orden religioso,social,político y económico en el mundo; que por el contrario, promueven sutilmente la desunión y la desigualdad; son éstos los “ladrones y salteadores” que entran por otro lado al rebaño para “robar, dispersar, destrozar y matar”.


sábado, 28 de abril de 2012

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida


Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes palabras de vida eterna” que ojal esa sea la respuesta de tu corazón para nuestro Señor Jesús, hoy. Hay muchos que no aceptan las propuestas divinas para entregarse al relativismo, hedonismo, materialismo, (…) es la crisis de la humanidad; se pone en tela de juicio a la persona de
Jesús y sus propuestas.

No basta creer que existe y oír sus palabras, es indispensable creer y obedecerle. No es fácil dar este paso, pareciera que se perdieran cosas importantes. Aunque el Señor nos haya hecho ver lo que verdaderamente tiene valor y es importante. Aunque siendo Dios, por amor, haya bajado de su trono para redimirnos y luego subir de nuevo a donde estaba antes. Vino a revestirse de nuestra humanidad, para dar claridad, ejemplo y para interceder por nosotros ante el Padre con su pasión perpetua como reparación por las causales de sus hijos, para mostrarnos el misterio de la resurrección, culmen de nuestra fe.

Ahora el Espíritu está actuando dentro de su iglesia militante y es Cristo como cabeza quien va consagrando este mundo invisiblemente. Es difícil entender el misterio del Hijo de Dios, del Espíritu Santo y sus obras.Dios prosigue entre nosotros, dentro de esta humanidad tan irresponsable a la que Dios ama; en esta Iglesia que la mayoría la hacemos indigna, pero es a través de la cual Dios realiza sus designios; ante la historia que vivimos y que nos llena de preocupaciones. Sin embargo, prepara el banquete del Reino. Y si todos lo despreciásemos, Dios haría brotar hijos de Abraham de las piedras (Mt.3,9) a fin de completar el número de almas para copar la cantidad de estancias en el cielo, que son muchísimo mas de lo que podemos imaginar. Dios nos ama en la eternidad más de lo que pensamos; pero también es verdad que no necesita de nosotros. Por el contrario nosotros somos los necesitados, el único naciente que no puede valerse por si mismo, sin embargo queremos ser dioses, sin Dios.

Muchos se fueron pero la reacción de los Apóstoles en cabeza de Pedro es de obediencia, de fe y de amor. No se quedaron por ser mas listos sino porque le amaban verdaderamente. Nosotros también podremos permanecer en pos de Cristo si le amamos y llegaremos a la tierra prometida si amamos en verdad a Dios. San Agustín: «No dejan huella en el alma las buenas costumbres, sino los buenos amores (...). Esto es en verdad el amor: obedecer y creer a quien se ama».

viernes, 27 de abril de 2012

El que come de este pan vivirá para siempre


Así de sencillo nos habla nuestro Señor Jesús, “El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él” manifestación, insondable misterio de amor inmenso por nosotros, el mismo Dios, se hace comida para nosotros con tal de permanecer con nosotros, ¡Que divino achaque!. ¿Y si Dios permanece con nosotros que nos puede preocupar? Como antes, hoy también, hay quien desprecia tan digno y sagrado alimento. Echemos una mirada a (Números 11, 4-6 – 18-20 –14, 29)

Ahora es su propio cuerpo y su sangre donada para nosotros como alimento que nos fortalece para tener vida con Él, por Él y para El. Nuestro Señor Jesús, es el verdadero cordero pascual (Jn 1,36), voluntariamente se ofrece en sacrificio por el pecado del mundo y lleva a su cumplimiento los sacrificios por el pecado del Antiguo Testamento. Cumple, es decir que da la realidad donde sólo se tenía la penumbra (Heb 10,5). Y queda clara para nosotros su palabra, la palabra del que es la Palabra. La cual cobra sentido y eficacia si podemos usar esa Palabra mediante la lectura, la meditación, la interiorización, ponerla por vida, compartirla y testimoniarla,(hablar mediante la Palabra). “¡Qué profunda es la riqueza, la sabiduría y la ciencia de Dios! ¿Cómo indagar sus decisiones o reconocer sus caminos”? (Rom. 11, 33)

Siendo para hacer, permanecer y perseverar, “Pero permanezcan en mí como yo permanezco en ustedes. Un sarmiento no puede producir fruto por sí mismo si no permanece unido a la vid; tampoco ustedes pueden producir fruto si no permanecen en mí” (Jn.15, 4).

Pidámosle a nuestra santísima Madre, que nos participe de su fíat, para recibir dignamente el cuerpo de Cristo su Hijo, también de su sentir dichoso mientras su santísimo Hijo gestaba en su sagrado laboratorio de vida hecho cáliz para el cuerpo de Dios, ella que fue llena de gracia y gozó de la veneración del Padre que daba cumplimiento a sus designios; del Hijo que hacia una realidad su Palabra; y del Espíritu Santo que daba vida al hombre Dios; rodeada y custodiada por santos Ángeles y Arcángeles.


jueves, 26 de abril de 2012

Tu salvación, Señor, es para todos


Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre” La voluntad de Dios es que todos se salven que nadie se pierda, El Padre adhiere a sus hijos a Cristo para que por El obtengamos la vida. Para cualquiera que este adscrito a una de las iglesias reformadas, no responden afirmativamente a esta premisa, puesto que para ellos, es voluntad de Dios que solo se salven solo unos escogidos, y que el resto sea condenado. Le atribuyen a Dios cualidades de impotencia. Pero Dios ha impreso en nuestra alma desde antes de nacer el temor al pecado (ciencia infusa), que nos inclina hacia Cristo. Es respuesta actual, libre y personal “y es así como viene a mí toda persona que ha escuchado al Padre y ha recibido su enseñanza” si ésta incurre en el pecado es por su propia voluntad.

