sábado, 22 de diciembre de 2012

Proclama mi alma la grandeza del Señor


La cultura oral judía tenia normas utilices para memorizar todos los  acontecimientos que tenían que ver con Dios. Recitados pasaban de generación a generación sin cambiar palabras ni significado. Muy contrario a lo que nos ocurre hoy que difícilmente se emplea la mente, nos atenemos a lo escrito y lo que hace la tecnología.

"Mi alma canta la grandeza del Señor” mientras caminaba María con destino a su pariente santa Isabel, meditaba todos los acontecimientos, María se ve en el centro de la obra divina, también como un ejemplo al traer a su memoria las palabras en la Anunciación y recordaba las profecías, esto la motivo, (seguramente) para componer este magnifico cántico de fe, reconocimiento, agradecimiento, alabanza y esperanza en Dios. “la humildad de "su" esclava” puede pensarse que la fidelidad a Dios es de quienes son esclavos, en el sentido como nosotros lo vemos; quiere decir que quien rechaza la humildad tampoco puede acoger la salvación, ni exclamar con el profeta: “Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida” y “el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos”. (Mt.18,4). Por tal, el Magníficat puede también ser un programa de vida para el creyente. Si reflexionamos nos evoca a ver la obra y el cumplimiento de las promesas de Dios; pilar de nuestra fe, para hacer visible los valores del Reino de Dios; de igual manera nos mueve a la meditación para afirmar una vez más nuestro compromiso como seguidores de Jesús al estilo de María. Todavía con muy poca vigencia aun en nuestro pueblo católico.

Mientras los grandes y poderosos se esfuerzan por conducir la historia bajo los criterios del poder, del tener y de la fama, dejando a su paso, calamidad, marginados, excluidos, hambre, miseria y violencia; cuando ponen como base la injusticia y la muerte. Dios va realizando su acción en el mundo, a través de sus «obras sobrenaturales». María quiere levantarse ante la realidad del hombre de hoy, su cántico es revolucionario a favor de la justicia, la paz y la autentica libertad. Revolución ya empezada con la venida del Salvador y que continuará a lo largo de la historia, (cf. Lc. 6,20). Quiere poner en el corazón del católico lo que puede proclamar con sus labios y también lo que puede realizar con su esfuerzo de cada día, para hacer frente a los espejismos que propone el mundo y que de ninguna manera es lo que quiere Dios.


viernes, 21 de diciembre de 2012

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?


Al observar la actitud de María, dirigiéndose con prisa a la montaña, obedeciendo a una intuición profética. Con Dios humanado en su seno, lleva a cabo la primera evangelización, lleva a Jesús nonato a Isabel. !Por amor se hacen las cosas más grandes! Quiere compartir su fe y ofrecer su ayuda para testimoniar la manifestación del amor de Dios, también desea asegurarse de lo que ella había entendido en la revelación de san Gabriel. Allí hacen protagonismo, dos niños que aún sin nacer ya están llamando la atención, y el Espíritu Santo por medio de Isabel, quien se lleno de gozo, le dice: “bienaventurada tú, que has creído” le confirma y le bendice el fruto de su vientre; y le da el titulo de “Madre del Señor”. Es la manera cómo Dios actúa en la historia humana. Así lo entienden y lo manifiestan, con la proclama con que se dirige Isabel a María. Y es también lo que acredita María y lo expone en su canto, que la tradición consagró como el «Magnificat».

A nosotros nos deja la enseñanza de Creer, de ser dóciles a Dios para dejarnos amar, a que cumplamos su divina voluntad y a poner todo en sus manos y al servicio del necesitado, que es el medio que ha puesto Dios para hacer nuestra obra a Cristo. Al contemplar los misterios del santo rosario, después de la visitación viene el nacimiento de Dios hijo – Niño. Para nosotros como reflejo, ¿Si María y José, a partir de hoy, estuviesen buscando un lugar para alojarse, un hogar donde pudiera nacer el Niño Jesús, ¿elegirían tu casa, tu familia y todo lo que contiene y representa? O ¿Estará tan ocupado que no haya lugar, a imitación de todos los hogares de Jerusalén y de Belén, y que el Niño tenga que nacer en una pesebrera? Creo tener la razón, hoy muchos hogares estarán con afanes paganos. Esto motiva una exhortación, retomar la vida con una dimensión distinta, contrario a las propuestas del paganismo; retomar la vida con rectitud, sinceridad, con humildad y servicio por amor, para que haya justicia y paz.


jueves, 20 de diciembre de 2012

Del Señor es la tierra y lo que ella tiene


María y la Palabra. «María», símbolo de una porción de humanidad que pese a las situaciones históricas de marginación, rechazo y abandono; confía, espera y está abierta al querer divino. «La Palabra», Dios, que se pronuncia pero no en el «centro» donde todo parece que está dicho y decidido, porque viéndolo bien, Dios mismo ve que allí no hay cabida para Él; la Palabra que obra sin violentar la libertad del creyente, induce a una adhesión y aceptación gozosa de la voluntad divina. María no esta fuera de Dios y recae sobre ella las palabras de los profetas, que afirmaban que Dios sería acogido por la virgen de Israel.

María la llena de gracia, que es mucho más que la amada, la favorecida. A ella el ángel revela la identidad y la misión del hijo que va a concebir. Primero lo expresa con las imágenes del Antiguo Testamento con los anuncios de personajes famosos, después, cuando contesta a María, declara el misterio de Dios Trinidad. María lo llamará Jesús, que quiere decir Salvador. El Mesías, hijo de Dios: será grande, sin más, y no grande ante Dios como se dice de Juan Bautista (1,15). Gobernará al pueblo de Jacob, o sea, de Israel: (cf. Is 7,16; 9,6; Mi 5,2).

El texto dice: “Cómo puede ser esto si no conozco varón”. Conocer tiene aquí el sentido de tener relaciones. Para María las palabras del ángel significan que va a concebir inmediatamente, y ahí es cuando adquiere todo su sentido el título de virgen. Esta virginidad de María después de la concepción de Jesús, cabe recordar que “María siempre virgen” Porque la encarnación del Hijo es obra del Espíritu Santo, que penetra el alma como la luz pasa por medio del cristal, sin romperlo ni mancharlo. Se podría preguntar sobre las relaciones mutuas de María y de José, pero lo único cierto es que ella concibió en ese mismo momento por el Espíritu Santo. Todo se vuelve más transparente y entendible si se piensa que María ya se había reservado para el Único; para que en ella se realizase su alianza definitiva con los hombres, no puede pensarse que María volviera atrás hacia un amor humano, aun cuando fuera José, un perfecto siervo de Dios. Decisión extraña en la mentalidad judía y la nuestra, pero también es cierto que el Evangelio se ha manifestado en todas las épocas por decisiones nuevas y muy sorprendentes. A través de la historia los juicios eternos de Dios se han realizado gracias a la libre respuesta de aquellos a los que llamó.

EVA se cambia en AVE - Dios Hijo ha querido descender a la humildad para hacer la voluntad del Padre. Y no es en el valle donde se paseaba a la hora de la brisa para hablar con Eva, madre de nuestra desgracia; sino en la bienaventurada María, madre de la gracia de Dios. Tal como el Señor suele actuar, María que es la escogida para traer al Salvador al mundo. El acontecimiento más grandioso para la historia de la Humanidad. «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38). María quebranta su voluntad exponiéndose a las consecuencias humanas, no hace su voluntad. No es tan sólo un sí al mensaje del ángel; es un ponerse en todo en las manos de Dios, con integridad se dispone a hacer la voluntad de Dios, un abandonarse confiadamente a su providencia entrañable; este sí es permitir que Dios obre su divina voluntad ahora y en todas las circunstancias.


miércoles, 19 de diciembre de 2012

Que mi boca, Señor, no deje de alabarte


En esos tiempos poco se decía de los niños. Pero el Evangelio quiere contar la historia de Juan el Bautista, que aconteció en el tempo en medio del culto. Es quien va a marcar el fin de lo antiguo, tiempo de promesas y el cumplimiento con la venida del protagonista de la obra quien es nuestro Señor Jesús. Será el "más grande nacido de mujer". Es así como san Gabriel anuncia que Juan, “será grande ante el Señor. No beberá vino ni licor, estará lleno del Espíritu Santo ya desde el vientre de su madre y convertirá a muchos de los hijos de Israel al Señor su Dios; e irá delante de Él con el espíritu y el poder de Elías" para convertir los corazones de los padres hacia los hijos", y a los desobedientes a la prudencia de los justos, a fin de preparar al Señor un pueblo perfecto” Juan Bautista “estará lleno del Espíritu Santo ya desde el vientre de su madre” no será una reencarnación de Elías sino un profeta a su imagen. “Abrirá el camino al Señor”, como el heraldo que precede a su señor, a nuestro Señor Jesús.

Isabel no podía tener familia, aunque Zacarías había deseado un hijo, ya no lo esperaba. “Los dos eran justos ante Dios y caminaban intachables en todos los mandamientos y preceptos del Señor”; también pedía a Dios la salvación que había anunciado a su pueblo y el Ángel viene a decirle: “No temas, Zacarías, porque tu oración ha sido escuchada” el embajador le trae la buena nueva donde Dios le va a conceder ambas peticiones. Porque nada hay imposible para Dios.

Los “nazireos” del pueblo judío eran quienes se consagraban a Dios, separándose del mundo por algún tiempo, no se cortaban el cabello ni consumían bebidas alcohólicas. San Juan seria uno de ellos desde el seno de su madre hasta su muerte, como había sido el caso de Sansón (Jue 13,3). Seria además modelo de austeridad. Dios tiene su propia manera de hacer historia, no desde lo más «importante» para el mundo y la sociedad, sino desde los que no cuentan para nada ni para nadie. Dios quiere hacer el milagro por amor a nosotros, sus criaturas. Sin embargo por el medio en que vivimos se asoma muestra incredulidad, la desconfianza y falta de fe, falta de docilidad a Dios. Para muchos aun no creemos la venida del Hijo de Dios como la salvación del género humano. Con todo esto Dios quiere nuestro cambio, para no correr la suerte de la mudez de Zacarías.


martes, 18 de diciembre de 2012

¡Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente!


Jeremías se dirige a los pastores y guías de Israel que no habían cumplido su misión como lo exigía su oficio: en lugar de congregar, dispersaron; en lugar de apacentar, desparramaron; en lugar de salvar al rebaño de las fieras, ellos mismos fueron unas fieras que devoraron a las ovejas. ¡Ay de esos pastores que pierden y dispersan! Pero Dios prepara para su pueblo un pastor que cuidará de las ovejas. La imagen del verdadero pastor encarnada en Jesús de Nazaret la encontramos en Jn_10:11. “Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por sus ovejas

La cadena de generaciones finaliza, José es apenas es padre putativo y no tiene hijos propios. El nacimiento de Jesús es el último eslabón, no uno más, sino único, definitivo y extraordinario: un nacido de «virgen» preservada por Dios por obra sobrenatural divina. La maternidad de María no es obra de José, sino del Espíritu Santo. María estaba comprometida. En el pueblo judío esta situación era parecida al noviazgo de hoy, la diferencia era el respeto que se debían mutuamente y tenia una duración de un año o mas; la mujer seguía viviendo en casa de su padre y bajo su autoridad. Toda mujer debía pertenecer a un hombre, ya fuera su padre, su esposo, o su hijo, en caso de las viudas. Ahora bien, muchos sentimientos encontrados debieron pasar por su cabeza; uno de ellos, denunciarla públicamente; pero en principio quiere “repudiarla en secreto”. Como podemos ver en la lectura, en José acontece un sentimiento mas profundo, Dios había fundido en su alma el deseo de cumplir su divina voluntad, que hace en el la “vocación” al servicio del misterio de la salvación. Simplemente la paternidad adoptiva de José encubre y protege un misterio. Se convierte en el padre legal del hijo de María, iniciará su misión, con los cuidados y le pondrá por nombre Jesús, le colmara del amor paternal, hasta el fin de sus días.

Dios es respetuoso de nuestra libertad, María tenía la opción de aceptar o rechazar el plan de Dios. Igual José. Pero Dios conoce a sus criaturas vio en ellos la humildad; no solo pide permiso para que contribuyamos con sus planes, también nos da la gracia y la fuerza para hacerlo con heroísmo. Dios quiso hacerse uno como nosotros, necesitó unos padres; también necesitó el valor de sus padres quienes tuvieron que esforzarse para defender la vida del “pequeño Redentor”.


lunes, 17 de diciembre de 2012

Ven, Señor, rey de justicia y de paz


Jesús es hijo de Abraham, padre de los creyentes; también es hijo de David, tal como debía ser el Salvador prometido a Israel. Esta lista del linaje llega hasta José, que fue padre adoptivo de Jesús. Esta paternidad adoptiva era suficiente para que Jesús fuera, como José, “hijo de David”. En Lucas 3,23 se lee una genealogía más amplia de Jesús que se inicia ¡con Adán! Ambos documentos están indicando de este modo que el Salvador se hace la flor y el fruto de la raza elegida (Is 45,8). Jesús se arraiga en la humanidad al cabo de siglos de una historia marcada por la oscuridad del pecado y también por la luz de la esperanza.

Jesús la "Esperanza de las naciones" ¡Tú eres el esperado de las naciones! (cf.Gn 49,10) Los que te esperan no quedarán confundidos. Nuestros padres te esperaron; todos los justos, han esperado en y confiado en el Señor; y no han sido defraudados (cf Sal. 21,5)... El pasaje de hoy encontramos en la genealogía a reyes, profetas, prostitutas, militares, gente santa y no tan santa. Con ello quiere indicar de una forma didáctica que el evangelio de Jesús es de carácter universal, que está destinado a todos los seres humanos de todos los tiempos, y que la salvación es para todos sin ningún tipo de distinción. Con la seguridad de que el primer advenimiento traería el precio de nuestra redención, y la Iglesia espera segura que su segundo advenimiento que traerá la recompensa con poder, poniendo el fin del pecado; esta esperanza que sobrepasa todo lo terreno, para el gozo de sus promesas y sus bienes eternos.

Entramos en la celebración del advenimiento en la mayoría de familias y comunidades cristianas; y por tradición y resumiendo, estamos llamados a adoptar ante el Espíritu Santo el concepto de la docilidad. Ser sensibles a lo que el Espíritu divino promueve a nuestro alrededor y en nosotros mismos: los carismas que distribuye, los movimientos e instituciones que suscita y los afectos y decisiones que hace nacer de nuestra alma.

Reconozcamos el sentido verdadero de la novena a Dios niño bajado del cielo, quiso mostrarnos que siendo dueño de todo, no poseyó nada; ni siquiera un lugar digno ara nacer. Con ello nos quiere mostrar la humildad que debemos practicar. El humilde espera en el Señor, en el silencio de la Cruz: (Lc 23:28) “Jesús, volviéndose a ellas, les dijo: -Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad más bien por vosotras mismas y por vuestros hijos”. El Señor veía la vanidad y el modernismo de esta humanidad que transita en la oscuridad.


sábado, 15 de diciembre de 2012

Ven, Señor, a salvarnos


En la primera lectura del Eclesiástico (Sirácide), libro escrito por Ben Sirá (hijo de sirá) de nombre Jesús. Encontramos la figura del embajador de nuestro Señor Jesús, profetizada y tenida en cuenta por los judíos. Juan el Bautista, el que tenía que venir a preparar el camino. “e irá delante de Él con el espíritu y el poder de Elías" para convertir los corazones de los padres hacia los hijos", y a los desobedientes a la prudencia de los justos, a fin de preparar al Señor un pueblo perfecto” (Lc.1,17). Quien nos diría que todo lo esperado se ha hecho realidad en el presente en la persona de Jesús. La pregunta sobre Elías llega atraída por la visión del profeta en la transfiguración. Y pensando en una creencia popular, si Elías no ha vuelto aún, Jesús no es el Mesías. Y nuestro Señor Jesús identifica la persona de Elías con la del Bautista. “Elías ya ha venido y no lo han reconocido, sino que han hecho con él lo que han querido. Así también el Hijo del Hombre va a padecer a manos de ellos” (Mt.17,12). Elías no padeció la muerte, sino que fue arrebatado al cielo.(cf.2 Ry.2,11)

Varias veces Jesús anunció su muerte (véanse 16,21 y 20,17). En ningún momento la presentó como un accidente que podría contrarrestar sus proyectos. Jesús habla de sí mismo en tercera persona, “el Hijo del Hombre”, porque mira su propia suerte como desde fuera. Esta es la voluntad del Padre y él no se toma en cuenta a sí mismo. Jesús la deseó como el medio de dar gloria a su Padre y de reconciliar a los hombres (cf.Jn 17). Su propósito es acrecentar la fe de los discípulos a través de la contemplación de su victoria sobre la muerte; de este modo, se podrá asumir todos los requerimientos que debe adjudicarse el discípulo y seguidor de Jesús. También para superar la tentación de un mesianismo glorioso y fácil, lo contrario a un sistema político y nacionalista.

Que difícil para el hombre reconocer la divinidad de Jesucristo. Difícil de entender y de vivirlo por carencia de fe inteligente. Es necesaria una mirada nueva y un corazón nuevo para reconocerle y continuar por el camino trazado por Dios con generosidad, alegría y asumiendo la exigencia y la perseverancia con humildad.


viernes, 14 de diciembre de 2012

El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida


En la primera lectura, el profeta proyecta una mirada al pasado de Israel y el Señor le muestra el parecido a la perdida del paraíso y a la esclavitud de Egipto. Si hubieran obedecido, se habría realizado el deseo de Yavé de colmarlos de sus bendiciones y se habrían verificado las promesas de Dios. Vendrá pues, su nueva intervención como Redentor, sacrificio divino extensivo a toda la humanidad. “¿qué es el hombre, para que de él te acuerdes, y el hijo de Adán, para que te cuides de él?” (Sal 8:5) A manera de amonestación es para nosotros hoy muy actual, ya que ponemos nuestra mirada en cualquier cosa, le creemos a cualquiera por su elocuencia, seguimos dioses falsos, ideologías que nos alejan de la luz y la verdad, que nos hace torpes. Y no acatamos la sabiduría de Dios.

Nos dice san Pablo: (Rom 1:22) “presumiendo de sabios se hicieron necios” Instalados en un conformismo religioso no aceptamos a Juan que nos invita a la conversión, ni a Jesús, el amigo liberador. No queremos aceptar el reinado de Dios en nuestro ser, vemos como una carga el compromiso, la entrega, la obediencia, la fidelidad; no queremos concientizarnos de su grandeza, de su poder, de sus promesas y de su amor infinito. Le cantamos y le bailamos al demonio mudo y astuto personalizado en la falsedad, el escándalo, la dispensación y los vicios. De ahí la desconfianza, la desesperanza y la falta de fe.

Cuantos de nosotros hemos leído o escuchado los mismos pasajes del Evangelio de hoy y como que no nos dice nada, como que es para los demás. Donde esta la respuesta que debemos dar a nuestro Creador, a quien todo lo puede, a quien sostiene mi vida, a quien me da la gracia de todo bueno lo que acontece en mi y en los míos. Si bien es cierto que el Señor hoy amonesta la falta de fe, también es una realidad nuestra ingratitud con Dios. Si empequeñecemos (humildad) podremos acoger al “pequeño Dios” en este adviento, sin dejarnos contagiar del paganismo que distrae la verdadera esencia de este tiempo en que Dios quiere hace presencia en nuestro corazón.


jueves, 13 de diciembre de 2012

El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad


La aridez del desierto en nuestro caminar, la aventura al fracaso, la tristeza, el llanto, la desesperanza y, en fin, todo lo opaco y negativo que acompaña al hombre, parece aniquilarlo; pero si confía en el poder y la misericordia de Dios, su futuro se convertirá en otra realidad completamente distinta; Dios hace su obra sin que la percatemos y nos devuelve la esperanza.

Los cambios de lo negativo a la verdad, los cambios de la oscuridad a la luz, la conversión del pecador a la entrega a Dios para hacer su divina voluntad. Da pie a una lucha violenta, salir de un estado cómodo y pasar a la humildad que es completamente opuesto, requiere una violencia, se manifiesta una violencia en el ser. Como seres espirituales, la lucha y la violencia se da en forma espiritual. Imaginemos una persona acostumbrada a mentir, aun sin necesidad – y que quiere cambiar su manera, como opción definitiva – tiene por antonomasia que violentar su manera de ser, tiene que violentar su persona carnal, para dejarse moldear por la verdad que viene de Dios y es el Espíritu Santo quien obra allí, nosotros solos no lograremos erradicar los vicios.

Nuestro Señor Jesús nos habla sobre san Juan el Bautista, sus elogios resaltan la misión profética del embajador, como Elías contenido en la profecía. “Éste es de quien está escrito: "Mira que yo envío a mi mensajero delante de ti, para que vaya preparándote el camino". Y seguidamente lo exalta: “En verdad os digo que no ha surgido entre los nacidos de mujer nadie mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el Reino de los Cielos es mayor que él” En la tierra no hay uno mayor que el Bautista. Pero al mismo tiempo en que hablaba el Señor, sin embargo uno de los más pequeños ya instaurado en el Reino de los cielos, era mayor que éste.

Quería nuestro Señor hacernos caer en la cuenta que la salvación y pertenecer al Reino de los cielos, es lo mas grande, lo mas valioso e incomparable que puede acontecerle a la persona. Que las posturas del poder, del tener y de la fama, llevan a la soberbia y que no tienen ningún valor trascendente; las energías humanas provienen de lo terreno, de la oscuridad, de la falsedad. Dios y lo que El quiere para nosotros, es completamente distinto. “Esforzaos para entrar por la puerta angosta, porque muchos, os digo, intentarán entrar y no podrán” (Lc 13,24).


miércoles, 12 de diciembre de 2012

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?


Dios quiere que se narren los acontecimientos simples y sencillos de los pobres. En el presente pasaje se establece un dialogo ente dos mujeres, que a pesar del machismo, es publicado; la mujer no tenia protagonismo para nada. Los dos niños aun sin nacer de manera espiritual ya sostienen una compenetración divina. Muy distinto a nuestros días que la mujer tiene igualdad, pero que quiere matar a sus niños y se priva de la sutil intervención de Dios en sus vidas y en su vientre. Hoy ni la mujer ni el hombre permiten la presencia del Espíritu santo, porque tenemos machado ese aposento divino que El quiere habitar.

María madre celestial nuestra, por donación divina, es la plena de gracia, la preservada de todo pecado y conservada en la pureza, la bendita entre todas las mujeres, la bienaventurada por su fiat, con razón fue exaltada y para honor de las mujeres ha sido proclamada como Madre de la Iglesia. Nuestra devoción ha de ir más allá de unos sentimientos, pasando por la contemplación imitar sus actitudes y confiar en su divina intercesión para obtener la gracia para el combate espiritual para nuestra protección y salvación.

María recibe el título de “madre del Señor”. ¡Dichosa por haber creído!, porque esta fe era la única cosa que podía ofrecer a Dios y valía para él más que el mundo entero. «María se puso en camino» después que por obra del mismo Dios, se encarna la persona del Hijo, (Eucaristía divina, sobrenatural – primer altar), ella primero acoge a Jesús en su existencia y luego sale a llevar la buena nueva a Isabel la de avanzada edad. Encontramos la figura de María, como la primera apóstol misionera. Como podemos ser a imitación de nuestra santa Madre ser discípulos misioneros? Pues cada vez que acojamos a Dios en nuestro interior como don y podemos sentir verdaderamente el cuerpo de Jesús, oremos con los demás el magníficat, como oración revolucionaria, que revela la imagen de Dios, en forma diferente como la ven los opresores y los carentes de fe; y que no es un cántico de resignación. Es verdad que Dios interviene a favor de los humildes y marginados, pero sólo cuando nosotros con nuestro esfuerzo, con nuestra conversión, con nuestra lucha espiritual, hagamos propicia esa intervención.


martes, 11 de diciembre de 2012

Dios no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños


Dios nos ama con ternura particular a todas sus criaturas, con amor puro y mayor que el podamos sentir nosotros, al reconocer este divino atributo de Dios, apartemos y renunciemos a nuestra soberbia y dejémonos amar por nuestro Creador. A esto va dirigida la actividad precursora de Juan Bautista (Mar_1:3; Mat_3:3; Luc_3:4; Jua_1:23). La alegría más grande para los desterrados es saber que Dios mismo está preparando el regreso, que Él mismo allana el camino. Las obras de Dios siempre contienen la verdad, sólo la Palabra de Dios subsiste por siempre.

