Entonces si andamos como ovejas sin pastor, ¿Qué hacer? Acudir a Dios a ejemplo de Salomón para pedirle “Da a tu siervo un corazón dócil para gobernar a tu pueblo, para discernir el mal del bien, pues, ¿quién sería capaz de gobernar a este pueblo tan numeroso?» quien podrá vivir conforme a la divina Voluntad de Dios, en medio de este pueblo tan relativizado, tan egoísta, mercantilista, tan interesado, tan falto de paz, tan soberbio, tan idolatra de dioses terrenos. Solo Dios puede tener la solución, solo El llena los corazones vacios. Solo Dios da la luz, ante la ceguera espiritual; da el discernimiento de lo bueno y lo malo; da la gracia del trabajo desinteresado, solo El da la paz, la salud y la vida.
Todos los momentos son buenos para evangelizar, Jesús nos enseña a aprovecharlos y hasta cambia lo programado para enseñar a la gente; su mayor deleite son las almas que quieren buscarlo, sin importar su condición. De hecho hay muchas personas valientes y generosas que a imagen de Cristo, lo hacen; que “huelen a oveja” porque la encuentran y la cargan. Pero también hay quienes lo hacen faltos de la misma actitud y aptitud, creyendo ser los mejores.
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