El que cree tiene vida eterna” el que cree en Cristo y le obedece, el que sigue a Cristo, el que se alimenta de Cristo “El pan que yo daré es mi carne, y lo daré para la vida del mundo” de los que están en esta tierra, para que se alimenten para tener vida, y vida abundante. Y el Señor nos “resucitara el ultimo día” porque hemos adquirido por don la vida, porque hemos muerto al pecado el que nos podía quitar la vida. Porque nos hemos alimentado con el cuerpo de Cristo, pan de vida y hemos bebido su sangre para no tener sed.

“Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo” Misterio del Pan Eucaristía que une, para quedarse con nosotros todos los días de manera especial y misteriosa. Y que es diferente al mana que caía del cielo. “El pan que Dios da es Aquel que baja del cielo y que da vida al mundo" – “Señor, danos siempre de ese pan” (Jn. 6, 33-34). Danos a nosotros también, siempre tu cuerpo y tu sangre, a fin de vivir para siempre, para que unidos a tus santos Ángeles y a tus Santos catemos con verdadera alegría tu gloria Señor.

para la vida del mundo” A pesar de todo el extravío del hombre, el mundo todavía sigue siendo precioso porque hay quien continúa amándolo hasta el extremo, porque hay un Sacrificio del cual se benefician hasta los que lo ignoran. ¿Cómo fuera el mundo sin los que creemos y obedecemos a Cristo, ayudados por su santísima Madre?

miércoles, 25 de abril de 2012

Escucha, Señor, nuestra oración


La Iglesia rememora hoy a san Marcos (Juan) Evangelista. Quizá un jovencito que anduvo con nuestro Señor Jesús, cuando predicaba siendo testigo presencial de muchos de sus acontecimientos. Que al principio fue débil y después por gracia fue valiente.

Jesús nuestro Señor, pide que creamos en su Nombre, o sea, en su poder divino que actúa en Él, para que tengamos por El la gracia para cumplir la misión “anuncien la Buena Nueva a toda la creación” y por ende la salvación; mediante un riguroso proceso de conversión y de apertura total a la fe.

La buena nueva, el Evangelio nos lleva a reordenar nuestra vida; pero también es historia en camino, toda la creación se dirige a un destino que escapa a nuestro entendimiento y el Evangelio es la enzima sin el cual esos incidentes no lograrían su objetivo. Crean o no los hombres deben recibir el mensaje y visto en los que personifican a Cristo, mediante la oración y obediencia primero ser por gracia, para hacer, con signos tan elocuentes como para que puedan reconocer en ellos la mano de Dios. Y llegar a obtener la salvación y gozar de los dones que Dios concede por medio de su Hijo: la renovación de vida que ha cobrado otro sentido. Participar en la misión confiada al pueblo de Dios en la historia, obra tan misteriosa como maravillosa, ya que sin ella la humanidad estaría condenada a perderse, en todos los sentidos de la palabra. Hoy nos aterran algunos comportamientos pero sin Dios, será aun más.

Se nos da una lección a través de esta historia: por la gracia de Dios, el más débil, puede llegar a ser fuerte, cuando se depone la debilidad y se acoge a la confianza en Dios por amor. De Dios recibimos todos, justo e injustos la misericordia divina. Vida, alimento, salud, inteligencia (…) de ahí que sea lo más importante para toda creatura el mandamiento del amor y lo primero amar a Dios, sobre todas las cosas y creaturas. Por falta de amor no resuena con fuerza y convicción el Evangelio en el mundo, por falta de ser antes que hacer, Primero amar a Dios y de Él recibiremos sus dones. Pero amamos a Dios por momentos cuando nos conviene. Nos cuesta personificar a Cristo, su seguimiento es cuando yo lo necesite. Aparece el miedo, el silencio, la timidez, el no querer incomodar al otro; para dejarlo a merced de su desgracia.


martes, 24 de abril de 2012

Yo soy el pan de la vida, dice el Señor


Nuestro Señor Jesús es el pan que ha bajado del cielo. El maná cayó del cielo, pero Jesús vino del Cielo. Los israelitas comieron el mana milagroso y murieron; ahora, es tu cuerpo escondido a nuestros ojos en las especies que si podemos ver, que da vida a los que lo comen. Es respuesta eterna a estas preguntas: «¿Qué puedes hacer? ¿Qué señal milagrosa haces tú, para que la veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Va mas allá del pensamiento humano, de los milagros con que soñamos; lo que cuenta es la eternidad, la resurrección y la vida.

«Es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo» Si señor, soy plenamente convencido que son tu Cuerpo, tu Sangre y tu Divinidad, Señor. Ya no son perdices y mana, sino que es tu Cuerpo como pan que da Vida eterna. No es el agua que brota de la peña, sino tu sangre preciosa derramada que sacia la sed y que brota hasta la vida eterna. No es la ley esculpida en piedra, sino una persona, tu Espíritu Santo, quien me habla hoy, me corrige, me dirige, me inspira (…).

Ante esta verdad que muchos no quieren ver, tenemos también responsabilidades, básicamente vistas, obediencia a nuestro Creador y Padre eterno, conversión permanente, permanecer y perseverar; para poder entrar a la tierra prometida. Así como lo mereció Caleb y Josué. (Dt 1,36; 31,3)

La multitud seguía al Señor, sin entender; tampoco hoy muchos entendemos por falta de fe, y buscamos los signos engañosos que los hay por todas partes, donde será imposible conseguir resultados; y es cuando queremos que venga del cielo por milagro lo que nos falta, pero sin compromiso como iglesia, sin Cristo, sin Cruz, sin hacer, y lo peor, sin ser.

«Señor, danos siempre de ese pan.» Ya no con el sentido materialista de los judíos sino con fe verdadera, adheridos a ti Señor, para recibir la gracia de ser verdaderos miembros de tu iglesia, a caminar en pos de ti, y tu nos llevara al Padre; llevando nuestra cruz con tu ayuda, sin mirar atrás, pero si ver a nuestro lado a quien debemos ayudar y ser ejemplo para otros tantos; con fe y con servicio ayudados por Mamita María santísima; con tus dones, con tu poder y por tu misericordia Señor. Amen.


lunes, 23 de abril de 2012

¡Bendito seas, Señor, enséñame tus preceptos!


« ¿Qué tenemos que hacer para trabajar en las obras de Dios?» - Es fácil definir que para hacer primero hay que ser. ¿Hacer que? Y la respuesta del señor no podía ser otra mas concreta y corta, “Creer en aquel que Dios ha enviado.» A simple vista en ese entonces y hoy al parecer es muy fácil, ir a misa, no robar no matar, no hacerle mal a nadie; solo esto, impide madurar en la fe. Esto es muy importante pero la fe va más allá, esto nos estanca en una religiosidad cruda. El seguimiento de Cristo implica una cantidad de cosas que si las enumeramos tendríamos que analizar varios puntos de vista.

El seguimiento de Cristo es tal cual lo expresa la parte literal, pero nosotros queremos que Cristo cargue la cruz y nosotros ir al lado asistiendo a un espectáculo en un confortable vehículo, vemos al señor en su profundo sentimiento de amor en su pasión y nosotros queremos disfrutar de la finca, de mar y de todo lo apetecible. Y no falta quien diga, es que si seguimos a Cristo nos van a decir que somos fanáticos. Y el misterio de espíritu y verdad, no llega (Jn.4, 24). “Mi alimento es hacer la voluntad de aquel que me ha enviado y llevar a cabo su obra”(Jn.4,34), la salvación de las almas.

Esa religiosidad no lleva a la fe verdadera, queda en lo fácil a mi manera en mis cosas; por tal motivo viene cualquiera y nos enreda con cuentos y le creemos; o también, aparece la crus que ha de servir para Redención y nos echamos para atrás. Cuando se comprometa el sacrificio, el trabajo por los demás simplemente por amor, cuando aparezcan las calumnias, la persecución, el menosprecio en fin el camino de Cristo Redentor.

El Señor nos dice que debemos hacer la tarea, el trabajo que muchas veces no se puede ver. Hacer la voluntad de Dios es como darle la autorización a Dios para que sea El quien viva y obre a través de nosotros. Pidamos a Dios la gracia de hacer su santa Voluntad. Que se cumplan sus designios. Mis capacidades no son suficientes. Lo decimos en el Padre nuestro, “hágase tu voluntad – pero que difícil cuando yo siempre quiero es hacer mi voluntad, quiero solo lo personal. Es en María nuestra Madre celestial en quien vemos el mejor modelo de amor manifestado en obras de fe. Dios es el Rey y nosotros su hijos, El no ha muerto, ni morirá; no es factible la osadía de querer ser reyes.


sábado, 21 de abril de 2012

El Señor cuida de aquellos que lo temen


En el pasaje de ayer veíamos como Nuestro Señor Jesús, huyo de la tentación ante la falsa comprensión, antes se lo había propuesto el maligno y ahora se vale de la multitud con la misma propuesta; querían proclamarlo rey y quizá con la complicidad de los mismos discípulos, era su deseo que hubiese alguien capaz de liberarlos de los romanos. Y el Señor vino a liberarnos de algo peor, de la esclavitud del pecado, que causa la muerte eterna; a devolvernos la vida, a transbordarnos a un destino feliz.

No sabemos con que palabras el Señor Jesús les obligó a que partieran sin él y para colmo de los pensamientos de sus discípulos, lo ven caminando sobre las aguas y que había atravesado el mar por sus propios medios. Cualquiera puede pensar que este si es el que tiene que ser su rey. Además la gente que lo seguía fue a buscarlo porque no quieren dimitir de sus aspiraciones, pero el Señor los despidió dejándolos en ascuas.

Confundidos por sus pensamientos y deseos no logran darse cuenta de estas manifestaciones mediante las que Dios resaltaba el poder del espíritu sobre la materia, aun más, descubría el esplendor que irradia de la persona del Hijo, a pesar de su condición mortal. Al caminar sobre las aguas demuestra su señorío sobre las cosas creadas. También es prefiguración de su poder sobre el maligno, sobre el mar embravecido por el oleaje y la oscuridad de la noche. Nos asustamos no vemos caminar al Señor sobre el agua sobre el mal a lo cual nos dice acá estoy «Soy Yo, no tengan miedo.» nos llenamos de duda manifestada por carencia de libertad y de fe en Dios. Y mas tarde nos dice: «Confiad, yo he vencido al mundo» (Jn 16,33). Repetía Juan Pablo II, «No tengáis miedo» Es una evocación a abrir el corazón al Redentor, a reflejarlo en nuestra propia existencia para que con Él seamos valientes ante los embates de los enemigos de Cristo.


