Por falta de libertad y de la verdad, en nuestro medio hablamos mucho de la paz, pero también nuestro medio está viciado por el engaño, la mentira, la manipulación y la corrupción, lo cual lleva a la ilegalidad. Y lo peor, somos permisivos, por lo tanto el ambiente atrapante nos mueve solo a criticar pero sin denunciar, débiles para fomentar las virtudes y frágiles para escuchar a cualquier cuentero.
Nos dice nuestro Señor Jesús, que cada uno valemos por lo que somos de cara a la vista de Dios. Quien quiera ir en pos del único que nos puede conducir al Padre, requiere de una conversión permanente, un examen diario y de rectificación al instante; todos somos pecadores, pero el Señor nos dio los medios para rectificar y huir del pecado, para comportarnos como verdaderos hijos de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario