jueves, 31 de octubre de 2013

Sálvame, señor, por tu bondad.


San Pablo inspirado por Dios, nos dice hoy: “Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?” que nada absolutamente podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús. Quiere solidificar en nosotros que Dios nos ama infinitamente, de manera personal y en todo momento, por tanto es nuestro protector contra los embates del maligno, mientras seamos actos para recibir la gracia de Dios. Nuestro pecado nos aparta de la gracia de Dios. El que está en pecado no puede recibir la protección porque se ha vuelto servidor del maligno. Sin embargo Dios siempre ama y espera el regreso del pecador. (cf. Lc. 15, 11 ss)

La ciudad de Jerusalén, en tiempos de Jesús, era una ciudad moderna y el templo era el centro de la mirada del pueblo judío. Todo buen israelita le entusiasmaba la idea de ir a Jerusalén, la ciudad santa. También a Jesús. Pero sus habitantes, a juzgar por las palabras del Señor, eran todo menos acogedores y dignos de confianza: “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían!”. El lamento de nuestro Señor Jesús es de un sentimiento profundo de amor que lo lleva al llanto y a la tristeza, a una manifestación que califica la desobediencia y lo desagradecido de su pueblo. Nos revela que Dios es sensible a la persona humana, que quiere participarnos de su misma vida, amándonos, protegiéndonos y cobijándonos como "una gallina sobrecoge a sus pollitos". Reflejado en la imagen tan humana del Hijo de Dios.

Ese ayer, hoy, mañana y pasado mañana, simboliza la acción de Dios en el tiempo de la humanidad. Dios trabaja todos los días para sostener su creación, no la ha dejado a la deriva. Dios que creo todo lo visible y lo invisible, no puso un piloto automático para que el mundo siguiera su curso. Trabaja para los que han optado el camino del bien y espera el regreso de los que optan por el mal. Dios no controla su creación a control remoto, vive y camina con nosotros, es Jesús quien nos conduce a la tierra prometida y El Espíritu Santo quien nos anima.

Quisiera que lean el contenido del siguiente enlace, que es propicio para hoy y mañana-
http://www.benditasalmas.org/interna_contenido.php?id=16



miércoles, 30 de octubre de 2013

Confío, Señor, en tu misericordia.


Señor, Dios mío; da luz a mis ojos para que no me duerma en la muerte” Y san Pablo nos dice que superado nuestro destino por Cristo, Él nos gloriara. Y que contemos con la ayuda del Ángel de la guarda quien sabe pedir a Dios y que sabe que pedir para nosotros. Para mantenernos en vela cuidando para que “no diga mi enemigo: «Le he podido», ni se alegre mi adversario de mi fracaso

Dios «no quiere que alguno se pierda, sino que todos se conviertan» (2Pe 3,9). Pero la conversión no está al alcance con el facilismo. Nuestro Señor Jesús nos habla de lo difícil que es entrar en el Reino de los cielos, sobre las exigencias durante el caminar hacia ese destino. También nos lo describe que consiste en seguir a Jesús, escuchar sus palabras y actuar en consecuencia, poniendo en práctica la justicia y el amor. A prueba de fuego, que no deje apagar de las corrientes de aguas o de vientos que circulan por doquier. “Luchad por entrar por la puerta estrecha” es decir trabajando para el Reino, con las manos llenas de servicio por amor. Pero también, con renuncias, sin llevar atavíos que impidan la entrada: pecado, resentimientos, injusticias, faltos de fe y caridad.

El proyecto salvador de Dios está disponible a todo el que quiera recibirlo, y se trata de un don gratuito. Y también, nosotros podremos hacer esta pregunta “¿Serán pocos los que se salven?” Instintivamente tendemos a estar donde es más fácil sin tener que trabajar, tratamos de permanecer en la manada, con los de nuestra corriente. Pero eso tan normal, ¿qué gracia tiene? Si no hacemos la voluntad de Dios, si no se trabaja para el que está próximo, si no vivimos el mandamiento del amor. No basta el conocimiento o capacidades; es con el Espíritu Santo quien nos abre a la sabiduría divina y al amor para mirar al desigual, al que esta caído, al que no ha entendido, el que no lleva el rumbo de Cristo, para elevarlo a la igualdad; en otras palabras, darle la mano para que se ponga de pies y continúe la marcha en pos de Cristo. Así ha hecho Dios queriéndonos a nosotros. Si no cumplimos con este gesto nos presentaremos con las manos vacías, sin frutos, sin haber trabajado para el Reino; habremos desperdiciado los dones conferidos; y en vez de nosotros, vendrán "otros" que se sentarán a la mesa en el Reino de Dios.


martes, 29 de octubre de 2013

El Señor ha estado grande con nosotros.