viernes, 20 de abril de 2012

La bondad del Señor espero ver


Atraída por nuestro Señor Jesús, por los prodigios que hacia, acudió una muchedumbre que en sus conciencias se mezclaba curiosidad, inquietudes, política, religión, necesidades. El Señor consciente de nuestra necesidad de alimento; y después de haberlos alimentado con el pan de la Palabra, decide alimentar a más de cinco mil multiplicando los panes y los peces y sobro. Varios textos afirmaban que en los tiempos mesiánicos el pueblo de Dios sería saciado. Esta muchedumbre saciada del pan espiritual y pan material, nos señala que Jesús es el Mesías esperado (Is 25,6; Ez 34,13-14; Jl 2,26).Dios da pan a su pueblo: Ex 16; Sal 72,16; Sal 81,17; Sal 132,15; 147,14. Lo que sale de la boca de Dios: Dt 8,3; Sab 16,26; Mt 4,4.

Es también, prefiguración la sobreabundancia de este único pan de su Eucaristía (cf. Mt 14,13-21; 15, 32-29). El agua convertida en vino en Caná (cf Jn 2,11) anuncia ya la Hora de la glorificación de Jesús. Manifiesta el cumplimiento del banquete de las bodas en el Reino del Padre, donde los fieles beberán el vino nuevo (cf Mc 14,25) convertido en Sangre de Cristo.

La expresión “pronunciar la bendición y partir el pan” significó muy pronto en la Iglesia naciente la Eucaristía. Sacramento mediante el cual, en ese pedacito de pan - don del Creador - en forma misteriosa el Señor se anonada y funde su cuerpo, su sangre y divinidad, se hace para nosotros pan de vida, sin que se agote (Jn 6,28-58), para quienes le escuchen y obedezcan; formándolos para construir un mundo de justicia y de pan compartido.

Esa multitud, aun mayor, es presente en nuestro tiempo, pero no acuden a quien multiplica el pan y los peces, se distraen atentos a tantas habladurías por doquier para distraer, desviar y desparramar. Para nosotros los católicos es un indicador de falta de conocimiento, falta de compromiso, falta de oración, se manifiestan matices de rivalidad, protagonismo y desconfianza; y al hacer la tarea, la asumimos como propia sin tener en cuenta la acción del Espíritu Santo, por lo tanto la misión produce pocos frutos, que en ocasiones desaniman. Y no me refiero solo a la cantidad sino a la calidad, al ver que continuamos en una religiosidad tibia, haciendo sin ser.


jueves, 19 de abril de 2012

Dichoso el hombre que se refugia en el Señor



Como leemos en la primera lectura, la iglesia fundada por nuestro Señor Jesús, es motivo para persecución, no es ajena esta ocurrencia en la actualidad incluso por parte de los mismos que de boca decimos que somos católicos; ante tal situación el sumo Pontífice nos invita a orar a ejemplo de Quien oro en Getsemaní, el jueves santo.

Debemos permanecer fieles al Señor y a su iglesia porque ha sido fundada con la autoridad de lo Alto que “esta por encima de todo”. Habrán muchos que piensan tener una razón diferente o parcial de lo que dice el Señor, porque estos son seducidos por la influencia de quien ya no pertenece a lo “alto” sino que ha sido expulsado y pertenece al mundo; quien es el padre de la mentira y la astucia; se vale de: – la ayuda de la totalidad de ángeles que le siguieron, y actúan de diversas maneras - de los que estamos en el mundo y que de una manera sombría le servimos, con ejemplo, acciones y la insinuación al mal – de los sentimientos concupiscentes del cuerpo de barro, este ha sido liberado con el bautismo pero quedan secuelas que se alimentan de lo que ofrece el mundo.

En el pasaje de hoy, podemos apreciar la manifestación total de la libertad donada, el creer o no creer no depende de circunstancias externas a la persona, el extravío se manifiesta siempre en forma insinuante y luego se va tomando poder violento. Pero en principio es la aceptación del bien o del mal de cada persona; y cuando ésta no tiene bases suficientes para discernir siempre estará expuesta a caer en el mal. Su alma le gritara en su interior al incurrir en lo malo, para que reconozca que en Dios esta la verdad y opte por el favor del Señor, que lo hace en el confesionario, de lo contrario seria una desobediencia y el desprecio a una oferta de su amor y “tendrá que enfrentar un juicio de Dios” con consecuencias funestas.

miércoles, 18 de abril de 2012

Proclamemos la grandeza del Señor


Jesucristo ¡”camino, verdad y vida”! (Jn.14,6), distraídos no vemos este aviso.

Quien obra mal, oculta lo malo y le pone un antifaz de bueno, pero sus resultados serán malos, ahí precisamente esta el engaño, la mentira y ya sabemos muy bien quien es el autor de la mentira.

Nuestro Señor Jesús nos habla del mundo, de esa cultura que vivía la gente completamente cerrada a la fe; no le escuchan a pesar de que había sido anunciado con anticipación. Pero también es nuestro mundo de hoy - al hombre en el mundo- que aunque haya cumplido Dios sus promesas y haya anunciado el porvenir, tampoco creemos, nos cuesta delimitar lo que el mundo propone y el seguimiento a Dios por la fe.

