jueves, 30 de agosto de 2012

Dichoso el sirviente a quien su señor lo encuentra trabajando


Santa Rosa de Lima, primera santa de Latinoamérica, ejemplo de pureza, entrega y apostolado.
La espera está en el corazón de la vida cristiana. El Evangelio no es tan sólo una forma de religión, sino que es el anuncio de la última etapa de la historia. Jesús vino de Dios para suscitar un pueblo, o comunidades, que preparen su vida para cuando acontezca el cara a cara del juicio particular. "Por tanto, estad también vosotros preparados", o sea, preocupados por lo que será el mundo del mañana. Despiertos y lúcidos en todo lo que toca a la verdad; nunca quedarse en las preocupaciones, las ambiciones y las ideas tranquilizantes. Nos invita a buscar nuestra seguridad en el crecimiento de los valores humanos y espirituales que nos impulsen a confiar en Dios y a superar la inseguridad.

Dios conoce nuestra intención, nuestra rectitud, nuestra lealtad y nuestra pureza. Si bien es cierto que Dios no desampara a nadie; es una realidad palpable que a quienes actúan de esta manera les será escuchada las suplicas y serán tendidos en cuenta para cosas mayores. Este es uno de los textos que quieren convencernos de la increíble sencillez de Dios, de su cordialidad y su espíritu de servicio cuando quiere manifestarse a sus servidores (Gén 18,22; So 3,17).

"Pero si ese siervo fuese malo y dijera en sus adentros: «Mi amo tarda", Mi patrón llegará tarde. Los encargados pueden traicionar su misión. Más a menudo cometen el error de no ver más que el buen funcionamiento de las instituciones, y olvidan la o las venidas de Cristo. Dios viene en cada momento a través de los acontecimientos que echan a perder nuestros planes. Por tanto la Iglesia no debe contar demasiado con la planificación de su actividad; ¿quién sabe lo que Dios nos reserva para mañana? Más bien debe cuidar la oración, la disponibilidad y el apostolado para que el Señor le conceda estar en la mejor posición cuando agite nuestro pequeño universo. ¿No hay ninguna otra venida más cercana ante la cual nos convenga estar siempre preparados?

“¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente” quien escucha la voz de Dios y la vive. A pesar de las falsas teologías, de las corrientes materialistas, de la acción del anticristo, que quieren imponer la anti iglesia, individual o colectivamente; esta es la operación actual del astuto. Y no se nos debe hacer extraño ni invisible puesto que esta contenido en las profecías.


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