Nuestra sociedad esta imbuida de palabras, ¿cuál de tantas es la Palabra de Dios? Precisamente el Señor utiliza las comparaciones pastoriles para que nos confundan tanta palabra del presente, que no es otra cosa que la trama del engaño. Es el mismo Señor el buen pastor quien realiza la acción pastoril, rescatando, pastoreando y acompañando. (12-14).- (cf. Jn.10, 7-18). También, la imagen del pastor y su rebaño ha sido fuente de inspiración de muchos. (cfr. Jer_23:1-6; Ez 34),

Es Dios quien va en búsqueda de la oveja perdida. Por tanto no es un Dios excluyente. Quienes despreciamos su ofrecimiento amoroso, por libertinaje, somos nosotros. Dejar las noventa y nueve ovejas para ir en busca de la perdida hasta encontrarla, cargarla sobre sus hombros, alegrarse por su encuentro y participar su alegría para que haya fiesta en el cielo. Amar a la persona perdida no es dejar de amar a las otras que están en fidelidad, sino garantizarles amor si llegaran a perderse, signo de perdón y de comunión. Pero tampoco se queda su acción solo en el saber que le despreciamos su ofrecimiento, siempre espera, una y otra vez espera a quien ha de regresar para colmarlo de amor. (cf. Lc.15, 20)

Como cristianos católicos, como testigos de Cristo debemos concientizarnos que la fraternidad, el apostolado y el pastoreo se construyen desde la paternidad de Dios, que nos impulsa a ir en busca de la persona extraviada, incluso la perdida – la engañada. Que no es algo propio, ni para gloria personal, sino que estamos cumpliendo la voluntad del Padre que «no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños» (14). Siempre se corre el peligro que alguien se vaya extraviando hasta perderse, lo vemos después de la primera comunión, de la confirmación, del matrimonio, del orden (…) (¡que responsabilidad tan grande esta sobre nuestros hombros¡ - ¿donde puede quedar nuestra fe?)

…..
"Vuestro Padre que está en los cielos no quiere que ni uno de estos pequeños se pierda". Tú, Señor, me sacaste de los lomos de mi padre; tú me formaste en el vientre de mi madre; tú me diste a luz niño y desnudo, puesto que las leyes de la naturaleza siguen tu mandatos.
Con la bendición del Espíritu Santo preparaste mi creación y mi existencia, no por voluntad de varón, ni por deseo carnal, sino por una gracia tuya inefable. Previniste mi nacimiento con un cuidado superior al de las leyes naturales; pues me sacaste a la luz adoptándome como hijo tuyo y me contaste entre los hijos de tu Iglesia santa e inmaculada.
Me alimentaste con la leche espiritual de tus divinas enseñanzas. Me nutriste con el vigoroso alimento del cuerpo de Cristo, nuestro Dios, tu santo Unigénito, y me embriagaste con el cáliz divino, o sea, con su sangre vivificante, que él derramó por la salvación de todo el mundo.
Porque tú, Señor, nos has amado y has entregado a tu único y amado Hijo para nuestra redención, que él aceptó voluntariamente, sin repugnancia; más aún, puesto que él mismo se ofreció, fue destinado al sacrificio como cordero inocente, porque, siendo Dios, se hizo hombre y con su voluntad humana se sometió, haciéndose obediente a ti, Dios, su Padre, hasta la muerte, y una muerte de cruz
”. (San Juan Damasceno.- 675-749)


lunes, 10 de diciembre de 2012

Hoy hemos visto cosas admirables


Se puede apreciar la interrelación del auditorio que escucha a nuestro Señor Jesús, toda la nación judía está aquí representada. Aquí se va a definir la distancia que existe entre la actividad de Jesús y el papel de estas autoridades del judaísmo. Se va a manifestar el poder de Dios; y se da a conocer como el Hijo del Hombre que tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados, una atribución que es exclusiva de Dios según la doctrina de los fariseos y letrados. Precisamente por esto va a ser el inicio de las contradicciones y ataques; confrontación que terminará con la cruz.

El pasaje de hoy nos hace ver cosas sobrenaturales y extraordinarias, restaura y salva; imposible para las capacidades humanas. El Verbo de Dios ha venido a habitar en el hombre, el querer de Dios ha sido depuesto; podemos comprender la manera significativa y su rechazo. Tampoco es ajeno en nuestro tiempo el rechazo del bien y se da como bueno lo que es malo. Rechazamos a quien viene a hacer el bien a toda la humanidad, ¡que ironía y que desagradecidos! Para Jesús el camino de la cruz tiene su origen en el momento mismo en que comienza a poner en marcha los efectos concretos del año de gracia del Señor y que revela los alcances de la fe.

Tanto el paralitico como los que intercedían por el albergaban en su corazón la fe, ponían toda su esperanza en que el Señor sanaría la parálisis de quien seguramente era muy querido por los suyos, de manera que podemos apreciar, también, que la fe va de la mano del amor y de la misericordia. En efecto, es el mismo Señor quien salva a los hombres, puesto que éstos no pueden, de ninguna manera, salvarse a sí mismos... El profeta Isaías dice: “Fortaleced las manos débiles, y consolidad las rodillas que flaquean. Decid a los pusilánimes. “¡Cobrad ánimo, no temáis! Aquí está vuestro Dios, llega la venganza, la retribución de Dios. Él vendrá y os salvará”(35,3-4). Aquel que solo piensa en lo material con fe humana, no le basta; falta la fe divina. Lo material descrito como prosperidad, felicidad y como integridad física, debe estar acompañado del progreso espiritual; que lo capacite para caminar cargando su cruz por el sendero que ha trazado Dios.


viernes, 7 de diciembre de 2012

Aquel día los ojos de los ciegos verán


La profecía de Isaías va cumpliéndose en quienes alcanzan la conversión y maduran en la fe, en medio de la injusticia promovida por quienes incumplen la práctica los mandatos del Señor “Aquel día los sordos oirán las palabras del libro, y, desde la oscuridad y las tinieblas, los ojos de los ciegos verán.” Porque tanto en su época como la primera venida del Señor y lo será en la futura y definitiva, se cumple este mensaje esperanzador para quienes aún confían en el Dios. Sin embargo, es y seguirá siendo signo de contradicción: (19) “Los humildes aumentarán su alegría en el Señor, y los más pobres exultarán en el Santo de Israel.” los fariseos de siempre, ciegos de profesión, se confirman en su ceguera: «expulsa demonios con el poder del jefe de los demonios»

La escena de hoy, dos ciegos que se le acercan llenos de fe y con el corazón esperanzado. Habían oído hablar de Él, de su ternura para con los enfermos y de su poder. A pesar de su ceguera fueron capaces de ver los trazos que le identificaban como el Mesías. ¿Quién mejor que Él podría hacerse cargo de su desgracia? Y nuestro Señor Jesús quiere mostrarnos el significado de la fe. Es triunfo de la esperanza, todo su ser se ha abierto a Dios, al mismo tiempo que acepta lo esencial de la verdad divina. Observemos como antes de que los apóstoles pusieran a punto las condiciones y el valor de la verdadera fe, Jesús ya la había comprobado entre mendigos harapientos. La obra y la ciencia de Dios superan todo lo humano. En este tiempo de Adviento es propicio para la oración, para la conversión, para despertar nuestra fe en nuestro Dios que todo lo puede, tiempo de ver, de creer para lograr ser.

Toda sanación puede tener un significado que va más allá del hecho físico. Hoy hay muy pocos ciegos físicamente, pero muchísimos más ciegos espiritualmente, debido al medio en que estamos viviendo; se ha puesto frente a nuestros ojos cantidad de sensaciones pasajeras que impiden ver y ser fieles a lo sobrenatural. Por eso hoy el Señor no trae como mensaje central la fe. Si vemos las obras de Dios, su amor por nosotros y sus promesas, se encenderá en nosotros el chispazo de la fe, la cual se acrecentara con otros requisitos que debemos cumplir, hasta alcanzar una fe madura, que será el motor para nuestra vida cristiana.


jueves, 6 de diciembre de 2012

Quien cumple la voluntad del Padre entrará en el Reino de los cielos


Pensando en la navidad - San Nicolás de Bari,(Turquia) obispo, asistió al concilio de Nicea. Desde niño se caracterizó porque todo lo que conseguía lo repartía entre los pobres. Repartió todas sus riquezas heredadas, entre los pobres. Por haber sido tan amigo de la niñez, en su fiesta se reparten dulces y regalos a los niños, y como en alemán se dice "San Nikolaus", lo empezaron a llamar Santa Claus, y en Francia en el tan popular Papá Noel, siendo representado como un anciano vestido de rojo, con una barba blanca, que pasaba de casa en casa repartiendo regalos y dulces a los niños.

Roca y arena. Los que creen tener suficiente fe resultan siendo pesadilla para quien quiera conducirlos a una fe divina y autentica (cfr. Jr 23 - Ez 13, … ). Estos que dicen estar viviendo una fe profunda, pero en parte equivocada, con bases frágiles, y querrán trasmitir sus escasas experiencias para confundir, para llevar a la duda y la desconfianza, a una fe puramente humana; por el agite de la vida cotidiana que impide ver y contemplar la obra permanente de Dios. Precisamente esto es lo que se ve hoy día a puertas del anticristo (1 Jn 2). Por tanto no es cuestión de doctrina correcta, de ortodoxia (rectitud), sino de Ortopraxis (hecho, acción, práctica) y antes de ella va la oración en el silencio del alma con Dios.

“Muchos me dirán aquel día...” Ya sea en la predica o el hacer milagros, estos dones para bien de la comunidad, y que El Espíritu Santos los mantiene o los quita de acuerdo a nuestra conducta e intensión; pero no indican necesariamente que tengamos asegurada la salvación, no es el fortín de la gracia de Dios. La fe que nos salva actúa mediante el amor, que nos lleva al cumplimiento de la voluntad de Dios, que se refleja en nosotros como humildad y acción gratificante. (cf. Ga.5,6. y Sg.2,8)

Para que no llegue la ruina sobre nuestra casa debemos poner como fundamento solido las enseñanzas de Dios, para vivir el día a día de acuerdo a su divina voluntad, en medio del mandamiento del amor actuante. Para el éxito en la cotidianidad, esta debe contener una revisión consciente: del agradecimiento, de la obediencia, de la acción, del error (…), (conversión) para obtener una victoria en la batalla sobre nosotros mismos, y la sumatoria nos va llevando al triunfo de la guerra espiritual.


miércoles, 5 de diciembre de 2012

Habitaré en la casa del Señor toda la vida


Nos habla Isaías de su visión profética sobre la misericordia de Dios contenidos en su iglesia, para gozar de su bondad. Y anuncia un banquete en los nuevos tiempos donde estarán presentes los que han perseverado en medio de todos los pueblos. Por otra parte estarán los que se desviaron y como fin del mal se anuncia el castigo, como se puede ver en el capitulo 17 del Apocalipsis.

Como a orillas del mar de Galilea, Dios continua haciendo milagros, “signo” por el cual Dios nos descubre su amor y el orden invisible del mundo; un “prodigio” que desconcierta nuestras seguridades, una “obra” que sólo Dios puede realizar; son las obras de la mano de Dios, en sus criaturas a quienes no abandona, “llevan tres días conmigo y no tienen qué comer” ¿pero que darle a esa cantidad de gente, allí donde no hay suficiente ni se puede comprar? Dios es quien lo puede todo, nos lo ha demostrado en millones de veces, a pesar de ello no tenemos fe, dudamos, desconfiamos y mas bien hacemos caso a la voz perturbadora que nos dice: “seréis dioses” valiéndose por si mismos, en ti esta la energía y su poder. (Soberbia – nueva era). Y esto no va solo a los ateos y los protestantes, también toca a los cristianos y con mas persistencia a los católicos congregados y consagrados.

Mas que milagro es para los hombres y mujeres necesitados de todos los pueblos y de todos los tiempos para quienes el reinado de Dios trae la liberación definitiva. Ala vez que nos hace ver el sentido de la misión de llevar a otros a recibir la misericordia de Dios. También ellos, al igual que la muchedumbre judía, es el llamado a participar del banquete mesiánico, simbolizado en la abundancia del pan ofrecido y repartido. Quiere convocar a todos a sentarse a la mesa del Señor como una sola comunidad de hermanos y hermanas sin distingo por prejuicios humanos.

