sábado, 31 de mayo de 2014

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?


Cerramos el mes de mayo y también la semana litúrgica con la fiesta de la Visitación de la Virgen María. Hoy es día de invitación a creer, que Dios aumente nuestra fe. Nuestra Madre donada, en medio de su sencillez y humildad supo dejarse moldear para dar la respuesta acertada, el “fiat” decidido al Padre. Este acto que transformó la historia de la humanidad. La santísima virgen niña, tenía razones especiales para cuidarse, permanecía en oración en el hogar con Ana y Joaquín, allí en Nazaret. Por tanto necesitaba tiempo para asimilar su inesperada maternidad. Sin embargo primó el sentido de servicio y fue con prontitud a cuidar y a confortar a su prima Isabel que vivía en Ain Karin, a una distancia aproximada de 160 kilómetros. La realidad viva del Verbo encamado en ella la impulsa a no detenerse en sí misma y la abre a la dimensión del servicio.

Este ejemplo de María es para nosotros motivo de reflexión – a ¿cuantos kilómetros esta quien nos necesita? ¿Cuántos ancianos o enfermos esperan una visita allí a unos pocos pasos? Tú, en más de una ocasión, has sentido algo semejante? Ella en vez de quejarse de su sacrificio, llega entregando su voluntad de servicio, su alegría y su paz y hasta el nonato Juan salto de gozo. Todo encuentro con Dios produce alegría y paz. Isabel inspirada por el Espíritu Santo, hace un reconocimiento sincero en tono de agradecimiento y María en vez de esperar elogios proclama el magníficat para glorificar a Dios.

"Madre del Crucificado…, María pues es la que conoce más a fondo el misterio de la misericordia divina. Sabe su precio y sabe cuán alto es. En este sentido la llamamos también Madre de la misericordia…, sabiendo ver primeramente a través de los complicados acontecimientos de Israel, y de todo hombre y de la humanidad entera después, aquella misericordia de la que « por todas la generaciones » nos hacemos partícipes según el eterno designio de la Santísima Trinidad." (San Juan Pablo II)


viernes, 30 de mayo de 2014

Dios es el rey del mundo


Cuando se leen las Epístolas de san Pablo se las encuentra siempre llenas de la presencia de Jesús. Su nombre está en cada página. ¡No era simplemente una "manera de hablar"! Pablo y Jesús vivían juntamente. Continuamente se comunicaban uno al otro. ¡Una oración incesante, dirá un día! (Rm 1,9) La iglesia primitiva tenía la convicción, estaba convencida de la Presencia de Cristo y esto formaba su fuerza. En las dificultades cotidianas se agarraban a esta certeza. Y por tanto el Señor les animaba, «¡No temas!» «¡Estoy contigo!»

Al reflexionar caemos en la cuenta de que para nosotros hoy día nos falta más convencimiento para poder manifestar un sentimiento puro y testimonial a la hora de transmitir el mensaje evangélico. Nos falta hacer más oración, mas comunicación con Dios. Danos también, Señor, esta seguridad.

Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría” dice el Señor. “Al ir iban llorando, llevando la semilla” ¿Van a llorar siempre? Ciertamente no: “Al volver vuelven cantando, trayendo sus gavillas” (Sal 125,8). Y tendrán razón de alegrarse porque traerán gavillas de gloria. Pero, me diréis, eso no llegará hasta el último día, cuando la resurrección, y la espera es muy larga. No perdáis el ánimo, no cedáis a estos infantilismos. Esperando, recibiréis “las primicias del Espíritu” (2Co 1,22), suficientes para sembrar desde hoy en el gozo. Sembrad en justicia, dice el Señor, y cosecharéis la esperanza de la vida. Ya no os envía al último día, en el que todo os será dado realmente y ya no sólo en esperanza. Os habla del presente. Ciertamente, nuestro gozo será grande, nuestra alegría infinita, cuando empezará la verdadera vida. Pero la esperanza de un gozo tan grande no se puede dar sin gozo ya desde ahora.” ( San Bernardo)


jueves, 29 de mayo de 2014

El Señor revela a las naciones su victoria.


Los Hechos de los Apóstoles nos narra que Pablo esta en Corinto, ciudad en la que va a permanecer año y medio. Pablo se unió al matrimonio Aquila (esposo) y con su esposa Priscila, con quienes compartió el oficio de fabricar tiendas. Pablo obrero, para sí y pata Dios, modelo para los evangelizadores de hoy. Ante la negativa de los judíos en la región, no se desanima sino que busca alternativas para el cumplimiento de la tarea impuesta por quien es dueño de todo.

El pasaje del santo Evangelio de hoy nos presenta el señor una promesa importantísima, “Pues sí, os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.” La aparente alegría en que el mundo vive, no es real. Cual alegría puede haber cuando el hombre para obtener algo que le pueda colmar sus apetencias, viola los derechos, la justicia y la convivencia, comete abusos, su comportamiento es individualista y mezquino. Y en el fondo lo que existe es una gran esclavitud por la ignorancia de las cosas y de la voluntad de Dios.

La alegría es un don divino, por tanto no os dejemos que nos roben la paz, ni las personas, los acontecimientos ni nuestras apetencias. Para ello debemos revisar permanentemente nuestra relación y nuestro dialogo con Dios. “Pero poco más tarde me volveréis a ver.» la ausencia de nuestro Señor Jesús es aparente, él está siempre con nosotros, está más cerca de lo que no podemos imaginar, esa presencia se caracteriza por el respeto a nuestra libertad donada. Lo podemos ver dependiendo de nuestro estado de gracia y su voluntad: “ustedes me verán, porque yo vivo y ustedes también vivirán.” (Jn.14, 19) La presencia de Jesús siempre es motivo de alegría. Su ausencia es causa de tristeza y confusión. De todas maneras tarde o temprano, el hombre vera al señor el día del juicio individual.



miércoles, 28 de mayo de 2014

Llenos están el cielo y la tierra de tu Gloria.


Mucho se puede decir sobre lo acontecido con san Pablo en Atenas cuando se asomo al “Areópago” lugar de exhibición de los diferentes dioses esculpidos por el mundo pagano. Los resultados al parecer muy pobres después de su prédica, “Pablo se marchó del grupo. Algunos se le juntaron y creyeron, entre ellos Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris y algunos más. Después de esto, dejó Atenas y se fue a Corinto” con este número pequeño basto para que el Cristianismo surgiera. Desde el punto de vista pastoral, la estrategia de Pablo es impecable. Y, sin embargo, no hay un nexo causal entre buena estrategia y éxito. La fe es algo más que el producto de una buena comercialización.

El evangelio de san Juan, nos va madurando en el conocimiento de la persona y el obrar del Espíritu Santo, para ayudarnos a entender lo qué sucede para que creamos o no creamos. Hay cosas con las que no podemos entender por ahora. Muchas cosas resultan siendo inconclusas al conocimiento humano, solo el Espíritu Santo, es quien nos concede chispazos de la ciencia infusa, perdida por el pecado. Para poder obtener la luz, el conocimiento, “El Espíritu de la verdad os guiará hasta la verdad plena.”

"Lo que nuestro espíritu, es decir, nuestra alma, es para nuestros miembros, eso mismo es el Espíritu Santo para los miembros de Cristo, para el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia"; (san Agustín)… El Espíritu Santo hace de la Iglesia "el Templo del Dios vivo" (2 Co 6, 16; cf. 1 Co 3, 16). «En efecto, es a la misma Iglesia, a la que ha sido confiado el "don de Dios" [...] Es en ella donde se ha depositado la comunión con Cristo, es decir, el Espíritu Santo, arras de la incorruptibilidad, confirmación de nuestra fe y escala de nuestra ascensión hacia Dios [...] Porque allí donde está la Iglesia, allí está también el Espíritu de Dios; y allí donde está el Espíritu de Dios, está la Iglesia y toda gracia» (San Ireneo de Lyon).” (Catecismo)


martes, 27 de mayo de 2014

Señor, tu derecha me salva.


“Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia.” Lo cual no se trata de una experiencia individual de actos por su propia capacidad o un simple esfuerzo de supervivencia. Lo esencial de la fe es la adhesión incondicional a la persona de Jesús. Es verdad que este afecto implica, en la práctica, muchas cosas, pero, sin ella, todo lo demás carece de sentido y se hace insoportable. Sin embargo muchos creyentes experimentan la dificultad del proceso evangélico y exclaman “¡Qué complicado es todo esto!”. Al parecer por una cantidad inmensa las creencias, las normas y ritos, que no concuerdan con su tiempo disponible, acosados muchas veces por los afanes del mundo y que se sienten coartados en su libertad. “¡Sólo quien ve en la propuesta de Jesús un camino más liberador se arriesga a circular por él!”

“Ahora me voy donde Aquel que me envió” pero no dejará solos a sus discípulos y por consiguiente a nosotros; nos ha enviado el Espíritu Santo, la tercera persona de la santísima Trinidad. Anunciándonos que la presencia del Espíritu Santo es la que hará que lleguemos a comprender plenamente la persona de Jesús, sus palabras, sus obras y su voluntad. El Espíritu Santo es quien mostrará la verdad a la humanidad ciega, sorda, relativizada, individualista e indiferente, incapaz de encontrarle el sentido trascendente a la vida con Dios.

“Rebatirá al mundo en lo que toca al pecado, al camino de justicia y al juicio.” Nuestro Señor Jesús no hace ver la gravedad del pecado y que causara juicio, al no creer en Jesús. Que grave es pues la idolatría a las personas y a lo material, esto nos incapacita para reconocer la Justicia de Dios en Jesús. Todos nos dejamos seducir por las insinuaciones del maligno, todos nos dejamos engañar con trivialidades. Por eso constituye en sí la sentencia al príncipe de este mundo, por lo tanto es sentencia a la maldad del mundo, que acusó y llevó a Jesús a la muerte. Pero Jesús vence la muerte, rescata a la humanidad del suplicio y oscuridad eterna, al resucitar al tercer día y es el Espíritu Santo quien concede el discernimiento necesario para ver la victoria de Jesús sobre la aparente autoridad que el maligno posea sobre la humanidad. Ya es el poder y la autoridad de Dios lo que prima. Por tanto se hace gravísimo el pecado porque el Señor nos dice: “Si yo no hubiera venido ni les hubiera hablado, no tendrían pecado. Pero ahora su pecado no tiene disculpa.” (Jn 15,22)


lunes, 26 de mayo de 2014

El Señor ama a su pueblo.


La primera lectura nos invita a salir de nuestro acomodamiento para ir donde está el que necesita de Dios, que al fin de cuentas somos todos. Esa aproximación es para abrir el camino donde el Espíritu Santo hará su obra en las almas. Nuestro Señor no se quedo en el templo de Jerusalén, sino que salió a llevar la invitación a todos, los tres años de su vida pública los paso recorriendo todo el territorio de Israel y sus alrededores. San Pablo hizo lo mismo fue a buscar, fue a donde el Espíritu Santo le inspiraba. Para ir a conformar comunidad eclesial, como signo de vida nueva con la práctica de las obras de misericordia. Y que a la vez es el rescate de la oveja perdida.

En el tiempo las palabras y las obras de Jesús serán ratificadas por el Espíritu Santo. Jesús no habló ni actuó por cuenta propia, sino en nombre del Padre. El vino a decir y hacer lo que el Padre le encomendó. También el Espíritu Santo, en obediencia al Padre quien lo envía, será el que confirme la obra de salvación realizada por Jesús en el mundo. También sus discípulos darán testimonio, porque han participado del mismo Espíritu. Ellos, como Jesús, no hablan ni actúan según su propio parecer o capricho, sino según la voluntad de Dios. Asimismo es el Espíritu Santo quien actúa en la obra misionera. De manera que si queremos ser sus discípulos debemos ser obedientes y con docilidad a la inspiración divina para hacer siempre la voluntad de Dios. Y no nuestra propia voluntad, porque también debemos dar testimonio, lo cual demanda entrega y sacrificios.

Ofrece tu fe para castigar la incredulidad; ofrece tu ayuno para poner fin a la voracidad; ofrece tu castidad para que muera la sensualidad; sé ferviente para que cese la maledicencia; haz obras de misericordia para poner fin a la avaricia; y para suprimir la tontería, ofrece tu santidad. Así tu vida se convertirá en tu ofrenda si no ha sido herida por el pecado. Tu cuerpo vive, sí, vive, cada vez que matando el mal en ti, ofreces a Dios virtudes vivas.” (San Pedro Crisólogo)


sábado, 24 de mayo de 2014

Aclama al Señor, tierra entera.


Dios se vale del hombre para salvar a los hombres – el Espíritu santo por medio de un sueño le inspira a san Pablo que debe entrar a Europa, para que el cristianismo haga su presencia en ese continente. Tanto tiempo que ocurrió y hoy no pareciera que ese continente conociera el mensaje de Dios. Cuando nos enteramos del individualismo, de la indiferencia, de la idolatría, la exploración y tantos otros defectos que no agradan a Dios. Culturas que hacen carrera y que contaminan la humanidad. Y tampoco es ajeno a nuestro continente suramericano, a donde fue traído el mensaje de Cristo, en su mayoría por los españoles; las personas tienen los pies en este continente hermoso y su cabeza en Europa o en Norte América.

A partir de este pasaje, el evangelio de Juan cambia el tono del lenguaje. Hasta aquí ha venido hablando del amor como valor supremo de la vida cristiana. Ahora Jesús hablará del odio y la persecución de que serán objeto sus seguidores. Como profesa se hace realidad, por el comportamiento incoherente de los cristianos de hoy, la gente no ve como un aliciente el camino católico a seguir; y de ahí que hay una “persecución contra la Iglesia” que es fruto de nuestro pecado, o de nuestra incapacidad para conectar con el mundo de hoy. Si Jesús fue perseguido por este “mundo”, sus discípulos correrán la misma suerte: No es el siervo más que su amo. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán.

Una rama de la esclavitud padece la humanidad es la ignorancia; por eso el rechazo se basa en el desconocimiento respecto del Padre de quien procede Jesús, en el desconocimiento de la voluntad de Dios, en el desconocimiento de la trascendencia y en el desconocimiento de una vida mejor de la mano de Dios quien nos ama y en cuya comunión deberíamos vivir como sus discípulos. Quienes deben caracterizarse por la lucha contra el mal y el pecado que se encuentra en el interior de cada hombre y en el mundo. Por esto, Jesús resucitado es luz, luz que ilumina las tinieblas del mundo. Hoy la iglesia conmemora el nombre de María Auxiliadora, que ella con su amor de madre nos ayude a emprender el camino de la nueva evangelización.


viernes, 23 de mayo de 2014

Te daré gracias ante los pueblos, Señor


Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables: que os abstengáis de carne sacrificada a los ídolos, de sangre, de animales estrangulados y de la fornicación.” Son los resultados de la asamblea de Jerusalén, en ella encontramos que fue la inspiración del Espíritu Santo en Santiago, que a más de uno puede parecerle tímida, contemporizadora, de escasa fuerza profética. Pero nos demuestra Dios que es la manera de ir conduciendo una comunidad en cada nueva encrucijada. A unos y a otros el Espíritu Santo los iba modelando para evitar un cisma.

Por otro lado podemos destacar la convicción de Pablo y Bernabé, la manera como se condujo la asamblea, la conclusión a que se llego por consenso, la comunicación dirigida a la comunidad y el envío de refuerzos, Silas y a Judas, como testigos del asentimiento y como representantes que resultan siendo más importantes que cualquier documento. Esta resolución fue motivo de beneplácito y de impulso misionero.

Haciendo un análisis del mensaje culmen, podemos decir que hoy quizás no sea necesario dar explicación detallada pero sin embargo, “carne sacrificada a los ídolos, de sangre, de animales estrangulados” en los pueblos paganos se hacían sacrificios a dioses falsos a imitación de o que ofrecía el pueblo de Israel. Y comparándolo con lo que ocurre hoy, siempre el maligno es un “copietas”, se vale de sus servidores para hacer ritos en su honor y para tener actos de que acusarlos en el juicio.

El pasaje del Evangelio de hoy una vez más se centra en el refinamiento del mensaje de nuestro Señor Jesús: el amor. Y destaca la amistad como una de las manifestaciones del amor. Como símbolo de sinceridad, lealtad y acompañamiento solidario. Dios es quien se fija en el interior de las personas para elegirlas conforme a su santa voluntad. “Soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure.” Con esta frase el Señor una vez más nos exige el cumplimiento de la obra con fe por amor. “Y Esto os mando: que os améis unos a otros.” Siendo así podréis vivir en comunidad y en amistad solidaria. Son las bases fundamentales del gran proyecto de Dios para toda la humanidad. Pero como podemos ver la humanidad prefiere los ídolos, las guerras, el egoísmo, en hacer actos para que el enemigo los pueda acusar en el juicio, al cual tendremos que comparecer todos.


jueves, 22 de mayo de 2014

Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.


La asamblea de Jerusalén llega hoy a la hora del diálogo y del discernimiento. En el desarrollo del concilio, hay tres oradores que han pedido la palabra: Primero interviene Pedro y habla apoyado en la Palabra de Dios, expone la tesis central: … “Dios, que penetra los corazones, mostró su aprobación dándoles el Espíritu Santo igual que a nosotros. No hizo distinción entre ellos y nosotros, pues ha purificado sus corazones con la fe.” Por eso creemos los no judíos, nosotros, que nos salvamos por la gracia del Señor Jesús, como él mismo nos lo ha dicho: («Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.”(Jn. 13,6)

A continuación, intervienen Bernabé y Pablo y exponen los acontecimientos en los pueblos donde hay ido a llevar la buena nueva, como testimonio de los muchos que habían acogido el llamado al “camino”. Y luego interviene Santiago, exponiendo como conclusión lo anunciado por los profetas y sugiere unas resoluciones de compromiso para apaciguar a todos: “No hay que molestar a los gentiles que se convierten. Basta escribirles que no se contaminen con la idolatría ni con la fornicación."

En el Evangelio de hoy nuestro Señor Jesús reitera con insistencia el poder del amor. “Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros y vuestra alegría llegue a plenitud.“ Con el hecho de amar a Dios él mismo nos da la gracia para amarlo verdaderamente y para amar a nuestros semejantes, y a todos nos colma de una alegría sin fin. Es una promesa de Dios para todos sin distinción; es el mismo amor que el Padre tiene por el Hijo, el Hijo lo tiene por sus discípulos de todos los tiempos. Ese amor renace de una opción radical por el proyecto de Dios que es vida digna y abundante para todos. Tres frases condensan la novedad del amor cristiano: dar su vida, guardar los mandamientos, prioridad del amor divino. Jesús indicó el orden que permitirá que nazca ese amor. Pide ante todo que compartamos su pensamiento, el sentido de sus palabras, guarden mis mandamientos. De este modo podremos ser sus amigos, conocerlo como una persona que nos ama y cuyo Espíritu compartimos, para ser capacitados y producir el fruto auténtico que brota del único árbol, Cristo.


miércoles, 21 de mayo de 2014

Vamos alegres a la casa del Señor.


La lectura de los Hechos de los Apóstoles nos narra lo que motivo el primer concilio, también llamado el “concilio de Jerusalén”. En los dos días siguientes veremos cómo se desarrollo y en lo que concluyo. Lo que motivo la discusión fue el querer continuar con los mandatos de Moisés, que un hecho físico sería motivo de salvación y el abierto contraste de la interpretación de Pablo, conforme la centralidad de lo que enseñaba nuestro Señor Jesús. Esto impulso el viaje de Pablo y Bernabé y su comitiva a Jerusalén para consultar a los apóstoles y presbíteros.

“Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador.” La imagen de la viña y la vid es muy utilizada en el antiguo testamento. El pueblo aparece como la viña cuidada por Dios, el viñador. Pero si la viña no produce los frutos esperados de justicia y solidaridad circundante, entonces el viñador se enoja y la destruye. Pero si los produce, los poda para que den más. Nuestro Señor Jesús quiere tomar esta imagen de la vid para reinterpretarla con la libertad.

“El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante, porque sin mí no podéis hacer nada.” Es un llamado y la respuesta a este llamado depende de cada uno de nosotros, el Señor no quiere obligarnos, respeta nuestra libertad, pero se duele por nuestra ineptitud. Como sus sarmientos debemos permanecer adheridos a Jesús dando frutos, permanecer y dar fruto, dos realidades que van íntimamente relacionadas. Estar unidos a Jesús implica asumir el proyecto del Padre y la praxis fructífera para el Reino.

La independencia sin la ayuda de Dios resulta infructuosa, lo que hacemos con nuestras solas fuerzas es estéril. Puede que sirva para maquillar un poco la realidad en la que nos movemos, pero no para dar el fruto que exige el dueño de la viña. Esto explica, en buena medida, muchos de nuestros fracasos evangelizadores. Creemos que las personas y las situaciones van a cambiar en la medida en que nosotros nos esforzamos para que así sea. Pero a menudo olvidamos que sólo el Espíritu Santo es quien penetra los corazones en imprime en el alma los cambios indispensables.


martes, 20 de mayo de 2014

Que tus fieles, Señor, proclamen la Gloria de tu reinado.


Hay muchísimas personas e instituciones de todo tipo dedicadas a trabajar por la paz. Como anhelo cumbre en vista de tanta violencia, de tanta desigualdad e injusticia. De manera que es motivo de surgimiento de propuestas de diferente índole. Pero también quizás muchos no entienden el sentido de la paz. La paz que Jesús anuncia es una realidad que va más allá de la ausencia de guerra y que implica una forma de entender la vida de hijos, las relaciones con Dios, el comportamiento con nuestros semejantes y con el medio donde Dios ha querido que vivamos.