Ahora bien, El señor ha pedido al Padre por los que estamos en el mundo y se trata de permanecer con Él, vigilantes, amando al mundo pero como Dios lo ama, en procura de una corrección al bien para salvarlo, y no con entrega al mundo como propuesta al mal.

Todo lo que necesitamos saber para alcanzar la vida ya esta al alcance nuestro, pero el hombre se deja seducir y engañar, una vez entrado en el mundo de maldad, no camina hacia donde esta la luz de la verdad sino que prefiere ocultarse y ocultar sus actos malos, por temor a que la verdad en el sea descubierta, se auto justifica con cualquier pretexto y tarde o temprano tendrá un juicio por desprecio y desobediencia.

Entonces donde estará la clave, esta en el amor; servicio, comunidad, para salvación de las almas como proyecto de vida, que exige conversión permanente, para mantener una relación viva con nuestro Señor Jesús; para recibir del Todopoderoso la gracia – fuerza, capacidad, don, etc.- para hacer la obra que lleva a la santidad; de tal manera que no solo sea la salvación que lleva a la purificación, sino que logremos reparar en este mundo para lograr con la ayuda Divina el paso derechito al cielo.


martes, 17 de abril de 2012

El Señor es un rey magnífico


En la Biblia la misma palabra significa “espíritu” y “viento”: es el soplo de Dios; la acción del Espíritu Santo que escapa a la razón. El Señor nos manifiesta algo nuevo para el obediente introducido en la comunión con Dios, su vida entera será inspirada por el Espíritu Santo y será atraída por la perfección divina. El Espíritu Santo obra en el alma e inspira una nueva manera de pensar, de sentir, de amar, de obrar y su existencia misma. La nueva vida en el Espíritu comenzará a mostrar su rostro.

Este “renacer del Espíritu” exige que se haya reconocido el misterio del Hijo de Dios que vino a los hombres para sufrir, resucitar y luego ser fuente de salvación. El Hijo ha bajado del cielo, pero tiene que ser levantado. Palabras incomprensibles que nos invitan a mirar de frente lo que, en el plan de Dios, es más difícil de aceptar; la expresión ser levantado se refiere tanto a la cruz como a la resurrección. Por tanto el seguimiento de Cristo levantado nos lleva a la santidad, es quien nos devuelve la vida y recompone nuestra integridad, dándole dignidad y devolviéndonos la amistad para la eternidad con Dios.

Nuestro Señor Jesús es el único Revelador que ha bajado del cielo a comunicar la voluntad del Padre, a desglosar la verdad, a devolvernos la vida, a señalar el camino que conduce a la salvación. Es nuestra esperanza y en Dios no hay engaño.

Es la insignia de la cual no podemos apartar nuestra mirada. Sin embargo las criaturas humanas se dejan distraer con lo que propone el príncipe de este mundo, quien quiere vernos desgraciados como él lo será por su propia voluntad y soberbia.

Hubiese alguna evasiva si no hubiese quien nos mostrara el camino, pero el mismo Dios se hizo hombre y cargo sobre sus hombros el peso de la cruz, el peso de nuestra culpa, y su pasión no termina, a Dios le cuesta mucho las almas; y nosotros todos uno en Cristo, debemos poner nuestro aporte cargando nuestra propia cruz la cual será llevadera por la gracia providente.


lunes, 16 de abril de 2012

Lo que nace del Espíritu, es espíritu


Nuestro Señor sabia de Nicodemo, era representante del judaísmo; nuestro Señor Jesús, le hace caer en cuenta que no es conocimientos sino una renovación interior, lo que necesita, es el perdón del pecado heredado, la acción del Espíritu Santo y una permanente conversión, es el “nacer de arriba”. El Espíritu Santo obra en el alma e inspira una nueva manera de pensar, de sentir, de amar a las personas y la existencia misma. El creyente se siente a gusto con Dios y sin temor; Comprueba que su vida no la orienta tanto él mismo como otro que vive en él, y le es natural hablar de otra vida, la del Espíritu.

El que no renace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios” el alma entra en un estado de perfección, por obra divina. Es el Espíritu Santo es quien edifica para que como hijo de Dios, se abra al misterio de Dios, se disponga a permanecer, a perseverar y al cumplimiento de la misión con valentía.

Nicodemo era un hombre de reputación y no quería arriesgarla, posiblemente por eso procuro que no lo vieran. A nosotros cuando estamos alejados de Dios, también nos causa prejuicios el acercarnos a su Iglesia y a sus seguidores y mucho menos participar. Quizá por miedo a encontrar la verdad que no ha querido conocer, que lo va confrontar con sus intereses, su manera de pensar y sus sentimientos. Nicodemo llego en la oscuridad y salió de allí con luz para su alma, con la luz que no se oculta, con la luz que iluminaria su camino, siempre y cuando quisiera seguirla. Nosotros también recibimos esa Luz y es nuestra libertad seguir esa luz, el camino iluminado o caminar en sentido contrario que cada vez puede ser más oscuro.

El nacido humanamente de carne debe morir para renacer del Espíritu y para vivir y ser espíritu, nacido en el Bautismo, que lo normal seria que permaneciéramos en ese estado, pero viene la tentación que nos hace caer porque optamos por una cruz muy pesada y para eso vino Jesucristo, actuante en el tiempo, para cargar la pesada y darnos una cruz liviana, llevadera; y que cada vez que caigamos al pecado levantarnos a la vida, para un renacer de nuevo, en definitiva es Cristo quien nos da la vida. ¡Qué pérdida llegar al infierno con una cruz pesada, no llevadera, y desgraciada eternamente!


sábado, 14 de abril de 2012

No podemos dejar de contar lo que hemos visto



Al alba del primer día – la luz clave Pascual – día que no acaba, luz que no se opaca – los acontecimientos se van desarrollando entre la luz que quiere resplandecer en nuestras almas y la incredulidad del hombre. Entre el alejamiento desobediente y los dones de Dios y nuestra conversión, regreso de los discípulos de Emaús. Entre el reproche por nuestra dureza de corazón (“Me castigó, me castigó el Señor, pero no me abandonó a la muerte”), pero no nos abandona y la obediencia.

Luego nos exhorta a ser diligentes en la misión. Con su resurrección nuestro Señor Jesús empieza a participar plenamente de la gloria divina. Jesús es ahora Hijo de Dios-con-poder (Rom 1,4), y pide que creamos en su Nombre, o sea, en el poder divino que acaba de recibir y que actúa en él. Jesús resucitado ha recibido ese Nombre que supera todo otro nombre (Fil 2,9).

Por lo tanto nosotros somos sus siervos inútiles, pero ha de aflorar el ansia por las almas (Jn.4, 32) por encima de cualquier prejuicio – desde el poniente al occidente - a dejar la pereza, el relativismo, la indiferencia y el egoísmo, pues los demás son hijos de Dios y también merecen el rescate de la muerte para hallar la vida, es la mejor manera de glorificar y obedecer a Dios. Si el hombre por desobediencia se labro la muerte. El hombre por obediencia ha de ser liberado y vuelto a la vida, por la gracia que nos otorgó el Señor y la acción del Espíritu Santo, y la intercesión de la santísima Virgen, nuestra Madre celestial.


viernes, 13 de abril de 2012

Que el Señor, nuestro Dios, nos ilumine



San Juan, por su humildad y reconocimiento, tiene una manera particular para nombrarse “el discípulo al que Jesús amaba” y para expresar la sed de la vida eterna. Tratando de leer el pensamiento de los seguidores del Señor, todavía este día se asoman reflexiones de fracaso y desconfianza, la misión encomendada por el Señor como que todavía no es muy clara y deciden retomar su antigua labor de pescadores, oficio del que habían dependido anteriormente; pero amanecen con las manos vacías.

Pedro ante la manifestación del Señor se recompone más que sus vestidos, su pensamiento. Es cuando una vez más el Señor con su paciencia quiere completar su doctrina, quiere esculpir en sus almas y especial en Pedro, lo que le falta de obediencia y de fe. Por obra del Señor se produce nuevamente “pesca milagrosa a la derecha” los que hay que pescar están a la derecha; y El Señor los espera en la orilla para darles de comer. El pasaje de hoy tiene más significado que palabras; no tenían fuerzas para tantos que están a la derecha. Es lo mismo para nuestra actualidad no tenemos fuerzas para pescar hombres (Lc. 5, 10) además nos da pereza, indiferencia, es mas nosotros mismos no nos dejamos pescar; no ganamos el desayuno que tiene preparado el Señor para nosotros. 

 Es necesario pescar a los hombres que están en la profundidad y oscuridad del mar salado para llevarlo a la luz Cristo, verdad, camino y vida. La comunidad cristiana católica por falta de compromiso y sacrificio, pasa por situaciones incomodas porque el mal siempre quiere aparentar de bueno, pero la conducción es al abismo oscuro y sordo.

La cifra de 153 tiene seguramente un sentido simbólico difícil de acertar y es mejor no especular. Pero si, los que entren en la red, no importa su tamaño, esta no se romperá, significa que es la iglesia instituida y sostenida por el Señor, la iglesia católica que viene por imposición de manos desde ese mismo momento; y que los poderes del mal no podrán destruirla (Mt.16,18), porque nuestra Madre María estará en medio de ella, inspirada por el Espíritu Santo y quien dirige su rumbo es nuestro Señor Jesús.


jueves, 12 de abril de 2012

¡Qué admirable, Señor, es tu poder!



«Paz a ustedes.» Que no nos apartemos de la paz que proviene de Cristo. Se nos describe el asombro de los reunidos al manifestarse la aparición del que había sufrido el aparente fracaso en la crus, y ven que esta vivo – no cabe en la mente humana – da a pensar en una alucinación.

Tóquenme y fíjense bien”. Cuando estaba colgado en la cruz, me insultaban diciendo: "El que salvó a otros, no puede salvarse a sí mismo. Que descienda de la cruz y creeremos" (Mt 27,40). ¿Qué seria más difícil, descender de la cruz arrancando los clavos o regresar de los infiernos pisoteando la muerte? Yo mismo me salvé, y rompiendo las cadenas del infierno, les devolví la vida y subí al Padre. Nosotros hoy tampoco entendemos la magnitud de su obra salvadora.

El Resucitado aprovecha estos encuentros para aclarar el sentido de su misión: El Señor verifica lo anunciado por los profetas, (indispensable para comprender los acontecimientos que se están desarrollando) respecto de un salvador rechazado por los suyos, y que lleva sobre sí el pecado de su pueblo, incluido la violencia de la sentencia que lo llevo a la cruz.

El Salvador tenía que sufrir y la misión en su nombre invitando a la conversión, la cual debe proclamarse, para llevar al arrepentimiento y obtener el perdón de los pecados. Él nos salvó del pecado. Y el pecado es la falla desobediente y enorme inscrita en la historia humana, de la que todos nos hacemos responsables al cerrarse nuestra conciencia a la luz de Dios.

La conversión cristiana no es algo así como pasar de un bando a otro, de un grupo religioso a otro. Es un refundirse de la persona, la cual forma parte de una sociedad, de una historia. El mensaje de salvación incluye además la educación de las naciones para que descubran el plan de Dios sobre el hombre. Y “ustedes son testigos de todo esto”. Para predicar el Evangelio e invitar a la conversión que lleva a una fe autentica. “la fe en Cristo Resucitado transforma la vida, libera del miedo y da firme esperanza” (Benedicto XVI).

miércoles, 11 de abril de 2012

Cantemos al Señor con alegría



Estos discípulos (a no ser que se trate de Cleofás y su esposa María la madre de Santiago y José) regresaban a sus habituales ocupaciones, después de ver disipadas sus esperanzas. Esta manifestación de Jesús, enseña lo que será para los creyentes de todos los tiempos el reencuentro con Cristo resucitado.

Están desorientados y dispersos como ovejas sin pastor, en la misma situación en que se encontró y lo ve hoy al pueblo de Dios en la historia: tenían la seguridad de haber encontrado un salvador y todo terminó en un fracaso.

No lo podían “ver” ya no podía ser visto con los ojos del cuerpo. Esta nueva condición de plenitud de gloria del señor escapa a nuestros sentidos. Y que solo con la mirada a luz de la fe, es que podemos reconocerle presente y actuando en nosotros y en nuestro alrededor.

Este maravilloso encuentro da origen a la primera Eucaristía celebrada en la Iglesia. La Eucaristía comienza con las Escrituras leídas y comentadas y a continuación viene el pan consagrado y compartido. Y entonces se cumple el misterio de la fe: sus ojos lo reconocieron.

Es necesaria la experiencia de la fe para un encuentro personal y reconocer plenamente la presencia de Jesús resucitado; quien sigue actuando en medio de su pueblo, y allí no mas, en la puerta llamada la “Hermosa”, continua haciendo presencia hasta hoy y lo será hasta el final de los tiempos.

¿No sentíamos arder nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?» Estos discípulos habían desobedecido pero«Entonces sus ojos se abrieron» para contemplar al Señor glorificado. El regreso significa conversión, lo cual produce gozo y deseos de correr y contar su experiencia a sus hermanos, par decirles que verdaderamente el Señor esta vivo. Se habían ido para un lugar diferente a donde ordeno el Señor, tampoco comprendieron las Escrituras ni la doctrina del Señor, no es diferente nuestra situación hoy después de tantos años, se nos hace difícil la obediencia y la compresión de las cosas eternas solo nos inquieta lo temporal. La comprensión de la Biblia consiste en descubrir los hilos que unen los diversos acontecimientos y comprender el plan de Dios a lo largo de la historia.

martes, 10 de abril de 2012

Pónganse a salvo de este mundo corrompido



Después de la decepción viene el gozo, el Señor Resucitado se aparece para convencerlos de un hecho, para hacerles entender y a aceptar el misterio en el que Jesús ha entrado y en el que ellos deberán encontrarlo. 
Al tomar otra apariencia diferente a la vista el viernes a consecuencia de su martirio, su cuerpo ha sido restablecido; se hace el encontradizo como con los discípulos de Emaús y lo reconocen al partir el Pan. María lo reconoce cuando pronuncia su nombre; se manifiesta de una manera diferente al Maestro humano que habían conocido, para llevarlos al misterio por la fe, para llegar a tenerlo cada quien donde quiera que estén. Le buscan con un propósito diferente al que les había dicho, la creencia imperfecta aunque difunto se espera ver sus heridas, olvidando lo que pasaría al tercer día. (“¡Déjame!”); se suprime el contacto físico, espacial y temporal, y se da inicio a un vínculo de mayor intimidad. Se imaginan muerto al que ya había triunfado y Reinaba.

¿Cómo podían ellos asumir esa verdad que contradecía totalmente sus actitudes y juicios? Solamente la gracia y la fe, podía cambiar su pensamiento para poder entender lo que les había dicho anticipadamente.
« Subo al Padre mío y Padre vuestro» todo amor; y si lo queremos tocar debemos hallarlo a la derecha de Dios Padre, y si le decimos ¡Maestro!, vendrá a nuestra alma para abrazarlo y para ir a decirle a nuestros hermanos que verdaderamente el Señor ha resucitado y le hemos visto.

Los acontecimientos a partir de ese día domingo de Gloria, nos muestra el Señor su común y solidaria permanencia para que revisemos detenidamente su presencia, la vivencia y el compromiso por el Reino. Que apenas seria una manifestación de agradecimiento a quien tanto se esfuerza y sacrifica por nuestra salvación.
Al apóstol Pedro le dice la multitud, que herida en su corazón preguntan: “¿Qué tenemos que hacer, hermanos?”
A lo cual nos viene la mejor respuesta: haced lo que no hicisteis antes cuando el Señor les hablaba y en vez de escucharle le crucificasteis, arrepentíos, convertíos, creed en Jesús, bautizaos, incorporaos a su vida y tendréis la salvación, que vale para ustedes, sus hijos y todo el quiera acogerse al Señor, aunque este alejado por los peores pecados; “Pónganse a salvo de este mundo corrompido”.



lunes, 9 de abril de 2012

Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti.