Este Dios hecho hombre, que todo lo puede y que nos ama apasionadamente, y a quien necesitamos en todo y para todo. Quiere hacernos caer en la cuenta que también nosotros debemos sentir compasión por los necesitados “no quiero despedirlos en ayunas”. Necesitados del alimento para el fortalecimiento físico y el espiritual vital para la vida. Nuestro Señor Jesús quiere apoyarse en nosotros, y del valor que tiene todo lo que hacemos para Él en el hermano, porque después de todo las leyes naturales, que son sombra de la sabiduría, del orden y de la justicia que hay en Dios, no excluyen en ningún momento la libertad.


martes, 4 de diciembre de 2012

Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente


Isaías nos presenta este poema que anuncia al Mesías, con la descripción de sus rasgos visibles: descendiente de David; estará lleno de espíritu profético, describe la plenitud de los dones del Espíritu Santo; implantara la justicia y la paz entre los hombres y con la naturaleza. Nos indica la acción del Espíritu Santo dador de vida, que desde siempre ha inspirado en los hombres y como muestra están los profetas, los santos y la conducción de la Iglesia. Nos muestra, además, que los planes de Dios, los quiso llevar a cabo basado en el amor y la misericordia pero que los hombres no la han querido acoger. El pueblo escogido esperaba una tierra prometida, pero su comportamiento los llevo a dar muchas vueltas; Después de Isaías el pueblo espera un Mesías y se lo figuraron a su manera. Pero Dios continuara su empresa y para ello vendrá el Hijos del hombre a imponer su justicia para acabar con el mal. Entonces vendrá un mundo de paz y de justicia entre los hombres en medio de la naturaleza y su morada y convivencia con el hombre será gloriosa.

Sólo los «pequeños», Los pequeños por la humildad. El arrogante considera que no debe nada a nadie. Los humildes no tienen la pretensión de condicionar a Dios ni exigirle que actúe según los intereses personales o de grupo; sólo los humildes y sencillos están capacitados para captar y entender y de aceptar a Jesús. “Muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis ahora” entremos en el contexto, después del regreso de los enviados al rescate de las almas, vienen a narrar como el poder de Dios se había manifestado, lo cual nos deja ver que la lucha espiritual es ganada por Dios, esto llena de gozo a Jesús y por eso exterioriza su alegría a través de estas palabras de alabanza al Padre.

Dios Hijo se hizo pequeño para darnos su grandeza; vino a caminar con el hombre para que caminemos en pos de El; se nos entregó, con el fin de que nosotros nos entregáramos a él; vino a demostrarnos su amor, para que viviéramos el mandamiento del amor; entrego su vida para que tuviéramos vida en El; (…). Pero el hombre se resiste a caminar con Dios.

Señor dígnate acoger nuestra humilde entrega y oración y que tu misericordia supla la extrema pobreza de nuestros méritos y concédenos humildad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


lunes, 3 de diciembre de 2012

Vendrán muchos de oriente y occidente al Reino de los cielos


La petición del centurión (jefe de cien hombres del ejército romano) deja en evidencia que no ve en Jesús a un curandero sino a uno que detenta un poder divino. Aquí sin embargo Jesús habla de la entrada de los paganos al banquete de los resucitados. Y condena a los hijos de Abraham que pensaban que, debido a los méritos del padre, ninguno de ellos se perdería. Para nosotros, muchos piensan que solo por el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo, no se perderán. Pero no basta vivir en el pensamiento del amor, el mandamiento del amor es para vivirlo dejándonos amar por Dios y llenándonos de El, para poder amar a nuestros semejantes aunque tengamos que perdonarlos infinidad de veces, y amarnos nosotros mismos hallando el perdón de Dios. De otra manera habrá en nuestro ser matices de soberbia que nos hace injustos, ofensivos y engañadores.

Cuando nuestro Señor Jesús hace obras está haciendo presente el reinado que lleva consigo la liberación de toda la persona y de todas las personas. Esa y todas sus obras es lo que nos permite afianzarnos en la fe, la confianza, la esperanza, a ser agradecidos y a trabajar por la dignidad y la justicia humana. La obra de Dios nos lleva a la fe y a partir de allí, mediante la gracia podamos controlar nuestros sentidos negativos, para darnos cuenta de nuestras limitaciones y nuestra dependencia de Dios.

Las obras del hombre siempre quedaran cortas si no van acompañadas de la gracia de Dios, todos los sistemas y obras humanas fallan; lo de Dios no falla. La sagrada Escritura esta llena de obras de Dios, pero también hay muchísima obra de Dios que no esta escritas y ni siquiera reconocidas. Porque nuestros ojos esta ciegos y nuestros oídos sordos, de ahí nuestra poca fe y el mucho pecado.


sábado, 1 de diciembre de 2012

Estén siempre despiertos, para escapar de todo lo que está por venir


Hoy finaliza el tiempo ordinario e inicia el adviento. Preparación para el nacimiento de Dios Niño en nuestros corazones. El Señor nos quiere disponer en vigilancia y oración, a manera de prevención para no caer en la cultura del paganismo, la apatía o la desesperanza. Bien sabemos hasta donde ha llevado a la humanidad las preocupaciones de festejos con achaques porque se termina el año o por que viene el nuevo; solo “mirando” sin visión sobrenatural, pasando por un lado los tiempos de Dios, la fe, el mandamiento del amor, el compartir, el dar gracias y el culto a nuestro Creador. En otras palabras vivimos ignorando que somos seres con alma y espíritu; que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, en cuanto a nuestro espíritu y la inmortalidad. Vigilar orando en familia, en comunidad y la personal en todo tiempo, a fin de que “podáis evitar todos estos males que van a suceder” con fe, esperanza, revisión de vida, fin de obtener la protección divina, resistir al engaño y escapar del error. Vigilar y orar... La misma indicación que les dio a sus Apóstoles la noche en que fue traicionado.

El Señor nos habla de la embriaguez, todos necesitamos en un momento dado salir del cuadro cotidiano para embriagarnos de algo. Pero siempre nos debemos embriagar de Dios; ¿si no te embriagas de Dios con que te estas embriagando? Ambiciones, ídolos, vicios, fama, poder. Dios es dueño de todos y de todos, a El le debemos la vida y el poder vivirla. Si nos embriagamos de algo que no sea Dios puede suceder que el día menos pensado “sobrevenga de improviso sobre vosotros, porque caerá como un lazo sobre todos aquellos que habitan en la faz de toda la tierra.” Con criterio cristiano debemos discernir para optar por los designios de Dios, con actitudes coherentes con el Evangelio que profesamos.

"En la tarde de esta vida, compareceré delante de vos con las manos vacías, pues no os pido, Señor, que contéis mis obras. Todas nuestras justicias tienen manchas a vuestros ojos. Quiero, por eso, revestirme de vuestra propia Justicia, y recibir de vuestro amor la posesión eterna de vos mismo. No quiero otro trono y otra corona que a Vos, ¡oh Amado mío! A vuestros ojos el tiempo no es nada, un solo día es como mil años; podéis, pues, prepararme en un instante, a comparecer delante de vos..." (Sta. Teresa del Niño Jesús)


viernes, 30 de noviembre de 2012

La fe nace del mensaje, y el mensaje consiste en hablar de Cristo


Pablo utiliza el método de discusión de los judíos de su tiempo. Discurre por el filo de la Palabra y encuentra varias vertientes de pensamiento, la fidelidad en el cumplimiento de los mandamientos, la valoración de la gratuidad del don de Dios para la salvación universal, el reconocimiento de la obra de Dios que da pie a la fe, y todo el contexto de la Biblia vista como una pedagogía integral de la verdad y el deber de la misión apostólica. “Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, del mensajero de la buena nueva que anuncia la salvación, del que anuncia a Sión. «¡Reina tu Dios!». (Is. 52:7)

Nuestro Señor Jesús elige y llama a los primeros discípulos. La respuesta es rápida e incondicional y le siguen. Es el modelo que se aplicara por siempre. Dios llama por el nombre y estos han de hacerse sus seguidores incondicionales para la misión apostólica, para el anuncio que Dios esta en medio de nosotros y que nos ama con un amor sin igual, que quiere para nosotros la vida eterna junto a El, para disfrutar de su banquete con gozo y alegría perpetua.

Dice el Señor «los haré pescadores de hombres» En medio de nuestra cotidianidad pero como cosa primordial y permanente, ya no son importantes los pescados con la red hecha a mano; como buenos pescadores, es tomar la red divina para atraer a la humanidad al redil del buen Pastor. La aceptación debe ser con decisión, siendo conscientes de las dificultades y contrariedades “Me sedujiste, Señor, y yo me dejé seducir. Fuiste más fuerte que yo, y me venciste. He llegado a ser un hazmerreír todo el día, todo el mundo se burla de mí.” (Jer.20:7s) Pero que la paga es mayor a cualquiera que podamos imaginar, sin embargo tratamos de hacer las dos cosas seguir la ambición del lucro de la pesca por nuestras fuerzas y lo que propone el mundo y a la vez seguir a Dios. “Nadie puede servir a dos señores” a la vez (Mt.6,24). A todos nos pasa cuando el seguimiento de Dios no es una decisión, cuando sobrevienen las pruebas tratamos de hachar pie atrás. “Nadie que pone su mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios.” (Luc 9:62) Porque la situación apremia, “la mies es mucha, pero los obreros pocos”(Mt.9,37). Es necesario ganarle la pelea espiritual al diablo. “Porque si evangelizo, no es para mí motivo de gloria, pues es un deber que me incumbe. ¡Ay de mí si no evangelizara!” (1Co.9:16).


jueves, 29 de noviembre de 2012

Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero


Los comentarios con relación a las profesáis escatológicamente habrá que ponerlos bajo ciertos criterios, puesto que no es lo mismo para un niño de siete años, para un joven o para un adulto mayor, además hay diferencias por el estado de cada quien. Solo a la luz que proviene del Espíritu Santo se pueden entender las cosas por venir, las cosas eternas. De manera que lo importante es permanecer y perseverar mediante la gracia concedida por Dios.

¿Que hacer? una verdadera conversión, con revisión de vida diaria, con decisión, con un permanecer despiertos para no caer en los engaños, que en muchos casos es por la ignorancia de los que nos rodean, (2Co 11,14-15: “Y nada tiene de extraño, pues el mismo Satanás se transforma en ángel de luz. Por tanto, no es algo extraordinario que también sus ministros se transfiguren en ministros de justicia. Su final será según sus obras”. Aunque nos tilden de fanáticos confiemos siempre en Dios. El con sus obras ha demostrado ser quien es, por sus obras tenemos la certeza de la fe, la cual también debemos pedirla para poder entender y vivirla. Esto nos ayuda en la corrección de nuestros sentimientos, nuestras preocupaciones y a vivir en la alegría de sentirnos hijos y amados por Dios.

La gran tribulación. Nos dice Apo 3:10: “Porque has guardado mi mandato de perseverar, yo también te guardaré a la hora de la tentación que va a venir sobre todo el mundo, para probar a los habitantes de la tierra.” La exención exhibida no es del daño en o a través de la hora de la prueba, sino del mismo período de tiempo (de la hora) que dura la prueba. Tampoco es la remoción de la escena de este mundo, quiere decir que serán guardados del mal y de la tribulación mientras pasa el periodo de la misma. Dios acortara el tiempo para salir airosos y vivir de la liberación providente. “Cuando comiencen a suceder estas cosas, erguíos y levantad la cabeza porque se aproxima vuestra redención.”



miércoles, 28 de noviembre de 2012

Todos les odiarán a causa de mi nombre, pero no se perderá ni un cabello de su cabeza


Mientras los elegidos cantan, el mundo debe prepararse para recibir el pago de sus injusticias.
Nuestro Señor Jesús pone sobre la palestra situaciones que debían y deben acontecer a manera de prefiguración y para dar ejemplo, para que sirva de referente frente a los acontecimientos por venir. Siempre ha sido así y lo será hasta el fin del mal y a partir de ahí será algo completamente distinto, en paz y alegría, sin sobre saltos.

