viernes, 7 de junio de 2013

El Señor es mi pastor nada me falta.


La meditación de estas enseñanzas del Señor es fuente de confianza. Él sabe que somos débiles y limitados, que necesitamos de Él, por eso nos dejó la puerta abierta para que le pidamos, ante nuestras dificultades y la necesidad de salvación. Es para nosotros una seguridad saber que Dios es justo y misericordioso. Nos dice San Pablo puede que un hombre muera por su amigo, pero que lo haga por alguien contradictorio, no lo hay. En el Caso de Cristo, murió por todos nosotros pecadores infractores de la Ley divina; extraviados de los caminos del Señor, injustos y carentes de fe. Aun más solo Dios mismo podía redimirnos a costa de su dolorosísima pasión y muerte, a precio de su sacratísima sangre. «Puso la oveja sobre sus hombros, porque, al asumir la naturaleza humana, Él mismo cargó con nuestros pecados» (S. Gregorio Magno, Hom. in Ev. 2,14,3). Dios lleno de amor loco, enamorado de sus ovejas, siempre está dispuesto, nos llama a cada uno. Depende de nosotros atender el llamado o poner oídos sordos. El mismo va donde el descarriado, pero desafortunadamente y éste muchas veces se niega. En tal caso la culpa es de quien no acude para recibir la gracia.

Las murmuraciones de fariseos y escribas, las aprovecha nuestro Señor Jesús para ilustrar el anhelo grande de Dios por salvar a cada uno de los hombres. Muchos creemos estar en el grupo de las noventa y nueve, ¿no será más bien “la extraviada”?. Creemos que ser católicos es ir a misa solamente y basta; es necesario pero no lo suficiente. Y en muchos casos la persona acude por cumpli-miente. El amigo de Jesús se caracteriza por ser su reflejo, se basa en realidades no en supuestos, no por acudir simplemente; tiene definido el concepto de lo que es el pecado y sus consecuencias. Por lo general tratamos de justificarnos porque en el fondo estamos poniendo nuestro empeño en personas o en cosas y a Dios lo ubicamos en el lugar que no le corresponde. Sin comprenderlo somos idolatras, como nos dice el Papa Francisco: "La idolatría es sutil", todos nosotros "tenemos nuestros ídolos ocultos" y "el camino de la vida para llegar, para no estar lejos del Reino de Dios", implica "descubrir los ídolos ocultos".

Hoy celebra la Iglesia la solemnidad del Sangrante y Sagrado Corazón de Jesús. El Corazón amoroso de Cristo crucificado y resucitados es fuente de misericordia y de gracia. Cuanta falta hace mirar al crucificado con su corazón bombeando hasta la última gota de sangre por nuestro rescate. Pero también es motivo de mirar cuanta sangre inocente derramada en nuestro país a causa de intereses mundanos, cuantos desplazamientos, cuanta injusticia para los colombianos heridos por el odio, la violencia y la corrupción. Igualmente grave, pero no visto como tal; el aborto la ideología del género, el relativismo, el individualismo, las ansias del tener, del poder y de fama, causantes de muchos males para la humanidad y el medio en que nos corresponde vivir. Todo eso por nuestro silencio, nuestra inoperancia, nuestra permisividad y omisión.


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