viernes, 6 de julio de 2012

Enviaré hambre, no de pan, sino de escuchar la palabra del Señor


El hecho de que Jesús haya llamado a Leví cuando estaba en su puesto de pago es algo poco común. En cambio es muy comprensible que los maestros de la Ley se sintieran mal en casa de un impuro y se pusieran aparte de sus vecinos de mesa. Jesús, sin embargo, les enseña que sólo encontrarán a Dios Padre si están dispuestos a aceptar a los pecadores.

Una de las novedades que trae Jesús es la supresión de las barreras sociales. Siendo las mas fuertes las del orden económico, político y religioso, y de ahí proceden los comportamientos sectarios. (cf.Mt 11,19; Lc 15,1; Lc 19,7)

"enfermo" pero esta en actividad como opresor al servicio del Imperio Romano. Y nuestro Señor Jesús lo llama "enfermo". No quiere destruirlo sino reconstruirlo. “Dios lo hace con pincel o con cincel” Jesús quiere que nosotros sepamos, que la primera víctima de la crueldad o de la opresión es el mismo cruel opresor, y por eso le trata de "enfermo". (cf. 1 Tim. 1, 15; Mt 12,7; Os 6,6)

Las palabras enriquecedoras del Evangelio de hoy son de actualidad. Jesús continúa invitándonos a que le sigamos, cada uno según su estado y profesión. Ir en pos del Señor implica dejar pasiones desordenadas, la atrampa, la codicia, la ilegalidad, mal comportamiento familiar, pérdida de tiempo, las discriminaciones, para asistir al banquete eucarístico, porque allí retomaremos la misión que Dios tenia preparada para cada uno nosotros desde nuestra creación; nos volvemos sensibles a los susurros de divinos y humildes para vivir la voluntad de Dios. «Un cristiano no es dueño de sí mismo, sino que está entregado al servicio de Dios» (San Ignacio de Antioquía).


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