El Señor es amigo de su pueblo

“Pasó toda la noche en oración a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y de entre ellos eligió a doce”. Los seguidores de nuestro Señor Jesús eran numerosos y en concordancia con el Padre quiere filtrar para hacer la elección de los apóstoles, quiere que se haga la voluntad del Padre, “Yo no puedo hacer nada por mí mismo: según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad sino la voluntad del que me envió” (Jn.5, 30). Puesto que de los elegidos dependerá el éxito de su obra, ya que en ellos se apoyará la fe de los demás. (cf. He 1,24; Jn 17, 9). El Señor se dirige a quien quiere oírlo y obedecerle por amor, a partir de ahí continua el sostenimiento de su Iglesia, la cual será ante todo una comunidad o comunión de comunidades.

Sabiendo que Dios esta vivo y amante, dirijámonos a El para nuestras elecciones en la vida, hagámoslo con El, por El y para El. Es precisamente el ejemplo que El mismo nos da. Para hacer las cosas de acuerdo a la voluntad de Dios, para tener certeza de hacerlo bien y para llegar a las almas es necesaria nuestra oración, nuestra confiabilidad en Dios. Puesto que no es importante lo que nosotros podemos hacer lo importante es lo que Dios quiere que hagamos, de la misma manera lo que digamos sino lo que Dios quiere que hablemos. Cuando nuestra cotidianidad se aparta de estos criterios vamos sumergiéndonos en oscuridad que permite aflorar meramente lo material, lo que no tiene trascendencia. Por uno u otro motivo acudamos al Señor que todo lo puede, todo lo sabe y todo lo perdona; porque Dios es amor.

------
http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=38106&utm_source=email&utm_medium=email&utm_campaign=email