El verdadero signo, el que importa en el plan de Dios, es el conocimiento y la disposición por amor como buenos discípulos para proclamar el Evangelio al mundo entero, (He 13,47). La siguiente prioridad es que nos preparemos para no dar crédito a las falsas alarmas de charlatanes o falsos mesías, y para soportar la violencia y la persecución por parte de los enemigos del Evangelio del reino; así lograremos la oportunidad magnífica de dar testimonio, sin prejuicios, sin miedo, aunque parezca injusto o una derrota “Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá.

Se vislumbra lo justo y la cruz de acuerdo al juicio de Dios, que es por la entrega, el esfuerzo y las pruebas como se alcanza la recompensa del cielo. “Los que compiten se abstienen de todo; y ellos para alcanzar una corona corruptible; nosotros, en cambio, una incorruptible.” (cf 1Co 9,25). - “Al que venza le concederé sentarse conmigo en mi trono, igual que yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono" (Ap 3,21).

Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas” Sentencia incisiva de nuestro Señor Jesús, la perseverancia requiere de la fortaleza pedida y donada, es lo que nos habilita suficientemente para sobrellevar con alegría las contradicciones. La perseverancia dispensa libertad al ceder la posesión de sí mismo mediante el amor. Con la perseverancia en dejarnos amar por Dios para poder cumplir el mandato divino “que os améis unos a otros” (Jn. 13:34); pero como vemos no leemos ni escuchamos bien, porque lo que se encarno y se aplica es – armaos unos contra otros.


martes, 27 de noviembre de 2012

Que todo se alegre ante el Señor


Los oyentes de Jesús creían firmemente que la morada de Dios en su templo único de Jerusalén era fundamental para el orden del mundo, y no podían imaginarse tal destrucción. Ni en su época ni ahora entendemos que el verdadero templo que Dios quiere para El es nuestro templo particular donde quiere morar. Pero el hombre quiere poner en su templo a ídolos de toda índole; por eso como el Templo de Jerusalén, también será destruido nuestro templo con sus ídolos.

Nuestro Señor Jesús responde a las preguntas con un discurso escatológico, así como será destruido Templo de Jerusalén por enfrentamientos entre judíos y romanos, acontecimientos que tuvieron lugar un poco mas tarde. También pone de manifiesto que siempre habrá impostores, que siempre habrá quien diga tener la verdad y el Señor nos advierte que solo el tiene la verdad, por lo tanto no debemos dejarnos engañar. Que “habrá cosas aterradoras y grandes señales en el cielo”.

Asimismo, en el tiempo serian destruidos los templos que harán los hombres tenidos como su seguridad ante todas las adversidades del mundo, enmarcadas en todo lo que tiene que suceder, es decir lo que hemos visto, lo actual y lo que acontecerá próximamente. Lo cual suscitara la venida del Hijo del Hombre con justicia quien pondrá por término todo mal (lo que conocemos como fin de los tiempos) y Dios retomará su plan inicial hasta el fin del mundo cuando acontecerá el juicio final. Las estancias del cielo deberán ser colmadas, con verdaderos adoradores de Dios en espíritu y en verdad.

Hoy la Iglesia conmemora Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa – con cariño les invito a que hagamos esta oración, con la rogativa de un destino con su amparo:
ACORDAOS (De San Bernardo)
Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio y reclamando vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado por esa confianza a Vos también acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, oh Madre de Dios, mis humildes súplicas, antes bien escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén.


lunes, 26 de noviembre de 2012

Llevaban grabado en la frente el nombre de Cristo y el de su Padre


La bestia tiene que aprovechar el tiempo que le fue concedido, porque ya Cristo reina, y se está preparando el juicio que pondrá fin al mal, Dios retomara su proyecto. El Cordero estaba de pie sobre el monte Sión, su Iglesia, (la Gloriosa, la purgante y la militante). Cristo reina y la represión, las cadenas y la muerte no alcanzan al templo secreto de cada persona, allí donde Cristo comunica su vida.

Los 144.000 Designa a los que son las primicias, la parte mejor de los rescatados, Este numero parece ser simbólico o quizás no, puesto que se entiende por los que su boca no pronuncio la mentira y no mancharon su alma. ¿Quién adulto puede llegar a permanecer en ese estado? La única que conocemos es la Santísima Virgen María. Otra cosa son los salvados que alcanzan la amistad eterna con Dios, y que nos muestra Apo 7:9 “Después de esto, en la visión, apareció una gran multitud que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, de pie ante el trono y ante el Cordero, …”

La ofrenda de la viuda. Nuestro señor Jesús emplea este acto para ilustrar otro aspecto más de las relaciones que tienen que surgir en la nueva sociedad inaugurada por el reino. Ya no es la cantidad, ni lo aparentemente bastante, ni lo poderoso la medida para juzgar a la nueva sociedad; sino que es el desprendimiento, la generosidad y, sobre todo, la fe y convicción de entregarse y darlo todo por el Reino, es decir, por un modo de vida solidario, fraterno, e igualitario, nadie quedará en realidad desposeído ni desprotegido. En ese caso esta mujer fue la única que supo retribuir a Dios como se merece. Es la personificación de los innumerables pobres que no tienen prácticamente nada y que, sin embargo, se las ingenian para dar algo de lo poco o nada que tienen. Sólo el pobre puede dar eso mismo que necesitaba para vivir. El pobre es el que es capas de dar siempre hasta colmar sin esperar nada a cambio, sin sentimientos de auto justificación ni vanagloria.

Hoy, como casi siempre, las contribuciones pequeñas pasan desapercibidas; pero esto que parece sin importancia constituye al acabado de la obra maestra; de la misma manera favorecen para la vida espiritual, puesto que es la rectitud de conciencia que lo garantiza; y solo Dios las descubrirá en nuestra alma, como sólo Jesús se percató de la generosidad de la viuda.

Una tradición judía del siglo que sigue a los Evangelios afirma que si del Templo ahora destruido, solamente quedó el muro llamado “de las lamentaciones”, esto se debe a que esta parte de la obra se levantó con las ofrendas de los pobres.


sábado, 24 de noviembre de 2012

Pero no es Dios de muertos, sino de vivos; todos viven para Él.


La ley que se lee en Dt 25,5 obligaba a los hermanos de un difunto a que tomasen su mujer para darle un heredero que guardaría su nombre y su heredad. Jesús hace ver que el matrimonio es una realidad temporal, natural y necesaria para la prolongación de la especie. En los países de cultura griega había personas que creían en la inmortalidad del alma, lo que les parecía que formaba parte de la naturaleza humana. Nos precisa el Señor que la nueva vida no será la fusión del alma con el infinito del cosmos, sino una comunión personal con Dios. La inmortalidad es un don de Dios para quienes fueron hallados dignos.

La resurrección no es como un revivir y volver a lo nuestro; es la obra del Espíritu de Dios que transforma y santifica a los que resucita. Los resucitados son hijos de Dios (como se decía de los ángeles), en una forma mucho más auténtica que los de este mundo; liberados del pecado, han renacido de Dios. No es una reencarnación, no es un revestimiento del alma que podría pasar de un anciano a un recién nacido. Dios salva a la persona indivisible (ver las notas en Sab 1.16 y 2.1), el alma se libera del cuerpo. Por eso la esperanza cristiana se funda en la resurrección del cuerpo, aunque por supuesto no se trate del cuerpo presente (1Co 15,35). Si en la muerte el «alma» se libera del «cuerpo», ¿qué sentido tiene recuperarlo, encerrarse o enterrarse de nuevo en él a través de una posible y futura resurrección corporal? Para mejor comprensión nos viene a ejemplo del nuestro Señor Jesús. Murió en la Cruz, fue sepultado su cuerpo y resucito, y al resucitar su cuerpo era parecido pero más perfecto, era cuerpo espiritual, “transfigurado en cuerpo de gloria” (Flp 3,21), en “cuerpo espiritual” (1Cor 15,44). Será entonces cuando aparecerá plenamente la otra cara de la humanidad, en la eternidad.

Lo que tú siembras no revive si no muere. Y lo que tú siembras no es el cuerpo que va a brotar, sino un simple grano...se siembra corrupción, resucita incorrupción...; los muertos resucitarán incorruptibles. Es necesario que este ser corruptible se revista de incorruptibilidad; y que este ser mortal se revista de inmortalidad. (cf 1Cor 15,35-53) “Este –cómo- sobrepasa nuestra imaginación y nuestro entendimiento; no es accesible más que en la fe. Pero nuestra participación en la eucaristía nos da ya un anticipo de la transfiguración de nuestro cuerpo por Cristo... ya que tiene la esperanza de la resurrección” (cf San Ireneo de Lión). En la resurrección ya no habrá necesidad de una serie de cosas que eran necesarias al ser humano, ya que la resurrección no es la simple prolongación de esta vida con sus necesidades y deficiencias, sino un estado de vida absolutamente pleno donde ya no habrá necesidades que satisfacer. Por eso nuestro Señor Jesús prueba con la Escritura que Dios es un Dios de vivos y que por lo tanto la vocación de todo hombre y mujer es llegar a compartir esa vida plena con Dios. ¿Quién resucitará? Todos los hombres que han muerto: “Los que hayan hecho el bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación.” (Jn 5,29, cf Dn 12,2)


viernes, 23 de noviembre de 2012

Han convertido la casa de Dios en una cueva de bandidos


El Templo de Jerusalén, era como el corazón de la nación judía. Los profetas habían denunciado los abusos y Zacarías había anunciado esta purificación que Jesús realiza a su manera (Za 14,21). Para el pueblo judío el Templo es como el más importante emblema religioso, por eso Jesús reclama que se utilice para lo que es: «casa de oración» (Isa_56:7). Purificando el Templo, Jesús rechaza enérgicamente el extremo al que había llegado la «casa de Dios», de emblema religioso y lugar de encuentro de la comunidad con su Dios, había pasado a ser insignia de opresión, cueva de ladrones por medio del comercio. Por este hecho se hace más clara la decisión de las autoridades de eliminar a Jesús, pero no pueden hacerlo porque «todo el pueblo estaba pendiente de sus palabras» (48).

El Templo físico esta siendo utilizado para el comercio por intereses materiales; suplantando el verdadero objetivo ¡Casa de congregación de almas para orar y agradecer a su Creador! Es lo que se debe sentir cuando se acude a este lugar. Sin embargo, es utilizado para beneficio personal y temporal. Cuanto mas habremos convertido en “cueva de ladrones” nuestro templo que debe ser morada digna para el Espíritu Santo.

Les daré alegría… Mi casa es casa de oración” (Is 56,7). Reza el misal Romano: En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque te has dignado habitar en toda casa consagrada a la oración, para hacer de nosotros, con la ayuda constante de tu gracia, templos del Espíritu Santo (1Co 3,16), resplandecientes por la santidad de vida. Por eso, con los ángeles y arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

La figura debe dejar paso a la realidad. El Rito Nuevo es la palabra de Jesús. De esta manera pasa de la purificación del templo, la presentación de Jesús predicando en él cada día. El culto nuevo se centra en la oración y en la escucha de la Palabra de Dios. «Adoración al Padre en espíritu y en verdad» (Jn 4,24). La institución cristiana es la misma persona viva de Jesús, con su carne entregada y su sangre derramada en la cruz y dadas en la Eucaristía, se da a sí mismo con sus propias manos y su poder «admirable y singular conversión de toda la sustancia del pan en el cuerpo y de toda la sustancia del vino en la sangre de nuestro Señor Jesucristo». (Transustanciación). Ya no son necesarios los bueyes, los becerros, ni los vendedores. Es ineludible ir a unir nuestras vidas a Jesús vivo, a recibirlo como victima por nosotros una vez para siempre.



jueves, 22 de noviembre de 2012

¡Si comprendieras lo que conduce a la paz!


Los cristianos de origen judío se preguntan: si Cristo es el Salvador prometido, ¿por qué la historia de Israel continua en esos desastres? ¿Y por qué el pueblo judío, instruido por la Escritura, no reconoció a su Salvador? Un libro sellado o en lenguaje cifrado. Es que nadie puede entender el plan de Dios, sin la acción del Espíritu Santo; por lo tanto se nos muestra a aquel que revela el misterio de muerte y de resurrección que se cumple en la historia y que también se hizo dueño de este libro, y, al ser desconocido por Israel, pueblo sacerdotal (Ex 19,5), se hizo su propio reino y pueblo de sacerdotes, la Iglesia (cf. 1 P 2,9). Pero el día en que Israel reconozca a su Salvador, será salvado (Rom 11,25).