Dar la paz, desear la paz, era un saludo corriente en los tiempos de nuestro Señor Jesús, pero Él nos dice: «La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo.” De modo que se encuentra allí en esta expresión la necesidad de la conversión, de la misión, la obra en el cercano. La paz de nuestro Señor puede llegar allí donde hay un corazón contrito y arrepentido, puesto que la paz verdadera viene como don de Dios a los que le manan por el cumplimiento de su Palabra como nos lo decía ayer.

Lo que significa que la paz no se hace solamente en los escritorios ni simplemente se imprime en documentos, la paz la hace cada quien desde el interior de su conciencia. De tal modo que el Señor nos está diciendo que debemos prepararnos y ayudar a los demás para recibir el don de la paz. Este saludo de paz asume de este modo un lugar muy significativo de serenidad frente a la ausencia física de Jesús, de valor y ánimo en el anuncio misionero y profético. “Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre” En Jesús todos estamos, siendo por don, llamados a regresar al Padre, también nuestro por creación, al dueño de todo, porque esa es su gran voluntad.

Pertenece a todo creyente ser, en el mundo de hoy, un destello luminoso, un foco de amor y fermento para toda la masa (Mt 5,14; 13,33). Cada uno lo será según la medida de su unión con Dios. La paz no reinará entre los hombres si no reina primero en cada uno de ellos, si cada uno no guarda en sí mismo el orden querido por Dios... En efecto, se trata de una empresa demasiado sublime y demasiado elevada para que su realización dependa del poder del hombre dejado a sus solas fuerzas, aunque, por otra parte, tenga la más laudable buena voluntad. Para que la sociedad humana pueda llegar a ser la imagen más perfecta del reino de Dios, es absolutamente necesario el auxilio de lo alto...” (San Juan XXIII)


lunes, 19 de mayo de 2014

“Os predicamos el Evangelio, para que dejéis los dioses falsos y os convirtáis al Dios vivo”


No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre da la gloria” nosotros somos imperfectos por el pecado, aun tratando de cumplir lo ordenado por Dios. Sencillamente porque somos débiles y en cualquier momento caemos. Fuimos regenerados por el bautismo, sin embargo seguimos pecando, en muchos casos nos alejamos de Dios y hasta llegamos a idolatrar dioses falsos, como es el dinero y personas.

"El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama; al que me ama lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él.» las cosas de Dios no solo son para tenerlas por conocimiento es indispensable ponerlas por practica. Quien practique los mandamiento le implica abandono, renuncias y actitudes y cuando nos toca a nosotros dejar el hombre viejo para continuar como hombre nuevo eso requiere reflexión y cambios de la praxis, lo cual no es fácil – por tanto ha de ser con la ayuda de Dios.

El amor es el supremo “mandamiento” de Jesús. Quien ama al Hijo es también amado por el Padre. Se establece un círculo de comunión amorosa entre el creyente, Jesús y el Padre. Tal vez es éste sea el fundamento de la fe. A la pregunta de Judas Tadeo sobre su manifestación al mundo, la respuesta de Jesús es una reafirmación de lo anterior: su manifestación se realiza a través de la habitación del Padre y el Hijo y del Espiritu Santo en el interior de quien se deja amar y se capacita para amar, para tolerar, para convivir en comunidad.

Según el Evangelio de hoy encontramos que la Palabra de Jesús es la Voluntad del Padre; el amor de Jesús es el amor del Padre; escuchar y vivir la Palabra de Jesús es abrirse a la plenitud del amor. El amor y la fidelidad a su Palabra, nos van transformando mediante la obra del Espíritu Santo quien confirma, clarifica e imprime en el alma la Palabra del Hijo. De ahí que la Santísima trinidad se haga comunidad con la comunidad cristiana. “Los que tienen al Espíritu por maestro no tienen necesidad del conocimiento que viene de hombres pues, iluminados por la luz de este Espíritu, miran al Hijo, ven al Padre y adoran las Personas de la Trinidad, el Dios único, que por naturaleza es uno de manera inexplicable.” (Simeón, monje griego)


sábado, 17 de mayo de 2014

Dichosos Cantemos las maravillas del Señor. Aleluya.


Debemos cambiar nuestra manera de pensar para cambiar la manera de actuar. Mira la primera lectura y encontramos los celos de de quien quiere hacerse dueño de las cosas de Dios; como codependencia emocional. Cuando la verdad es que ni la tenemos ni convencemos, quien hace la obra es el Espíritu Santo, nosotros somos imperfectos siempre y no podemos llega al alma de las personas. Pero si podemos oponernos a que la voluntad de Dios sea una realidad.

En la lectura de Evangelio, una vez más el Señor quiere afianzarnos su identidad, valiéndose de la tan profunda intimidad recíproca que existe entre Él y el Padre. «Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí» Lo que Jesús dice y hace encuentra su fuente en el Padre, y el Padre se expresa plenamente en Jesús. Pero Felipe, en nuestra representación, hace la pregunta inquieta, como intuición justa: «Muéstranos al Padre y nos basta» Ver al Padre es descubrir a Dios como origen, como vida, como generosidad, como don, como misericordia, como providencia, como justicia, como voluntad que renueva cada cosa. Procedemos de Dios, y cada hombre, aunque no sea consciente, lleva el profundo deseo de volver a Dios.

Dios quiere participarnos de su vida, quiere que reencontremos la casa paterna como hijos pródigos para permanecer allí para siempre, lugar que lo contiene todo en abundancia, más de lo que podamos imaginar, para colmarnos de felicidad.

Por eso, hijos de los hombres, ¿Hasta cuándo seréis duros de corazón? (Sal 4,3). ¿Por qué no reconocéis la verdad y creéis en el Hijo de Dios? (cf. Jn 9,35). Mirad que diariamente se humilla (cf. Flp 2,8), como cuando vino desde el trono real, (Sab 18,15) al seno de la Virgen. Él mismo viene diariamente a nosotros en humilde apariencia. Cada día baja del seno del Padre al altar, en manos del sacerdote. Y como se mostró a los santos apóstoles en carne verdadera, así también ahora se muestra a nosotros en el pan sagrado.” (san Francisco de Asis)


viernes, 16 de mayo de 2014

“Dios ha cumplido su promesa resucitando a Jesús”


Es la quinta vez que en el Evangelio de san Juan nos dice el Señor “Yo soy” 8nsiste reiteradamente su identidad para que no haya duda en nosotros. Quiere decirnos hasta el cansancio que El es un todos para nosotros, hoy nos dice que Él es el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí.» no hay otro y no lo habrá. Quien quiera salvar su vida será a través de nuestro Señor Jesús. Por más que una persona quiera desconocerlo e intente solo creer solamente en Dios Padre, El mismo lo atraerá a nuestro Señor Jesús, puesto que es a quien le ha concedido esa heredad divina.

