jueves, 4 de julio de 2013

Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida


Que concordancia podemos encontrar en la primera lectura y el santo Evangelio, la fe, la obediencia a Dios, la misericordia y el poder de Dios. Cuando leemos estos pasajes vienen para muchos como fabulas, como una de tantas presentadas en los medios, que se repiten hasta el acondicionamiento de la mente especialmente de los niños. De tal manera que para tantos, las lecturas sagradas no digan nada, puesto que la mente está acostumbrada a lo irreal, de manera que quien lee o escucha la palabra de Dios, con actitudes ya preconcebidas, no son capaces de reconocer el poder de Dios que actúa en cada quien y en todos los tiempos.

Admirable y ejemplarizante la fe y la obediencia a Dios; de paso, la fe y la obediencia van de la mano. Gracias a estas características especiales de Abrahán, Dios en esa época, continúo su plan de salvación de la humanidad. Cuando Abrahán expresa “Dios proveerá…” nos está mostrando a nosotros que en Dios si se puede confiar, como siempre él lo hizo; hizo vida lo que después dirá el Evangelio: “gratis lo recibisteis, dadlo gratis”. Por eso, aunque no entiende, ni comprende… confía. No se reserva a su único hijo legítimo, obedece y confía porque sabe que Dios cumple sus promesas. Lo que traduce para nosotros, que también debemos confiar en Dios, aceptando su divina voluntad y por medio de la oración, pedirle la gracia para vivirla.

Así como aconteció con el paralitico que fue perdonado de sus pecados que le tenían paralizado su espíritu e inhabilitado físicamente. Nosotros también debemos permitir que el Señor nos perdone, ¿Cuánto? No importa. Dios es el único que perdona y nos da la gracia para perdonar a nuestros semejantes, y Jesús por medio de estos testimonios, quiere demostrarnos que Él es “el que quita el pecado del mundo” (Jn 1, 29). Para que nos pueda salvar, nos pueda sanar, porque es el Dios de la vida y nos pueda proteger, porque nos ama intensamente, a cada quien de manera personal. Aunque de por medio haya intereses materiales, políticos o religiosos; aunque se opongan ilustrados, famosos o poderosos, que quieran indicarnos lo contrario. Aunque haya críticas, oposiciones o persecuciones, “llegará el día en que incluso los maten y crean que están dando gloria a Dios”(cf. Mt.24, 4-14) No obstante en el único que debemos confiar es en el Señor de la vida, de la verdad y el camino a la trascendencia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario