jueves, 31 de enero de 2013

La luz y la medida


Nuestro Señor Jesús, hoy a manera irónica nos indica que debemos dejar nuestro egoísmo para darle sentido a su Palabra y a la realidad del Reino de Dios. Sería absurdo poner una luz debajo de la cama, para impedir que irradie, para imposibilitar la visión. Asimismo al tener la luz providente, sería un acto egoísta negarla a los necesitados, que lo somos todos. Como hemos podido comprender a pesar de que la ley de Dios esta infusa en nuestro ser, es necesario que el Evangelio sea luz para los que están en la oscuridad por la vida de pecado, para que hallen el conocimiento de Dios, para que se conviertan optando por una vida nueva tras las huellas de nuestro Señor Jesús.

Dios quiere que nuestra voluntad y nuestro deseo se dirijan a él, a nuestra familia, y a los que nos rodean. Aunque seamos instrumentos inútiles, Dios se vale de los hombres para salvar al hombre. Quiere cristianos católicos con luz encendida para ponerla al servicio del conocimiento de Dios para llegar a la fe, para recibir el amor de Dios que hemos de dar a los demás; para recibir los dones divinos que nos hacen virtuosos; y a medida de nuestra entrega el Señor nos va concediendo la fortaleza para vivir en conformidad a la voluntad de Dios.

“Prestad atención a lo que oís.” Lo que traduce en un acto sincero con Dios, con disposición de dialogo espiritual, en intimidad con Dios, para reflexionar sobre nuestra condición y conducta. Es posición indispensable para poder optar por una nueva manera de pensar y de vivir. “al que tiene se le dará; y al que no tiene incluso lo que tiene se le quitará.” Podemos adquirir muchos conocimientos diversos, pero si no los ponemos al servicio, estos se olvidan, y el ilustre se dispone al retroceso. Cuanto mayor será si no vivimos, ni hablamos, ni damos testimonio de Dios. El Evangelio ha de comunicarse, necesita “decirse”, necesita ser escuchado. El Evangelio en si enlaza una exigencia de crecimiento personal, de madurez interior, y de servicio. El testigo del evangelio esta para expandir la buena noticia, ponerla en el candelero y dejar que alumbre a todos los de la casa. Los dones que Dios pone en cada uno de nosotros deben producir; y san Palo nos presenta una lista en su carta a los cristianos de Roma Cap.12 del 6 en adelante.


No hay comentarios:

Publicar un comentario