Y, continuado con el versículo 27 de Lucas – y el 25 de Mateo: hoy después de tantos siglos, el Señor llora por su pueblo elegido. La colectividad judía que no haya creído en Jesús se quedará con su templo en el que ya no estará la presencia de Dios, como en Ez 8. Jesús mirando a Jerusalén, escenario de su confrontación final con los representantes del Israel institucional; identificada como el pueblo escogido. Se lamenta por el porvenir de tantas almas metidas en la arquitectura, y que, también, allí se aloje la violencia, la injusticia y la irreverencia. Por el individualismo vemos un pueblo que no ha sabido reconocer el Dios que nos visita. Que en vez de mostrar a Dios más bien lo ocultamos con grandes contradicciones. “Pues el Señor, tu Dios, suscitará de ti, entre tus hermanos, un profeta como yo; a él habéis de escuchar” (Deuteronomio 18,15). La promesa se ha cumplido en Cristo y no se dan, ni nos damos cuenta.

Nosotros los cristianos, estamos en tiempo de esperanza. Conocemos el final de la historia, sabemos que Cristo ha hecho caer los muros y ha roto las cadenas: las lágrimas que derrama en este Evangelio prefiguran la sangre con la cual nos ha salvado. De hecho, Jesús está presente en su Iglesia, que somos todos. Sin embargo reflexionemos frente a Cristo.

Llorar con Cristo.- “No desprecies al pecador, porque todos somos culpables. Si por amor a Dios te levantas contra él, llora más bien por él. ¿Por qué lo desprecias? desprecia sus pecados, y reza por él, con el fin de ser igual a Cristo, que no se irritó contra los pecadores sino que rezó por ellos (cf Lc 23,34). ¿No ves cómo lloró sobre Jerusalén? Si nosotros también más de una vez hemos sido tentados por el diablo. ¿Por qué despreciar al que como nosotros ha sido tentado por el diablo que se burla de todos nosotros? ¿Por qué, tú que eres sólo un hombre, desprecias al pecador? ¿Porque no es justo como tú? ¿Pero dónde está tu justicia, si no tienes amor? ¿Por qué no lloraste por él? Al contrario, lo persigues. Algunos, por ignorancia se irritan contra otros, porque creen tener el discernimiento de las obras de los pecadores” (Isaac el Sirio)


miércoles, 21 de noviembre de 2012

Dichosos los que escuchan la palabra de Dios


«Negociad hasta mi vuelta». Los galileos acompañan a Jesús a manera de manifestación, suben a Jerusalén a celebrar la Pascua. Mientras ellos creen que se proclamará rey, El Señor sabe que le espera la muerte. Jesús hace alusión a un acontecimiento político, el escándalo en la sucesión de Herodes el Grande. Esta historia la aplica para decir a sus discípulos que no deben esperar su triunfo en Jerusalén sino otra cosa. Él reinará al volver de un país lejano, después de su muerte y su resurrección, al final de la historia cuando venga revestido como juez de justicia. Los suyos mientras tanto tienen a su cargo las riquezas que él les facilitó y que han de hacerlas fructificar; no deben esperar su vuelta cruzados de brazos. En la instauración del reinado de Dios está involucrado cada uno de los creyentes según sus capacidades y dones; todos deben poner su empeño en la instauración del proyecto de Dios. Toda comunidad cristiana debe volverse hacia el mundo que la rodea y que le ha sido confiado.

Nosotros nos preocupamos más por el progreso material, al fin y al cabo es lo que nos propone el mundo, la ciencia y la tecnología. Pero descuidamos lo principal, lo que lleva a un valor incalculable por ser eterno y en presencia de Dios. También es cierto que no es posible trabajar por lo trascendente valiéndonos solamente de nuestras fuerzas; en primer lugar porque son las riquezas de Dios y que están mas allá de nuestro conocimiento y capacidad y también porque quien verdaderamente hace la obra es el mismo Dios. Solo requiere de nuestra entrega voluntaria, con rectitud, con la aceptación de su divina Voluntad, en espíritu y en verdad. Confiados en la acción del Espíritu Santo. Esta “negociación hasta que vuelva” será escolaridad para la vida, será el vestido para la fiesta, será la contribución de la negociación gananciosa de almas. También es de resaltar la amonestación que hace Nuestro Señor el versículo 27 – y los judíos echaron a sus espaldas hasta hoy el versículo 25 de Mateo: “Y todo el pueblo gritó: -¡Su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!

La actividad humana, así como procede del hombre, está también ordenada al hombre. Pues el hombre, cuando actúa, no sólo cambia las cosas y la sociedad, sino que también se perfecciona a sí mismo. Aprende mucho, cultiva sus facultades, sale de sí y se trasciende. Si este crecimiento es rectamente comprendido, vale más que las riquezas exteriores que puedan acumularse. El hombre vale más por lo que es que por lo que tiene...Por tanto ésta es la norma de la actividad humana: que, según el designio y la voluntad divina, concuerde con el bien genuino del género humano y permita al hombre individual y socialmente cultivar y realizar plenamente su vocación.” (Concilio Vaticano II - GS 35)


martes, 20 de noviembre de 2012

Al que salga vencedor lo sentaré en mi trono, junto a mí.


Mensaje breve a una Iglesia que se muere. La Iglesia universal tiene las promesas de la eternidad, pero nuestros movimientos, nuestras comunidades pueden desaparecer. Es necesario vestirse de blanco, como realidad interior. Revestirse de Cristo (cf. Ef 4,24). El color blanco significa gozo, alegría.

Este es un mensaje de consuelo y optimismo para los que responden fielmente al Espíritu Santo, aun cuando están enredados en las mil dificultades del apostolado. Amén quiere decir: es verdad, o también: así me comprometo. Cristo es el amén del Padre. Su compromiso con nosotros es el cumplimiento de sus promesas (ver 2 Cor 1,20). Y porque Cristo es «amén», nos llama también a nosotros a un compromiso real con Dios, para realizar sus planes.

Jesús y Zaqueo. Zaqueo es el paradigma del que conociendo a Jesús, no sólo se despoja con prontitud de lo material, sino que permite que su interior también sea transformado por la gracia para comenzar el proyecto de la justicia, muy a pesar de quienes tal vez juzgaban que debía purgar de otro modo sus muchos pecados. ¡Así es la gracia divina! Una vez más Jesús ha demostrado su fuerza: ha destruido el mal salvando al pecador.

El Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido. Hoy, Zaqueo soy yo. Este personaje era rico y jefe de publicanos; yo tengo más de lo que necesito y quizás muchas veces actúo como un publicano y me olvido de Cristo. Jesús, entre la multitud, busca a Zaqueo; hoy, en medio de este mundo, me busca a mí precisamente: «Baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa» para que Él pueda decirme a mi también: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham, pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido». Decía san Máximo: «Nada hay más querido y agradable a Dios como que los hombres se conviertan a Él con un arrepentimiento sincero». Que Él me ayude hoy a hacerlo realidad.


lunes, 19 de noviembre de 2012

Al que salga vencedor le daré a comer del árbol de la vida.


La palabra griega «Apocalipsis» se traduce como «Revelación. Dios está a cargo de la historia, y los poderes del mal no pueden prevalecer contra su Iglesia. El que es, el que era y el que viene. Esa manera de designar a Dios amplía lo que había sido revelado a Moisés: «Yo soy el que soy» (Ex 3). El Dios vivo es un Dios que viene. Dios en la persona del Espíritu Santo que nos guía, nos educa, nos hace dignos para recibir el amor de Dios; pero que respeta nuestra libertad, por lo tanto también estamos expuestos caer en tentación es la que viene con el tiempo: se enfría el amor que se había despertado en los primeros momentos de la conversión.

Nuestro Señor Jesús, sana a un ciego. La ceguera se hace sintomática, fue para sus discípulos y es para nosotros. También para todos viene un ejemplo de fe del ciego de Jericó, Timeo hijo, que a pesar del obstáculo personal (la ceguera) y de los impedimentos externos (los que frenan acercarse a Jesús) por fe sabe quien es Jesús y lo que puede hacer por el. Para nosotros aunque tengamos intactos los sentidos, necesitamos de la gracia para conocer a Jesús y para optar por Él. Bartimero era ciego pero tenía las ideas muy claras. ¡Era la oportunidad de su vida! Cuando consiguió estar frente al Mesías le pidió lo que necesitaba: "¡Señor, que vea!".

Para orar bien, es necesario valerse de las ayudas para acercarse a Dios, ponerse ante su presencia. Para que la oración sea eficaz se requiere de fe. Para obtener la fe se requiere la acción de Dios, mediante cierto grado de reflexión y de conversión. Dios lo sabe todo, pero quiere que se lo digamos. Nos pregunta: "¿Qué quieres que te haga?". Entonces, nos escucha y nos lo concede, según nuestra fe.

De este acto divino nace un discípulo y lo primero que ve es a Dios, por lo tanto este se encamina a cumplir la misión que no puede callar, fue a comunicar esa experiencia a todo el pueblo; y consiguió que aquella gente, al verlo, alabara a Dios. De muchas maneras el Señor pasa por nuestro lado y nos pregunta: ¿Qué quieres que haga por ti? O mejor: ¡Pídeme lo que quieras! ¿De qué tienes hambre y sed? ¿Qué quieres beber y comer de Mí? (cf. Juan 7:37-39 y Juan 6:35-36) - Pero muchas veces aparte de ciegos estamos sordos y sin tacto, no le escuchamos, no le vemos, no le sentimos. Pero Dios se manifiesta en todos nuestros aconteceres de nuestra vida, pero no le reconocemos, creemos que todo es cuestión del destino, de la suerte, de nuestras propias capacidades, astucias, engaños y mentiras. ¿De esta manera que puede hacer Dios por nosotros? si lo dejamos pasar de largo.


sábado, 17 de noviembre de 2012

Debemos sostener a los hermanos, cooperando así en la propagación de la verdad


Dios, que es Padre de todos, a todos nos ha creado; espera de nosotros un acercamiento, así como cualquier padre de familia espera de cada uno de sus hijos; sabemos que hablar con Dios es hacer oración. Oración con fe en el que todo lo puede, confiados en su misericordia y dispuestos a recibir su amor, que nos habilita para amarnos y amar a nuestros semejantes. Nuestro Padre eterno esta dispuesto a recibir nuestras suplicas y especialmente se conmueve por los que padecen la injusticia. Sabemos, también, que el mundo padece de conocimiento de Dios, la injusticia impide el Reino de Dios, por eso la humanidad se ha vuelto injusta, azuzada por unos pocos con el poder del dinero, basados en filosofías de muerte.

Jesús, nos recalca la responsabilidad frente al mundo, nos invita pedir a Dios día y noche. Imploremos todos a Dios para que haya justicia en el mundo, como podemos analizar es un pedido muy enorme, asimismo debe ser nuestra oración. Probemos nuestra fe, ofreciendo por esta causa, aunque sea los sábados el santo rosario a la santísima Virgen, veríamos como se les atarían las manos a todos aquellos personajes causantes de injusticia. “Vigilad orando en todo tiempo, a fin de que podáis evitar todos estos males que van a suceder, y estar en pie delante del Hijo del Hombre”. (Lc 21,36).

Los gobiernos se han vuelto injustos con sus pueblos, a la vez las personas se vuelven injustas con sus semejantes por simpatía. Pero quien maneja verdaderamente esta cultura no son nuestros gobernantes sino que tienen la obligación de obedecer directrices macros. La pregunta seria cual obligación? En primer lugar se crea una necesidad para justificar una solución que a la vez esta preconcebida y no queda otra salida ya que la necesidad esta patente.

Esto se da por el desconocimiento de Dios, nosotros creemos que todo lo que ocurre es porque tenía que acontecer. Pero eso no es la verdad, Dios desde un principio nos viene advirtiendo si nos resistimos al modelo de vida que El nos propone tendremos que padecer calamidades e injusticia; por que la verdadera justicia proviene de Dios, la verdad es únicamente de Dios. Si hay un Dios justo, ¿por qué no hace justicia? Porque respeta nuestra libertad, ¡que generosidad tan desagradecida por nosotros! Los hombres nos valemos del engaño y la mentira para sacar ventajas para el acomodamiento personal que esclaviza a los demás.