"Unidos a Jesús, buscamos lo que Él busca, amamos lo que Él ama. En definitiva, lo que buscamos es la gloria del Padre; vivimos y actuamos «para alabanza de la gloria de su gracia» (Ef 1,6). Si queremos entregarnos a fondo y con constancia, tenemos que ir más allá de cualquier otra motivación. Éste es el móvil definitivo, el más profundo, el más grande, la razón y el sentido final de todo lo demás. Se trata de la gloria del Padre que Jesús buscó durante toda su existencia. Él es el Hijo eternamente feliz con todo su ser «hacia el seno del Padre» (Jn1,18). Si somos misioneros, es ante todo porque Jesús nos ha dicho: «La gloria de mi Padre consiste en que deis fruto abundante» (Jn 15,8). Más allá de que nos convenga o no, nos interese o no, nos sirva o no, más allá de los límites pequeños de nuestros deseos, nuestra comprensión y nuestras motivaciones, evangelizamos para la mayor gloria del Padre que nos ama.” (Papa Francisco- “Evangelii Gaudium)

Las preguntas que debemos hacernos siempre ¿Miramos con los ojos del alma el actuar de Jesús, para que realicemos las obras del Padre? ¿Actuamos en nombre del Padre, o pretendemos hacer nuestro propio capricho utilizando el nombre de Dios? Si nuestra respuesta es una decisión de confiar en nuestro Señor Jesús, al reconocerle de esta manera es indispensable empezar por la oración, es decir con el dialogo, con el acercamiento para demostrarle nuestra amistad. (La siguiente oración sugerida:)

Señor Jesús, queremos seguirte como los primeros apóstoles a quienes llamaste para que estuvieran contigo'. Tú eres el camino hacia el Padre, por eso no podremos extraviarnos
si te seguimos. Tú eres luz, guía segura, señal de pista hacia la meta; sólo tú das sentido a nuestro vivir. Tú eres la verdad de Dios, eres nuestra raíz y nuestro cimiento, la roca firme, la piedra angular, el monte que no tiembla, el Verbo de Dios, el 'Amén', el Sí total, continuo y gozoso a la voluntad del Padre. Tú eres la vida de Dios, por eso nos animas y nos salvas de todas las muertes que amenazan con destruirnos. Tú nos acompañarás cuando atravesemos la frontera.
También entonces -entonces sobre todo- serás nuestro alimento, nuestro viático para el camino, continuarás llamándonos y nosotros te seguiremos: emprenderemos contigo nuestro último viaje. Tú, Señor, nos conduces, nos iluminas y nos salvas. Nosotros creemos en ti y no somos menos privilegiados que tus primeros discípulos: aunque te has ocultado a nuestra vista has puesto ojos en nuestro corazón y has reservado para nosotros una bienaventuranza: Dichosos aquellos que sin ver creerán en mí”


jueves, 15 de mayo de 2014

Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.


La primera lectura nos presenta a Pablo, llevando el kerigma a pueblos distantes de Jerusalén. Y la liturgia nos presenta a un santo muy humilde y sencillo que con su vida y ejemplo hace resaltar su santidad. San Isidro supo poner en la práctica estas palabras de Jesús: “No es el siervo más que su amo. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán”! san Isidro es bien venerado en muchas regiones de Colombia, especialmente los pueblo que viven de la agricultura. Lo recordamos por su sencillez y su actividad de labriego que realizaba todo con extrema fidelidad y oración constante, y de esta manera supo esconderse con Cristo en Dios.

El evangelio de hoy esta precedido por el relato del «lavatorio de los pies», donde Jesús da testimonio de servicio y con su ejemplo quiere que sus discípulos asuman con generosidad el verdadero sentido de servir y compartir. Nuevamente el Señor quiere resaltar su identidad “yo soy” y a la vez quiere poner en relieve los distintos escalones a manera de que nuestra soberbia no enaltezca frente a la voluntad de Dios. «No es el siervo más que su señor, ni el enviado más que el que lo envía». El mensaje es claro: quien sigue a Jesús no puede caer en el pecado de la soberbia, para sentirse superior o estar por encima de los demás; por el contrario, debe ser el servidor oportuno y humilde. Nuestro Señor enmarcaba todo dentro de la voluntad del Padre, quiso hacernos entender repetitivamente que El cumplía con fidelidad y agrado la misión encomendada.

“Como consecuencia, la Iglesia sabe «involucrarse». Jesús lavó los pies a sus discípulos. El Señor se involucra e involucra a los suyos, poniéndose de rodillas ante los demás para lavarlos. Pero luego dice a los discípulos: «Seréis felices si hacéis esto» (Jn 13,17). La comunidad evangelizadora se mete con obras y gestos en la vida cotidiana de los demás, achica distancias, se abaja hasta la humillación si es necesario, y asume la vida humana, tocando la carne sufriente de Cristo en el pueblo. Los evangelizadores tienen así «olor a oveja» y éstas escuchan su voz (cf. Jn 10,3).” (Papa Francisco . “Evangelii Gaudium)


miércoles, 14 de mayo de 2014

Permanezcan en mi amor


En la primera lectura se nos dice sobre la elección del Apóstol Matías. Como requisito, haber acompañado a Jesús durante su ministerio. Ser testigo de su resurrección. Para ocupar el puesto de Judas, echaron suerte, y le tocó a Matías; y quedó asociado al grupo de los once apóstoles. como símbolo de sucesión, así como después de los Apóstoles fueron sucediendo reemplazos hasta hoy. Para que la iglesia comunidad con Cristo tenga continuidad en el tiempo -“Soy yo quien os he elegido

Y el pasaje del Evangelio nos manifiesta la vida comunitaria con una base firme el amor. Y a renglón seguido nos indica que debemos cumplir lo que nos ha ordenado a fin de que podamos recibir la gracia de la paz y la alegría. Para vivir con alegría necesitamos conectarnos a la fuente del verdadero gozo, que es el amor de Dios, tal como se nos ha revelado en Jesús. El amor no tiene límites, hay que amar hasta el extremo, sin esperar a cambio el interés material, el único interés que debe mover el amor es el deseo de la salvación propia y la de los demás.

El “como” da una idea de causa: el Hijo ama a sus discípulos con el mismo amor divino que el Padre le tiene. Permanecer en este amor es cumplir sus mandamientos, es hacer caso a su mensaje, sus palabras y el cumplir la tarea, la misión. Siendo así y si el mundo permanece en la práctica de la violencia y la injusticia es porque falta el amor, la amistad con Dios y la acción encomendada. y no se debe solo a los alejados e indiferentes sino que también a nosotros los católicos, ya que la mente de los demás esta embotada por tanta apetencia de lo que ofrece el mundo y que aleja de Dios.

Seguirle no es el resultado de una iniciativa nuestra sino de una elección gratuita, como gratuita es toda amistad. “El encuentro personal con el amor de Jesús que nos salva: la primera motivación para evangelizar es el amor de Jesús que hemos recibido, esa experiencia de ser salvados por Él que nos mueve a amarlo siempre más. Pero ¿qué amor es ese que no siente la necesidad de hablar del ser amado, de mostrarlo, de hacerlo conocer? Si no sentimos el intenso deseo de comunicarlo, necesitamos detenernos en oración para pedirle a Él que vuelva a cautivarnos. Nos hace falta clamar cada día, pedir su gracia para que nos abra el corazón frío y sacuda nuestra vida tibia y superficial.” (Papa Francisco)


martes, 13 de mayo de 2014

"Se pusieron a hablar también a los griegos, anunciándoles al Señor Jesús"


“Fue en Antioquía donde por primera vez llamaron a los discípulos cristianos.” Es decir iglesia de Cristo; iglesia santa, con integrantes pecadores. Reconocedores de la grandeza de Dios, de su misericordia; y siguiendo con fidelidad sus enseñanzas hasta hoy día; preocupados por la sana doctrina y por su constante actualización sin cambiar las sagradas Escrituras. Los Hechos nos narra allá en los orígenes cuando la iglesia comienza a anunciar al Señor Jesús “también a los griegos” (como apertura universal). En Antioquía surge un tipo de comunidad muy diferente a la de Jerusalén. El paso de la nostalgia al riesgo. Los cristianos de Antioquía no hacen de la comunidad un refugio cálido, centrado en los asuntos internos, sino que se lanzan a anunciar a Jesús a “los otros” movidos por el Espíritu Santo y sin ayudas económicas. Bien distinto a lo de hoy día cuando nos mueve es el individualismo.

Es la fiesta de la Dedicación, la que se celebra en Jerusalén durante el período invernal. Jesús pasea por el pórtico de Salomón por el lado oriental, que mira al valle del Cedrón. Se le acercan algunos y le plantean una pregunta sobre su identidad, una pregunta que tiene aparente sinceridad, pero al parecer se debe más bien al interés y por tal se hace insidiosa y provocativa. Aunque Jesús ya había presentado antes de varios modos sus propias credenciales de Hijo de Dios.

Nuestro Señor Jesús se declara hijo de Dios. “Yo y el Padre somos uno.” Una nueva afirmación cristológica. En medio de nuestra religiosidad difusa, quizás tengamos que preguntarnos quien es Jesús. La respuesta no es lo que en algunos escritos le denomina como un personaje que cambio la historia, como un personaje revolucionario. Sino que es Dios personificado que solventa nuestra actitud ante Dios Padre. Si nosotros no lo vemos así es señal clara que tampoco pertenecemos a su rebaño y por tanto es momento de conversión. En cambio, quien acata esta dando pruebas de pertenecer al nuevo pueblo de Dios. Señala como identidad y característica de oveja con respecto a Jesús el buen Pastor, estas afirmaciones: «Escuchan mi voz», «me siguen» y «no perecerán para siempre».


lunes, 12 de mayo de 2014

También a los gentiles les ha otorgado Dios la conversión que lleva a la vida”

«También a los gentiles les ha otorgado Dios la conversión que lleva a la vida.»  Dios en su infinita misericordia nos conceda la gracia de la conversión verdadera, una es nuestra intención y otra es la voluntad santa de Dios. “En aquellos días Derramaré mi Espíritu sobre mis siervos y mis siervas, y profetizarán. Haré prodigios arriba en el cielo y señales milagrosas abajo en la tierra. (Hch. 2, 18-19) Por eso, la comunidad, después de escuchar el relato de Pedro, prorrumpe en una alabanza: “También a los gentiles les ha otorgado Dios la conversión que lleva a la vida.” Nosotros hoy día debemos cuidarnos del egoísmo, no somos los únicos, Dios hará salir hijos de Abraham de las piedras, si es preciso.  “También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor.”

Nuestro Señor Jesús dice “yo soyEl buen pastor”. Término griego significa tanto “bueno” como “hermoso y noble”: Jesús es el pastor bello. El evangelio de Juan nos va a proponer una catequesis sistemática sobre la identidad de Jesús, usando varios símbolos precedidos por la fórmula enfática “Yo soy”, que es una manera de manifestar  la condición divina de Jesús. Yo soy la puerta: quien entra por mí se salvará. Es una manera de hablar de Jesús como “camino de salvación”, como verdadero acceso a Dios. Jesús, es pues el único medio para llegar al Reino de los cielos. No habría futuro sin Él. Comparando con la computación Él es “acceso directo” al disco duro de Dios?


Jesús utiliza la imagen de la puerta. Se constituye en la puerta que salva al entrar por ella. Esto nos quiere indicar que debemos utilizar los medios que ha puesto Dios para nuestra salvación, lo extraordinario es que Dios nos haya dirigido su palabra. No podemos pretender entrar al corral como salteadores, el cuento de que yo no mato ni robo, no vale. Se requieren otras condiciones, otras responsabilidades y otras actitudes. No podemos pretender que todo es fácil, que ya todo está dado. Pero también, como las ovejas debemos permanecer donde Dios lo dispone para hacer su voluntad. Muchos al no encontrar soluciones inmediatas o fáciles a sus problemas, al no entender los misterios de la voluntad de Dios, prefieren dispersarse, abandonar el aprisco - la iglesia; en búsqueda de una puerta más amplia, más cómoda, el facilismo, el individualismo, el materialismo.


sábado, 10 de mayo de 2014

¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?


Leemos en el pasaje de los Hechos lo que la iglesia apostólica realizaba y como se iba construyendo, comportándose con fidelidad al Señor y se multiplicaba animada por el Espíritu Santo. Al reflexionar se encuentra uno con la cruda realidad de hoy, más bien, como se disgrega y como proliferan las sectas. Dios no dejar nunca de actuar y los que hemos fallado somos los católicos, esta iglesia se ha dejado impregnar del individualismo y el Señor quiere es comunidad. La fe sola no basta, muestra fe debe ir acompañada con el actuar, contra el demonio, contra la injusticia, contra el individualismo, contra el materialismo, (...) para progresar mediante la gracia de Dios.

El Señor quiso hacernos ver que en su tiempo también había incredulidad, como la hay hoy, no para desanimarnos sino para emprender acciones. El Evangelio nos muestra que los discípulos se escandalizaron por que el Señor decía que debemos comer su Cuerpo y beber su Sangre y por tanto decimos, “Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?” y la verdad es que las cosas de Dios en muchos aspectos chocan contra nuestros criterios mundanos, es decir contra lo que el maligno proyecta en nosotros.

Dios conoce nuestros pensamientos y nuestras intensiones y es el Espíritu Santo quien actúa en los hombres de buena voluntad, “El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen.” Cuando conducimos nuestra vida carente de uno de los dos timones, fe y acción, puede resonar en nosotros y sentir aquellas palabras del Señor, «¿También vosotros queréis marcharos?» Vemos de frente el compromiso, no es fácil aceptar ser servidores sufrientes del reino junto con Jesús. Pedro, inspirado por el Espíritu Santo, le responde, quizás en representación nuestra, “A quién iremos Señor, tú tienes palabras de vida eterna”. Para nosotros hoy, ¿Quién podrá instruirnos espiritualmente? Solo el Espíritu Santo. ¿Al lado de quien lograremos algo mejor o más acertado? Solo “Tú tienes palabras de vida eterna".



viernes, 9 de mayo de 2014

Vayan al mundo entero y proclamen el Evangelio.


Al leer el pasaje de los Hechos, todo nos damos cuenta de lo sucedido, pero es necesario destacar algunos detalles, «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» si el Señor ya había sido crucificado si ya no estaba en el medio de manera física visible – Saulo perseguía a los del “Camino” es decir perseguía la iglesia católica incipiente, fundada por Cristo. “Sus compañeros de viaje se quedaron mudos de estupor, porque oían la voz, pero no veían a nadie.” Estos fueron testigos, no fue un invento de Saulo. “Allí estuvo tres días ciego, sin comer ni beber” Saulo vive su “triduo pascual”. Saulo tuvo que hacer penitencia, tuvo que reflexionar, llorar su pecado, ayunar tres días. “Ese hombre es un instrumento elegido por mí para dar a conocer mi nombre a pueblos y reyes, y a los israelitas. Yo le enseñaré lo que tiene que sufrir por mi nombre.» Dios conoce la intención del hombre, el sondea nuestro interior y conoce toda nuestra intimidad. Sabía que Saulo perseguía a quienes pretendían conformar una nueva manera de ver la revelación de Dios. Toma a Saulo le cambia el nombre por Pablo y lo envía a dar a conocer el nombre de nuestro Señor Jesucristo a todas las naciones. Por eso es llamado el Apóstol de los gentiles. La conversión de Pablo ¿tendrá algún parecido con nuestra conversión?