Semana de Pascua:
La Iglesia se alegra con el misterio de la Resurrección de Jesús, el Cristo. Esta semana es como un solo día prolongado para celebrar con alegría este misterio que da sentido a nuestra existencia; es una bella manera de expresar que Jesús sigue actuando. Felices pascuas, que la resurrección del Señor nos afiance en la seguridad de la nuestra. Como fue la de Cristo, así será la nuestra. «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.(Jn.14, 6) Y que al final con El, encontremos toda la alegría de la Resurrección.

– Después de revivir con mucho recogimiento los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesús, meditemos un poco sobre lo que representa e implica para la persona de Jesús, y también para nosotros:

La pasión que vive el Señor es por el inmenso amor con que nos ama a todos. El amor prevalece sobre Cristo y en Cristo el Señor. El amor es para Cristo clavo, flagelo, corona de espinas. Pasión perenne. La Pasión que sufrió de parte de los hombres fue del momento. El dolor que siente nuestro Señor Jesús, es más fuerte y perpetuo al ver nuestro extravío desobediente; del Señor Jesús es tanto su amor como la reparación dolorosa e intercesora por nosotros ante el Padre, es un eterno presente, porque nos reconoce y ama como sus hijos…
Oh Jesús, se te hacen presentes todas las rebeliones de las almas, te ves por casi todas rechazado aquel, “Hágase tu Voluntad” lo que debía ser la vida de cada alma y éstas, en vez de encontrar la vida, voluntariamente optan por la muerte. Y Tú, con tu perenne pasión quieres dar la vida a todas y hacer una solemne reparación al Padre por la ingratitud de tus hijos. Y nos dices oren para que no caigan en tentación; miren cuánto he sufrido y cuánto les he amado, para que aprendan a amarme y a sufrir el dolor que redime, sólo por amor.

La muerte del Señor: Único sacrificio capaz de vencer la muerte por el pecado.
“Estarás conmigo en el paraíso” Esta afirmación nos tranquiliza sobre cuál será nuestra suerte al morir, a pesar de que no podamos saber qué será de nosotros antes de la resurrección. Según nuestra intención y proceder, aunque haya que hacer escala en el lugar de donde se saldrá mas tarde, no dejaremos de existir, sino que ya lo tendremos todo estando con Jesús que vino a compartir la muerte y el descanso de sus hermanos.
Muchos hoy día tampoco entendemos los misterios de la eternidad; y el Señor nos dice: «¡Qué poco entienden ustedes y qué lentos son sus corazones para creer todo lo que anunciaron los profetas! ¿No tenía que ser así y que el Mesías padeciera para entrar en su gloria?» (Lc.24, 25-26)
Como bien nos aconseja san Josemaría: “No es tarde, ni todo está perdido... Aunque te lo parezca. Aunque lo repitan mil voces agoreras. Aunque te asedien miradas burlonas e incrédulas... Has llegado en un buen momento para cargar con la Cruz: la Redención se está haciendo –¡ahora!–, y Jesús necesita muchos cirineos.”(San Josema ría)

La resurrección de Jesús crea una nueva humanidad. Recompone la amistad entre Dios y los hombres, y abre para éstos la fuente de la vida divina. Puede asomarse en muchos la idea de un “revivir” – de una reencarnación - de una inmortalidad del alama – o un recuerdo vivas de la persona de Cristo. O una iniciativa astuta.
El revivir, es lo que aconteció con Lázaro- para volver a morir. La reencarnación seria en un cuerpo distinto y el cuerpo de Cristo es el mismo. La sola inmortalidad del alma seria una resurrección a medias - es la entrada a la vida sin fin del Cuerpo del Alma y la Divinidad de Cristo - La tumba estaba vacía. O un recuerdo imprescindible; pero fue el encuentro con Jesús resucitado lo que suscitó en sus discípulos la fe en la resurrección, no al revés. Tampoco fue una inventiva, por estos acontecimientos los discípulos estaban tristes, miedosos, incrédulos, escépticos - Sólo un gran acontecimiento pudo cambiarlos, para reanimarles el entusiasmo por Jesús, como sus testigos.
639 del Catecismo: “El misterio de la resurrección de Cristo es un acontecimiento real que tuvo manifestaciones históricamente comprobadas como lo atestigua el Nuevo Testamento. Ya san Pablo, hacia el año 56, puede escribir a los Corintios: "Porque os transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se apareció a Cefas y luego a los Doce: "(1 Co 15, 3-4). El apóstol habla aquí de su experiencia viva de la Resurrección que recibió después de su conversión a las puertas de Damasco (cf. Hch 9, 3-18)”.

Señor, que nada ni nadie nos separe de ti, que con fe y con la razón carguemos nuestra propia cruz con la ayuda tuya, para que se haga mas llevadera. A ti que eres el único camino, luz y vida, te pedimos señor, también, en nombre de todos, por todos los integrantes de la iglesia purgante y nos unimos a los tantos que ya gozan de la Vida Eterna en el cielo, en un solo himno con ellos para dar gracias a Dios por todo lo que ha hecho y hace por nosotros y para cantarte con alegría “Gloria”. Amen.

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Y gracias a la buena noticia del ángel
que clamaba desde lo alto de la peña (Mt 28,2),
déjame oír el sonido
de la trompeta final que anuncia la resurrección.


De la tumba nueva y virgen
resucitas con tu cuerpo nacido de la Virgen;
te hiciste para nosotros primicia
y primogénito de entre los muertos.


Y yo al que el Enemigo ató
con dolor del pecado corporal,
dígnate librarme de nuevo,
como lo hiciste por las almas en prisión de los muertos (1P 3,19).

(San Nersès Snorhali (1102-1173)