¿Encontrará fe sobre la tierra? Como también nos lo dice en Mateo 24:10. “Y se escandalizarán muchos, se traicionarán mutuamente y se odiarán unos a otros. Surgirán muchos falsos profetas y seducirán a muchos. Y, al desbordarse la iniquidad, se enfriará la caridad de muchos. Pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará”. En los últimos tiempos que precederán al juicio, la fuerza del mal será tal que el amor y la fe se enfriarán. 


viernes, 16 de noviembre de 2012

Que se postre ante ti, Señor, la tierra entera


Revelación del Hijo Dios, Jesucristo- Bajo del cielo y se hizo hombre, para anunciar la buena nueva; para que hiciéramos realidad su mandamiento del amor, manifestación de El mismo; para quedarse como alimento y bebida trascendente (cf. Mc.14, 23-24); para que lo miráramos y quedáramos redimidos; para que nos dejáramos amar de El. Según estaba anunciado; estuvo en medio de los hombres que lo rechazan desde ese entonces hasta el día que vuelva como Dios de justicia; esta sentado a la diestra del Padre y observa la juventud y ve que ya no hay humanidad digna para el futuro. Lo que estamos viendo se parece a los tiempos de Noé y los de Lot.

El hombre no quiere ver a Cristo para ser salvo, (cf. Núm 21:9. Jua 3:15. Hch 17:31); no quiere vivir el mandamiento del amor para tener vida, no quiere alimentarse del pan celestial que es vital para la trascendencia (cf. Jua 6:27 - Jua 6:33). No quiere permitir a Dios en su espíritu en la persona del Espíritu Santo. Palabras más, palabras menos rechazamos a nuestro Creador y dador de vida. Los católicos vivimos atemorizados, preocupados por el mañana y por lo que no hemos logrado, no vivimos en la alegría que da sentirnos hijos de Dios y merecedores del cielo; no agradecemos a Dios por haber sacrificado al Hijo siendo Dios, para devolvernos su amistad eterna; no somos testigos de Cristo; no damos ejemplo de vida; no cumplimos la misión ni el mandamiento del amor; mas bien nos peleamos con Dios y con nuestros semejantes. ¿Qué juventud puede haber para el mañana?

¿Dónde sucederá eso? o ¿cuándo llegaría el Reino de Dios? (17,20) preguntas de lógicas humanas. Es inútil imaginar que toda la humanidad será reunida en el “valle de Josafat” (Joel . 4,2) para un juicio espectacular. El Señor no tendrá que reunir a sus elegidos en un lugar material pues cada uno alcanzará el lugar concordante a sus méritos, a sus frutos; tan cierto como que los buitres se reúnen alrededor del cadáver.


jueves, 15 de noviembre de 2012

El Reino de Dios está ya en medio de vosotros.


El Reinado de Dios quiere hacer su vigencia en el espíritu del bautizado. Es indispensable para que se haga una realidad, cada uno pase por una verdadera conversión y estar vigilante para que permanezca por siempre. Es indispensable limpiar el templo para que habite el Espíritu Santos que es Dios. Nos dice el Señor “está ya en medio de vosotros”. (1Co 6:19) ¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis?” – (Jua 14:23) “Jesús le respondió: -Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada en él”. El Reino es una realidad interior y al mismo tiempo una realidad misteriosa que va transformando al hombre y que se va extendiendo entre los hombres para formar una comunidad digna, a una realidad en “espíritu y en verdad”. El Reino está a nuestro alcance, pero no es una novedad de la que puedan apoderarse los periodistas como primicia para los medios; sino como una novedad que trasforma la humanidad, como una realidad que trasforma el alma y la hace apta para la vida eterna.

Ni se podrá decir: «Mirad, está aquí», o «está allí»; porque, daos cuenta de que el Reino de Dios está ya en medio de vosotros”. El primer día, el día de la Resurrección del Señor, después de haber hecho regresar a los “discípulos de Emaús” estaban comentando lo que cada quien había experimentado ese día, cuando de repente con tal sorpresa hace presencia el Señor y sostiene un dialogo con todos, y de ello quiero resaltar las siguientes citas:
(Mc. 16:16) “El que crea y sea bautizado se salvará; pero el que no crea se condenará”
(Lc. 24:49) “Y sabed que yo os envío al que mi Padre ha prometido. Vosotros permaneced en la ciudad hasta que seáis revestidos de la fuerza de lo alto”
(Jn. 20:22) “Dicho esto sopló sobre ellos y les dijo: -Recibid el Espíritu Santo”
(Mt. 28:20) “… Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo


Vendrá un tiempo en que desearéis ver uno solo de los días del Hijo del Hombre, y no lo veréis
Difícil de entender porque el hombre quiere vivir sin saber de Dios, incluso dentro de los bautizados, cada quien quiere defender sus posiciones frente a lo trascendente; nos rivalizamos por motivos personales sin interiorizar la presencia de Dios respetuoso de nuestra libertad pero que quiere para cada uno de nosotros un futuro con El, nos privamos del gozo y de la paz. Esta amonestación se hace difícil de entender porque estamos en medio del mundo secularizado, individualizado, sin fe, y el hombre quiere mas bien complacencia de sentimientos, quiere salirse del marco de la vida cotidiana para embriagarse de cualquier cosa menos del vino nuevo “del mejor vino” que es Dios viviente en medio de nosotros hasta el fin del mundo, cuando ya podremos vivir presencialmente en la ciudad santa.
....

Tres vías que conducen a Dios:
http://www.aciprensa.com/noticias/texto-completo-catequesis-del-papa-sobre-las-tres-vias-que-conducen-a-dios-83827/#.UKTJ6uR1-So


miércoles, 14 de noviembre de 2012

¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?


Los diez leprosos fueron sanados, pero a uno sólo se le dijo: Tu fe te ha salvado. Los diez eran marginados de la sociedad pero no de Dios, los diez habían llegado con la esperanza de una curación y tenían algo de “fe” ya que fueron en busca del sacerdote. Diferente fue el caso del que quiso primero dar gracias a Dios allí mismo donde la gracia de Dios lo había encontrado: tal es la fe que salva y que transforma a las personas. Este uno, del que menos se podría esperar por ser extranjero va en búsqueda de la salvación; por lo tanto nos indica que las apariencias engañan. No fue la extranjería lo que les diferenciaba, fue la humildad que lo llevo a la fe y al agradecimiento. La misericordia de Dios es para todos pero solo uno acepta la salvación, con el gesto de regresar al Señor para darle gracias. Los demás seguramente continuaron sus vidas con un estado de bienestar pero sin la gracia.


Entre tantos que piden favores ¿cuántos aprenderán a amar a Dios? ¿Cuántos se dejaran amar de Dios? ¡Las ironías de la gente!, a quienes divierten se les aplaude y se agradece, en cambio casi nunca a los que hacen el bien. El bien es visto como una obligación y como un derecho merecido, por lo tanto se puede pasar sin pena ni gloria. Aparentemente, la desproporción uno contra diez es exagerada, pero refleja el comportamiento que procede de una falsa interpretación de la Ley, y por tanto de una falsa imagen de Dios. La falta de gratitud es reflejo de soberbia. Para muchos Dios sigue siendo alguien que sólo se limita a exigir el cumplimiento de la Ley; pero no se dan cuenta que cada segundo de vida se lo debemos a Dios y por lo tanto requerimos de conversión para adquirir la fe donada.


En la actualidad hay muchos leprosos con otros calificativos que necesitan ser sanados; es nuestra responsabilidad decirles que El Señor esta muy cerca a ellos para brindarles gratuitamente su amor, su sanación, su liberación, su restablecimiento a la sociedad y lo más primordial la salvación. Sin perder de vista que nosotros también necesitamos las mismas dádivas del Señor y que somos deudores de agradecimiento a los demás y a Dios.


martes, 13 de noviembre de 2012

Somos unos pobres siervos, sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer


Se nos recuerda las obligaciones y responsabilidades según cada situación en la vida. Si bien es cierto que la condición de esclavitud fue repudiada y erradicada, también es cierto que la mayoría de la gente de hoy hace menos de lo que le pagan por hacer. La falta de profesionalismo y buena voluntad hace que la labor no sea bien hecha. La falta de honestidad hace que seamos injustos. Motivados sólo por estímulos externos y no valorar la exaltación interior propia, como motor de la acción, nos lleva a la soberbia. Todos somos responsables de todos, de una forma y de otra todos debemos hacer el bien, todos debemos hacer buen uso de todo, dejarlo en su lugar y de la mejor manera. Para lograr una sociedad equilibrada, justa y fraterna; en ejercicio de los derechos y los deberes, con el rechazo de una vida sin Dios. Como resultado debe producir bondad y reconciliación que sacara a los hombres del egoísmo que los paraliza.

En el campo espiritual «Somos unos siervos inútiles; no hemos hecho más que lo que teníamos que hacer». Si lo leemos a la ligera pudiéramos pensar que el Señor nos esta recriminando o desanimando. Por el contrario nos quiere destapar de la ceguera y sordera, nos quiere levantar de nuestro apoltronamiento, nos quiere animar a formarnos para que podamos ser sus servidores con fidelidad, que será posible desde la fe, con alegría y porque todo cuanto tenemos y somos es un don de Dios. Teniendo en cuenta que nadie está exento de desviarse para asumir actitudes contrarias a los valores del reino. Y precisamente eso ocasiona escándalo y desánimo en unos; escepticismo y rechazo a esta nueva realidad, en otros. Pero también recordemos que esta a nuestro alcance la corrección, el arrepentimiento y el perdón.

¿Es que tiene que agradecerle al siervo el que haya hecho lo que se le había mandado? Nos dice el Señor que debemos ser más responsables, si decimos, hacemos, si ayudamos, si nos sacrificamos por los demás, son actitudes propias con calificativo de deber, no para buscar una recompensa para beneficio particular, seria hacerle caso al criterio mercantilista. Sino que es a la manera de Cristo una obra constructora del Reino de Dios. La unión y comunión del servidor con Jesús es indispensable para poder dar fruto. Mas adelante vemos como el Maestro quiere acercarnos mas “Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; a vosotros, en cambio, os he llamado amigos, porque todo lo que oí de mi Padre os lo he hecho conocer” (Jn.15,15). Todos somos necesitados de una formación para llegar a la rectitud a fin de pertenecer a ese Reino tan anhelado.

Antes de la venida del Señor, los hombres buscaban la gloria en sí mismos. Ha venido como hombre para reducir la gloria terrena y aumentar la gloria de Dios. Ha venido sin pecado y nos ha encontrado a todos hundidos en el pecado. Si el Señor ha venido para perdonar los pecados, quiere poner de manifiesto que Dios es magnánimo; toca pues al hombre reconocer esta magnanimidad. Porque la humildad del hombre consiste en su gratitud y la grandeza de Dios se manifiesta en su misericordia” San Agustín.


sábado, 10 de noviembre de 2012

Quien es fiel en lo poco, es fiel en lo mucho


El dinero es algo que se adquiere y que se pierde; no hace crecer ni puede integrarse a nuestra persona; no forma parte de los bienes que son realmente nuestros, todo lo terreno es pasajero. Jesús lo llama injusto porque la preocupación de tenerlo impide que seamos justos, tales como Dios nos quiere.

No se puede ser fiel a Dios cuando convivimos con los pobres y no ejercemos la caridad por amor. Como podemos ser fieles si convivimos con los que no se dejan amar de Dios, sin dar un verdadero testimonio de Cristo. Esto nos indica que debemos emplear el dinero y nuestra voluntad para ganar amigos para el reino de Dios, así cuando nos llegue la hora tendremos quien nos reciba, no perderemos la rica recompensa" (Mt 10,40-42). "Dios" ama "al que da con alegría" (2Co 9,7). ¡Qué buen negocio! Comprar la inmortalidad con dinero; es decir, cambiamos lo caduco por una morada eterna en los cielos.

Incompatibilidad entre el camino cristiano y el apego al dinero. Jesús nos quiere quitar la mascara de la doble actitud cuando pretendemos poner todo nuestro interés en el dinero y por momentos acudimos a Dios para pedirle; pero en el fondo lo que menos interesa es caminar de acuerdo con la voluntad divina. El que se apega al dinero acaba excluyendo a Dios, porque no se puede servir a dos señores.

A muchos les basta tener dinero para convencerse de que poseen la verdad. De ahí que los que idolatran el dinero se sienten autorizados para juzgar y decidir en las cosas de Dios. El dinero posee a quienes lo poseen, y los mismos creyentes llegan a justificar un orden moral que encubre sus propios privilegios, olvidando los valores evangélicos de justicia, de humildad y de caridad; por tanto llega el momento en que no es el dinero sino que es la Iglesia la que se ve despreciada.

No es entendible para los ricos compenetrados en la filosofía de los “iluminados de Baviera”, estos en vez de la justicia, la caridad y el amor. Quieren la muerte, la destrucción de la dignidad humana, aparentando ser justos porque consideran que hay mucha gente en el mundo y que siendo solo unos pocos es mas fácil controlarlos; y en especial atacan la religión católica porque ven en ella un obstáculo para sus propósitos aniquiladores. Lo mas grave es que muchos sin darse cuenta caen en su juego permitiendo la muerte, la permeabilidad de la política, a la economía, a la salud, a la educación, a los medios, a las instituciones, (…) lideran la ilegalidad, el desorden, la descomposición social y de la familia.

“Para la muestra un botón”:
http://www.restauracionacional.org/soros-santos-y-el-pacto-con-el-diablo/


viernes, 9 de noviembre de 2012

Destruid este Templo y en tres días lo levantaré


San Juan de Letrán es el símbolo de la unidad de todas las Iglesias del mundo con la Iglesia de Roma, y por eso esta basílica ostenta el título de Iglesia principal y madre de todas las Iglesias. Ésta no es una catedral, sino un santuario edificado sobre la tumba de San Pedro y el lugar de residencia actual del Papa.

La lectura del libro de Ezequiel nos narra una gran visión de tres cuadros, el nuevo templo, el nuevo culto, la nueva tierra santa. Como señal de restauración. Con símbolos poéticos nos presenta el misterio de Dios que es grandeza, firmeza, estabilidad, tranquilidad y claridad.

Jesús se dirige al Templo de Jerusalén, que era como el corazón de la nación judía. El pueblo necesitaba a los sacerdotes para ofrecer sus sacrificios, y el Templo era el lugar al que afluían las ofrendas y los dones de la comunidad. El Templo que se había convertido en un mercado, ciertamente los vendedores tenía su lugar, pero no respetaban los límites establecidos. Los demás evangelistas sitúan este incidente no en el comienzo sino en los últimos días antes de la Pasión. Este hecho situado poco antes de la Pasión, esta todavía muy fresco en el juicio a Jesús (Mt 26,60). El odio de los jefes de los sacerdotes llevará a Jesús a la muerte.

Purificación del templo. Los profetas habían denunciado los abusos y Zacarías había anunciado esta purificación que Jesús realiza a su manera (Za 14,21). Me devora el celo por tu casa…: véase el Sal 69. Debía ser sustituido por Jesús, el nuevo Templo de la presencia de la gloria de Dios. Jesús viene a transformarlo todo. Nos enseña que no basta con desplazar a los vendedores, sino que es el templo mismo el que debe ser reemplazado, y con él toda religión que se queda en manifestaciones exteriores. ¡Destruyan!, dice, apresúrense a destruir este templo, para que yo pueda construir en tres días el verdadero Templo de la adoración en espíritu y en verdad (Jn 4,23). El nuevo Templo es Jesús, porque Dios se ha hecho presente en él.

“el templo de Dios, que sois vosotros, es santo” (1Cor 3,17)“El templo de Dios sois vosotros.” Templo donde Dios reinará eternamente, somos su tienda porque Él nos acompaña en el camino por el desierto de esta vida temporal, hasta llegar a la tierra prometida. Este templo nuestro debe ser purificado mediante la gracia para convertirnos en aceptadores del amor donado, para darlo a los demás, para edificarnos en el reconocimiento y amor a Dios, de esta trascendencia que podamos edificar en esta vida temporal, depende el grado de santidad; después ya no se puede construir, después de ver a Dios el alma queda tal cual esta. Acontecerá entonces la verdadera dedicación, entonces será edificada la auténtica Jerusalén, no ya bajo la forma de una tienda sino de una ciudad. Nueva humanidad congregada en su iglesia, (Ap. 21,2)


jueves, 8 de noviembre de 2012

Habrá en el cielo mayor alegría por un pecador que se convierta


El rescate de un alma es motivo de fiesta en y para la gloria de Dios. Y si una sola alma se salva es por la absoluta misericordia de Dios. Es la preocupación de Dios por el pecador y la manera gozosa como es acogido. Las noventa y nueve («buenos» y «justos» ) pudiera interpretarse como abandono, pero en realidad estas ya están protegidas y tienen una misión. Entonces la preocupación es por la que se ha extraviado, la que se ha dejado engañar y no sabe como regresar. El Hijo del Hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido. Aquí “buscar” es tan importante como salvar, porque indica un deseo personal de Dios ¡como si al Infinito pudiera faltarle algo! Se manifiesta la locura divina que san Pablo nos narra en la primera carta a los Corintios; esta locura que va en contravía a nuestras apreciaciones (cuando nos sentimos justificados) nos demuestra que Dios busca pecadores. Ciertamente hay algo de “locura” en el misterio de Dios; algo que no podemos comprender, ni alcanzar, ni atrapar con nuestra razón y que se escapa; solo se hace visible a nuestra alma, lo entiende y activa a medida que de parte del Espíritu Santo le va llegado como ciencia infusa.

Por falta de fe y despreocupación no somos capaces de dejarnos amar por Dios, no somos capaces de ser testigos de Cristo. No cumplimos la misión de anunciar a la oveja perdida que ya esta a su alcance el buen Pastor. Las parroquias al parecer se conforman con unas cuantas ovejas, sin caer en la cuenta que a menos de una cuadra hay al menos una perdida, será que discriminamos como los fariseos? ¿Por qué entonces no se hace el trabajo de campo? Es indispensable estar dispuestos a que nos critiquen como a Jesús. La recompensa inmediata es la alegría «Alegraos conmigo, porque he encontrado la oveja que se me perdió».

Cristo, es el buen pastor, el pastor misericordioso agrupó a todo el género humano en una sola oveja, (la perdida); vino por la divina voluntad realizada en María Santísima, en búsqueda de esta oveja para regresar con ella sobre sus hombros en su dolorosísima pasión al Edén. Esta se había perdido y estaba herida con el aguijón del pecado; fiándose de los alaridos del lobo, olvidó la voz del pastor, perdió el camino que conduce al redil de la salvación. Como pastor se hizo la mejor oveja y se coloco en la Cruz, para que las demás ovejas le vean le rodeen y se sanen; luego por su resurrección todas sean conducidas por El al Edén eterno. ¡Qué tan desagradecido es el hombre¡



miércoles, 7 de noviembre de 2012

Quien no renuncia a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío


Nuestro Señor Jesús nos lleva por un delineamiento de los que se excusan para no asistir al banquete; nos invita a sostener la lucha para la vida, no invita a una enemistad ni mucho menos con los mas allegados; nos previene porque después de entusiasmarnos por El y dedicarnos a la obra del Evangelio, por debilidad espiritual nos podemos devolver en búsqueda de una vida más “normal” y más segura según el modo común de pensar.

Nos invita a ser firmes, a posponer todo lo que pueda interferir, incluso dejar los ofrecimientos que nos puedan hacer hasta los mas allegados, con tal de no incumplir nuestro compromiso, nuestra enterrega y nuestra misión.

El pasaje de hoy puede escandalizar “Si alguno viene a mí y no odia a su padre y a su madre y a su mujer y a sus hijos y a sus hermanos y a sus hermanas, hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo” Originalmente como fue escrito el texto griego dice “el que no odia”, pero este verbo tiene un uso mucho más amplio que nuestro “odiar”, y muchas veces designa a la persona que se pospone, o la cosa que se dejó por otra más deseada. Puede servir para aclarar: “Ningún criado puede servir a dos señores, porque o tendrá aversión a uno y amor al otro, o prestará su adhesión al primero y menospreciará al segundo: no podéis servir a Dios y a las riquezas” (Lc 16,13). En vez de ir contra la iglesia domestica, la familia; nos quiere llevar a su reconstrucción para ponerla en sus manos.

A todos nos esta indicando que nunca seremos libres para responder a los llamados de Dios si nos negamos deponer costumbres, a rectificar y cambiar la manera como deben ser los lazos familiares en el uso del tiempo y la convivencia, de manera renovada en Cristo. La comparación del rey, nos indica que la lucha es contra el “príncipe de este mundo”; quien quita la paz y trata por todos los medios para envolatarnos con difusiones con tal de lograr que nosotros no nos dejemos amar de Dios. Luego como muchos le podemos echar la culpa Dios por nuestros fracasos.

Y la idea de Jesús es que nos empeñemos en la construcción de una sociedad distinta para vivir en fraternidad, solidaridad, dignidad y justicia, empezando por la familia; teniendo presente que Dios es el primer valor de la existencia y llevando esa cruz con amor para ir tras las huellas del Señor.


martes, 6 de noviembre de 2012

Sal por los caminos e insísteles que entren y se llene la casa


Caridad y humildad - la humildad, resultado y condición de una caridad auténtica y duradera. Si el egoísmo es lo contrario al amor, el orgullo es su enemigo capital. Nos lleva a la exhortación que Jesús nos hacia cuando decía que debemos ser como “niños” desde sus buenas cualidades. (cf. Mt.18, 2) Receptivo, aprende fácilmente, obedece, ama. Es una realidad que el niño necesita de cuidados especiales, educación, conocimientos, alimentación (..) Para penetrar un poco más tendríamos que por lo menos en algún momento y en silencio cerrar nuestros ojos y decidirnos a viajar por nuestra vida espiritual. Nos daremos cuenta que somos niños necesitados. Nuestro espíritu y alma esta en formación y si esta formación es asimilada se podrá llevar a la adultez. En cuanto a los niños se debe a sus padres o representantes, pero para nuestro espíritu se debe a Dios nuestro Creador. El fracaso esta en que también hay quienes pueden hacerle daño a los niños y de la misma forma a nuestro espíritu. Pero antes de abrir nuestros ojos asimilemos este detalle importante que el niño tiene una vida temporal y que el espíritu es eterno, en vida o en muerte.

En el Antiguo Testamento se hablaba del banquete que Dios ofrecería a sus fieles servidores cuando viniera a establecer su Reino. Jesús desarrolló este tema, porque el banquete representa a la vez la dicha compartida; la acogida que Dios nos reserva en su mundo y la plenitud humana que acompaña al más alto gozo espiritual. Jesús nos muestra que Dios invita a todos, pero todos no son capaces de desprenderse de las preocupaciones cotidianas por sobrevivir en medio de los sofismas destructivos del mundo que puede llevarnos a que despreciemos la invitación al gran regalo de Dios.

Si los más allegados despreciaron la invitación, Dios hace extensiva su invitación a todos en tiempo y lugar. Es así que los pobres, los que han puesto toda su confianza en Dios y no en el mundo, pueden ser los que gocen de ese gran alimento de vida. Si es que llegamos a conocer la naturaleza terrena y pequeña; luego por gracia podremos conocer lo grande y maravilloso del universo de Dios.

En Jesús, Dios está proporcionando una última oportunidad de salvación para su pueblo, para comenzar a instaurar ya la nueva realidad del reino. El plan salvífico del Padre concretado en Jesús no se paraliza ante la negativa del escéptico; ese proyecto tiene vida propia por el Espíritu Santo y avanza y se realiza aunque muchos lo rechacen y se autoexcluyan del él. 

“Te damos gracias, oh Padre santo, por tu santo nombre que has hecho habitar en nuestros corazones, por el conocimiento, la fe y la inmortalidad que nos has revelado por Jesús, tu Hijo. ¡Gloria a ti por los siglos! Es a ti, Señor todopoderoso, que has creado el universo, a la alabanza de tu nombre; has dado gozosamente alimento y bebida a los hijos de los hombres y a nosotros, nos has hecho la gracia de un alimento celestial y de una bebida para la vida eterna, por Jesús, tu Hijo”.