En estos días hemos reflexionado sobre el "Pan de vida" que es el mismo nuestro Señor Jesús, pero hoy la lectura se vuelve aquí más profunda y se hace más sacrificial y eucarística. Se trata de hacer un espacio específico a la persona de Jesús en su dimensión eucarística. Él como Dios hace la transustanciación de las especies para convertirse para nosotros el "pan de vida", y no sólo por lo que hace, sino también y especialmente el sacramento eucarístico, que es el momento y el lugar de unión del creyente con Cristo. De tal manera que para nosotros debe ser vivido de manera centrada, con atención, donación y profundo reconocimiento y recogimiento. Ese momento Jesús es víctima sacrificial que se dona al hombre por amor.

No podremos a esta altura que alguien todavía se pregunte « ¿Cómo puede éste darnos de comer su carne?» con una mentalidad carente de fe y de pecado contra el Espíritu Santo, que es dudar del poder de Dios. Como no entender la insistencia del Señor que nos exhorta a consumir el pan eucarístico para participar de su vida: «Si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros» mas aun nos dice por medio de su santa Palabra que es la verdad, que Él nos paga con creces sobrenaturales por comer, ¿quién otro puede hacerlo? ”El que me come vivirá por mí.” Loco de amor quiere participarnos de su propia vida, no podemos perdernos semejante Dádiva.



jueves, 8 de mayo de 2014

Atraídos por el Padre


Habíamos anotado que la muerte de san Estaban fue causa de dispersión, y el pasaje de hoy en la primera lectura nos muestra los primeros frutos de esa dispersión, es el primer extranjero que recibe el Evangelio de Cristo, Este extranjero es un personaje de relieve, simpatizante del judaísmo. Ante este personaje hay manifestación del Espíritu Santo, hay liturgia de la Palabra y sacramental (rito del bautismo), hay proceso de iniciación cristiana. De un camino desértico acaba en un lugar donde hay agua. La lectura no la entendían como ocurrió con los discípulos de Emaús, tampoco este personaje tenia quien quien se lo explicara, lo de un Mesías sufriente y los motivos.

¿Qué pude haber de parecido para nuestro tiempo? Necesidad de docilidad al Espíritu Santo, Felipe obedeció y cumplió la misión. Felipe fue enviado al desierto, nosotros debemos ir a lugares donde aparentemente no nos parezca cómodo. Dios siempre nos envía donde personas que buscan. De tal manera que debemos acercarnos a los carruajes en que están abstraídos muchos para compartirles la invitación de Dios para la vida. Como discípulos de Dios, es decir, que escuchamos su voz, aprendemos sus enseñanzas y le hacemos caso, debemos ir a decirle a la gente que continúen su camino manejando su carruaje con dos mandos: fe y actitud.

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.» El pan vivo es Jesús. Alimento que nos asimila. La Eucaristía es anticipación de la gloria celestial: «Partimos un mismo pan, que es remedio de inmortalidad, antídoto para no morir, para vivir por siempre en Jesucristo» (San Ignacio de Antioquía). La comunión con la carne del Cristo resucitado nos habilita para asimilar todo lo que es providente, porque estamos hechos para Dios y sólo Él sacia plenamente nuestro espíritu. “Les hablo como a personas sensatas, juzguen ustedes mismos lo que voy a decir. La copa de bendición que bendecimos, ¿no es comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo? Así, siendo muchos formamos un solo cuerpo, porque el pan es uno y todos participamos del mismo pan.” (1 Co. 10, 15-17)


miércoles, 7 de mayo de 2014

Aclamen al Señor, tierra entera.


A partir del sacrificio de Esteban, se nos narra que se desato una desbandada, y uno de los prófugos es Felipe. Sus acciones evangelizadoras se parecen a las de Jesús: De muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría. Hoy igual, son muchos los enfermos que son curados por obra de Dios, también son muchos los que por un momento de reflexión al cambio a dejar su vida de pecado, movido por la angustia que inspira su alma, se manifiesta la presencia de espíritus demoníacos y es por medio de un fuerte deseo de conversión como se logra la verdadera liberación por obra de Dios. El alma con vida de pecado,(muerte) espíritus del maligno habitan en ella; y es por medio de la conversión que los espíritus debe abandonar este aposento, pero estos pueden dejan en la persona muchas secuelas, que solo Dios las puede curar. “Alegrémonos con Dios, que con su poder gobierna enteramente.”

El pasaje del Evangelio nos presenta los misterios de Dios, los misterios de la salvación. Es por medio de Dios que nos podemos salvar, pero se requiere nuestra obediencia, con fe y acción. Lo supimos que empezó en las costas de Haití una manera de supervivencia degradante, los desposeídos debían comer tierra con aceite y sal. Si la humanidad sigue engreída por el individualismo, el consumismo, el relativismo y la indiferencia, este fenómeno se puede propagar. Si Jesús no es el Señor de nuestras vidas las consecuencias son fatales. Se nos hace difícil creer que Dios es providente.«Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed." -- "Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en Él, tenga vida eterna y que yo le resucite el último día».

¿Dónde encontráis la alegría de amar? En la eucaristía, la santa comunión. Jesús mismo se hizo "pan de vida" para darnos vida. Noche y día está allí. Si vosotros realmente queréis crecer en el amor, volved a la eucaristía, a esta adoración. En nuestra congregación, teníamos la costumbre de tener la adoración una vez a la semana durante una hora; después, en 1973, decidimos tener la adoración cada día durante una hora. Tenemos mucho trabajo; por todas partes nuestras casas para enfermos y moribundos indigentes están llenas. Pero a partir del momento en que comenzamos la adoración cada día, nuestro amor por Jesús se volvió más íntimo, nuestro amor por cada uno más benévolo, nuestro amor por los pobres más compasivo.” - Beata Teresa de Calcuta (1910-1997)


martes, 6 de mayo de 2014

No fue Moisés, sino que es mi Padre el que da el verdadero pan del cielo


«Señor, no les tengas en cuenta este pecado.» son las palabras de san Esteban, perdona a imitación del Maestro, san esteban fue uno de los siete primeros diáconos, nombrado por los Apóstoles, para servir a las comunidades incipientes; dada su elocuencia se trataba sin duda, de un letrado que fe discípulo de nuestro Señor Jesús. Murió apedreado sin tener en cuenta lo que dijo el Maestro «Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le arroje la primera piedra.».(Jn. 8,7) Nosotros en nuestra época después de tantos años y de tanto repetirse esta enseñanza aun no tenemos en cuenta esta amonestación.

