viernes, 22 de febrero de 2013

Sean pastores del rebaño de Dios que tienen a su cargo


El Evangelio se centra en la figura de Pedro con la ya conocida “confesión” y la respuesta de Jesús a tal confesión. Estamos en Cesarea de Filipo, región pagana donde llegan los discípulos con Jesús ya que siguen al Maestro donde quiera que Él vaya. Y de la pregunta general “¿Quién dice la gente que soy yo?” se pasa a la pregunta personal y profunda “Y ustedes “¿Quién dicen ustedes que soy yo?”. Pedro respondió yendo más allá que la gente, reconociendo en Jesús al Mesías, al Hijo de de Dios. Se pudiera pensar que los apóstoles creyeron en la divinidad de Jesús sólo después de su resurrección, sin embargo la manifestación de Pedro es excepcional, ya que Jesús no le hubiese hecho la promesa si Pedro no hubiera tenido esa fe verdadera que él debía confirmar en los demás.

Como respuesta Jesús le cambia el nombre significando una nueva vocación y misión en su vida, haciéndolo misionero como Él, “yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” “A ti te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos" (Mt 16, 18-19). Pedro será el cimiento de roca sobre el que se apoyará la Iglesia. tendrá las llaves del reino de los cielos para abrir y cerrar, conforme a cada quien. podrá atar o desatar, es decir, podrá decidir o prohibir, conforme a la Ley de Dios para la conducción de la Iglesia de Cristo, la cual sera guiada por el Espíritu Santo, de tal manera que ella sigue y seguirá siendo de Cristo.

Hoy celebramos la Cátedra de san Pedro. Se destaca el don de nuestro Señor Jesús para nosotros titulando a Pedro como cabeza del rebaño. Jesús, luego de su Resurrección, en Juan 21,17-17, confirma la misión encomendada a Pedro. El Señor lo lleva a una verdadera toma de conciencia del peso de tal gesta. Pedro arrepentido ya había llorado su triple negación ante Jesús, ahora hace una triple manifestación de amor: «Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo». Entonces, el Apóstol vio con consuelo cómo Jesucristo no se desdijo de él y, por tres veces, lo confirmó en el ministerio que antes le había sido anunciado: «Apacienta mis ovejas». ¿Quién es Jesús en nuestra vida? ¿Qué significa para cada uno de nosotros? ¿Cuál es nuestro compromiso personal con Él? ¿quién es Jesús para nosotros hoy?. De la respuesta que demos podrá surgir muchos conceptos. Dios conoce a quien procura reconocer quien es El. por ignorancia, por soberbia y muchas cosas mas, nos privamos de reconocer verdaderamente quien es Dios y lo que quiere para cada uno de nosotros..

Hoy de acuerdo a lo que estamos viviendo la Palabra de Dios nos lleva a meditar sobre quien tenga como responsabilidad el requerimiento del Señor, el encargo de la guíanza de cualquier fracción de la Iglesia, ha de tener muy en cuenta que las ovejas son de Cristo; que no es para aprovecharse de la lana de sus ovejas, ni para alimentarse de su carne, sino para permanecer fieles al servicio de la causa fundamentada en la verdad, para apacentar el rebaño, es decir para fortalecer su vida espiritual mediante una verdadera atención. De lo contrario, sin escuchar esta Palabra, o sin ponerla en práctica, al final no se recibirá el premio inmortal de la gloria.


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