lunes, 29 de julio de 2013

Bendigo al Señor en todo momento


San Juan destaca el papel importante del Espíritu Santo para guiarnos en la verdad y en el amor.
Guiados por Él no tendremos que dudar de nuestra fe, ni hablar mal, ni criticar sin fundamentos; pero ¿qué pensar cuando se trata de maneras de ser y de actuar dentro del seno de nuestra misma Iglesia? ¿Debemos apoyar a ciegas? Si Dios nos ha hecho libres y Nuestro Señor nos ha dejado su doctrina y el Espíritu Santo es quien nos guía, no podemos complacer el parecer de personas, ni corrientes sociales, mundanas. Es deber nuestro tomar conciencia y pensar de acuerdo con los criterios del evangelio y con docilidad dejarnos guiar por el Espíritu Santo. El verdadero cristiano, en primer lugar, por fe cree en el amor de Dios. Y nos dice san Juan “no es que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él nos amó primero y envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados”. El dinamismo del amor anima a toda la creación y tiene su fuente en Dios-Amor. Por eso Dios quiere habitar en comunión con nuestro espíritu.

En el pasaje del Evangelio encontramos la figura de santa Marta, inquieta por los trabajos domésticos, mas no de la persona de Cristo, por tanto se gana esta frase: «Marta, Marta, tú andas preocupada y te pierdes en mil cosas: una sola es necesaria”, en vez de escuchar al Señor se preocupa por María que está presta a las palabras del Señor. Muchas cosas son necesarias en la vida doméstica. Pero si con todo eso ya no queda tiempo para escuchar, para meditar la Palabra de Dios, incluso para hablar con Dios el dueño de todo; si no trabajamos por la dignidad de la persona, si no decimos o actuamos contra la injusticia, la corrupción y la violencia. ¿De qué vale esa vida?

“María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada” y para nosotros hoy que es lo que nos falta para que esa única y necesaria parte que no se nos quitara, podamos poseerla. ¿Si escuchamos la Palabra de Dios? ¿Si nos congregamos decididamente al grupo de Jesús sin miedo al qué dirán? ¿Si podremos dejar en segundo plano las cosas de este mundo para atender primordialmente lo necesario para la vida eterna? “Por lo tanto, busquen primero su reino y su justicia, y se les darán también todas esas cosas” (Mt. 6,33) – “Trabajen, no por el alimento de un día, sino por el alimento que permanece y da vida eterna. Este se lo dará el Hijo del hombre; él ha sido marcado con el sello del Padre” (Jn.6, 27) - «No es correcto que nosotros descuidemos la Palabra de Dios por hacernos cargo de este servicio” (Hch. 6, 2)


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