La casa sobre la roca requiere bastante sacrificio y trabajo, pero para construirla requerimos de un ingeniero y para la construcción de nuestra casa espiritual necesariamente lo hace Dios. Mientras que la ligereza y poco trabajo llevan a construir donde no hay cimentación, sobre la arena, esta construcción queda expuesta al peligro, pues fue construida sin la asesoría conveniente; viene la catástrofe tarde o temprano. La vida del hombre debe cimentarla el mejor ingeniero, Dios. De lo contrario viene la calamidad y hace estragos y destrucción. Esto lo sabemos lo aprendimos a primera edad por nuestros ancestros; pero nuestra voluntad se inclina por las corrientes del mal impuestas en el mundo por el maligno.
"Aquel día muchos me dirán"... Aunque siembren el desorden individual y colectivo, con apariencias de cumplidores de la ley, se dispensaran de obedecer las normas comunes. Enseñando o haciendo milagros, pues bien sabemos que los carismas o ministerios son para el bien de la comunidad y no indican necesariamente que vivamos en gracia de Dios. La fe que nos salva actúa mediante el amor (Gál 5,6) y nos hace cumplir la Ley (Stgo 2,8). Para vivir en la divina voluntad de Dios.
“No bastará con decirme: ¡Señor!, ¡Señor!, para entrar en el Reino de los Cielos” Por nuestras propias fuerzas es imposible vivir en la Voluntad de Dios, es necesario hacer lo ordenado por el Señor, para que Él fortalezca nuestra voluntad para ponernos en las manos del Señor y aceptar con humildad sus divinos designios. Por el amor conque fuimos creados, es la manera como Dios descansa en el ser creado después de su creación; y Dios quiere habitar en nosotros, pero no se lo permitimos, individualmente no le permitimos descansar el séptimo día.
A Dios debemos pedirle que nos quite la soberbia y nos de humildad, y por añadidura nos concederá muchas virtudes; es de notar que lo primero es aplacar nuestra soberbia, de lo contrario mucho de lo que hagamos de bueno nos elevara el ego y eso no agrada a Dios. Para esto nos ayudara el sacrificio por amor, sin poner nuestro interés mayor en lo que esta en la tierra.
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