«¿Qué señal haces para que viéndola creamos en ti? ¿Qué obra realizas?» los interesados por el propio bienestar, ciegos y sordos espiritualmente no les ha sido suficiente, llenarse el estomago allí donde no había suficiente pan de harina ni peces. El día anterior querían proclamarlo rey a Jesús y hoy ya le piden señales y obras, abstraídos y que solo les unía una mentalidad materialista

El Evangelio de hoy nos presenta magistralmente la misericordia y la providencia de Dios, dice el Señor: “Es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo” Hoy, en las palabras de Jesús podemos constatar como prefiguración y la complementariedad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, el Nuevo nos revela las promesas hechas por Dios y llegan a su plenitud. Así, el maná que comieron los israelitas en el desierto no era el auténtico pan del cielo, sino la figura del verdadero pan que Dios, nuestro Padre, nos ha dado en la persona de Jesucristo, a quien ha enviado como Salvador del mundo. Moisés solicitó a Dios, a favor de los israelitas, un alimento material; Jesucristo, en cambio, se da a sí mismo como alimento divino que otorga la vida.

«Señor, danos siempre de este pan» (Jn 6,34): esta petición estaba movida por el interés meramente materialista y lo propuesto y dado por donación divina no lo entendían, con cierta razón porque apenas eran las primeras enseñanzas. Pero lo lamentable es para nosotros hoy después de tanto tiempo transcurrido, tampoco vemos el significado de las obras, señales y del valor verdadero del alimento que sirve para la vida – que es el cuerpo de Cristo, pan de vida. La Eucaristía, Cena del Señor (la Misa, como decimos comúnmente) es la expresión más fuerte de nuestra unión con Dios en Cristo. Misterio de Dios - el cuerpo evoca la unión de todos, y la sangre, la vida.



lunes, 5 de mayo de 2014

Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.


Hoy y mañana la primera lectura nos revela el arresto y la muerte de Esteban, el primer discípulo mártir por la causa de Jesús. A consecuencia de un tumulto popular calumniador. El pueblo, convertido en masa, actúa violentamente. Tal como ocurrió con nuestro Señor Jesús, ambos son acusados de poner en cuestión la institución más sacrosanta de los judíos: el templo.

A partir de la muerte de Esteban se desencadena una persecución contra la comunidad cristiana, la iglesia incipiente fundada por el Maestro. Los creyentes se ven obligados a huir y dispersarse. Pero esta dispersión hace que el “Camino” sea conocido por más gente, la iglesia se multiplicaba por obra Divina.

La lectura del Evangelio nos revela que el Maestro camina sobre las aguas y que la gente lo busca por interés, motiva al Señor para recriminar esa actitud equivoca y enseña que debemos trabajar por el pan espiritual, el que salta hasta la vida eterna; que da vida e ilustra para el Reino de los cielos. “Me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura.” El Señor nos lleva a pensar, a meditar sobre mis afanes perecederos y que es lo que me impulsa a creer en Jesús.

Los sentidos buscan la complacencia física, pero es más importante, nos lo dice Dios, la fe y la acción. “Y lo demás vendrá por añadidura” pero no se refiere solo a la fe humana, tampoco es suficiente el interés personal, se refiere a la fe divina y a la obra que podamos hacer por los demás, por los que son próximos a nosotros, la acción por nuestro entorno. Y de allí surgirá lo común, lo que le agrada a Dios. En contraposición se manifiesta en nuestro mundo el individualismo, la indiferencia, como que ya nada nos llama la atención, como que todo lo que ocurre sea cuestión del destino. Una simple supervivencia, sin importar la creación, la administración, la vida futura y la relación con Dios. Hoy El nos enfatiza: "la única obra que Dios quiere es que crean en aquél que él ha enviado". ¿Qué significaba para nosotros creer en Jesús, más aun, creer que Él es el enviado de Dios? La Palabra de Dios nos exige revisar nuestras prácticas que pueden estar dedicadas sólo a resolver un existencialismo pasivo y mezquino, sin generar conciencia ante las causas de la acción corrupta y de la injusticia.


sábado, 3 de mayo de 2014

A toda la tierra alcanza su pregón.

Hoy la iglesia conmemora los santos Santiago Apóstol,  San Felipe Apóstol  y la exaltación de la santa Cruz; cuyas raíces están en el emperador Constantino, hijo de santa Helena, quien redescubrió la Cruz del Señor, según la tradición el 14 de Septiembre del año 320. “Por este signo vencerás” fue la frase vista por Constantino. Si los israelitas en el desierto se curaban al ver la serpiente de bronce izada (Un. 21, 4-9), como prefiguración de la Cruz que debemos mirar para nuestra salvación.

De los discípulos del Señor sabemos muy pocas cosas. Y, sin embargo, cada pequeña perla "escondida" en el evangelio basta para estimular una vida de seguimiento de Jesús. Para encontrar el sentido profundo de los misterios de la vida espiritual. Y al mismo tiempo me mueven a pensar como estoy yo con respecto la relación que debo sostener con el Hijo de Dios; ¿Qué pensó que es Jesús?  ¿En qué momento se me aprecio a mí? ¿Lo he conocido? o me limito a engrosar el número de los simples admiradores. ¿A través de qué signos experimento que Jesús es el resucitado capaz de darme razones para vivir, trabajar, permanecer y perseverar?

Nuestro Señor Jesús, conocido, es camino para llegar al Padre, que se transita poniendo en práctica la justicia, la paz, el amor, la fidelidad, la fraternidad universal, la solidaridad, por los más pobres, débiles y excluidos. Es la verdad, la  luz, es guía y protector del camino, herramienta para la libertad y la paz. Y es Vida plena y abundante, dada gratuitamente, dinamismo que impulsa el compromiso por el Reino. Esto es lo que vino a predicar el Señor a todas las criaturas, el Reino de Dios (cf. Lc 4,43); se trata de amar a Dios que reina en el mundo. En la medida en que Él logre reinar entre nosotros, la vida terrena será ámbito de dignidad para todos, capaz de provocar cambios sociales. 


viernes, 2 de mayo de 2014

Salieron contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús


Bien lograda la apreciación de Gamaliel. la Iglesia fundada por Cristo irá hasta el fin de los tiempos, aunque nosotros, los mismos católicos, pretendamos desparramarla, aunque haya cobardía y falta de testimonio, porque es obra de Dios, no invención de hombres. En ella como comunidad ha de lograrse el compartir como justicia que florece no del poder sino de la misericordia de Dios y del compartir entre hermanos.

La multiplicación de los panes: «Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mismo los peces, todo lo que quisieron» (Jn 6,11). En la época muchos acudían por la novedad, otros con la intención de ser sanados y otro tanto, quizás por comprender los misterios, prodigios y enseñanzas del Maestro. Todos con hambre y sed de pan material. Contradictoriamente con lo que hoy acontece, la gente padece más de la anorexia espiritual que de lo material.

“Lo decía para probarle, porque Él sabía lo que iba a hacer” nos lo dice a nosotros, hoy que hay muchos con la necesidad apremiante del pan de la Palabra, pan de los sacramentos, de Jesús misterio en las especies del pan y del vino para la vida. En verdad son latentes las necesidades de hoy día, pero lo más grave es la falta de testimoniar a Jesús conscientes de lo que a la gente le falta lo primordial; en medio de tanta oscuridad, en medio de tanta falta de luz. Hace falta mucha gente como Andrés que sabe mirar la realidad para redescubrir el recurso y ponerlo a disposición de Jesús que sabe muy bien lo que va a hacer, sabrá poner todo en comunidad y para todos. Aunque el catolicismo temeroso, falto de compromiso y relativizado de hoy no lo logre, lo será después de la gran tribulación que por tal motivo tengamos que padecer.