“Hemos sido justificados por la gracia de Dios por medio de la fe en el poder del Espíritu Santo” Dios inspira a san Pablo a lo macro y a lo dinámico de la creación. Y a san Lucas en lo micro, para llevar lo pequeño a lo más grande. Entre uno y otro nos quiere decir Dios que toda la creación esta en continuo cambio hacia lo mejor, a la perfección, hacia un mundo nuevo en progresión hasta llegar a la gloria de Dios. Para otros seguramente será la desgracia y el caos.

El reino de Dios, es un reinado de respeto y de dones; que siendo inmenso se hace pequeño para hacer crecer. En principio es esa diminuta semilla que Dios siembra en el corazón, la cual va creciendo y haciendo del hombre soberbio un servidor amante. Capaz de sobreponerse de su condición humana voluntariosa, para hacer la voluntad de Dios. A pesar de la soberbia, del vivir en medio de todo lo que es contrario a los criterios de Dios; a lo cual no pudiéramos afrontar si no fuera por la protección de Dios. Los que aceptan el reino de Dios en sus corazones, se permiten que Dios sea el rector de sus vidas, los promueve a la unidad a vivir en familia social. Los promueve a la renuncia: de pescado, de resentimientos y de las obras de satanás; a pesar de lo que propone el mundo como espejismos que pueden reducir al hombre a lo peor de sí mismo.

El reinado de Dios en su iglesia implica el dialogo reciproco con Dios y vivir las virtudes que el Espíritu Santo suscita en nosotros. Hoy nos exhorta a revestirnos de paciencia, a pedir fortaleza y vivir la esperanza. Virtudes esenciales para el Reino de Dios en nuestros corazones. Los dones del Espíritu Santo nos animan a vivir los sacramentos, a permanecer y a perseverar en la paz donada y a dar testimonio de vida a quienes están cercanos de una y otra manera. No saca del estado de dejadez de una religiosidad individualista, para ponernos como en manos de la señora personaje de la levadura, que hace crecer y que fermenta a los que están cercanos, con ejemplo de entrega y de renuncia.


lunes, 28 de octubre de 2013

Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles.


Nos dice el apóstol Pablo que, Cristo y el misterio de la Iglesia son íntimos, siendo Cristo la “Piedra angular”. Lo imagina como un edificio, un templo santo. Y los que lo habitan viven como «conciudadanos dentro del pueblo de Dios; sois familia de Dios» (v. 19), que por voluntad de Dios, constituyen el fundamento de la comunidad de los creyentes. Ya no como dos pueblos sino uno solo unido a Cristo, guiados por el Espíritu Santo.

Después de orar toda la noche, después de haber dialogado con el Padre, nuestro Señor Jesús “Escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles” los llamo por su nombre. En la sagrada Escritura, el nombre quiere expresar el papel de un ser humano en el universo, su misión, su porvenir. A este llamado uno se pregunta ¿Qué experimentarían los apóstoles al escuchar de labios del divino Maestro su nombre? Desde e punto de vista que, sus seguidores veían a Jesús como el futuro rey capaz de destronar el imperio romano. ¿Qué vinculo o connotaciones y que aspiraciones y responsabilidades especiales pudo haber en sus mentes, el hecho de ser llamados por el Mesías para ser apóstoles?

Pero los planes del Señor eran, son, muy diferentes; “quien entre vosotros quiera ser el primero, que sea esclavo de todos. Porque el Hijo del Hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida en redención de muchos” (Mar 10:44-45). Bajo de la parte alta y se puso a servir a las gentes, enseñándoles, liberándolos, sanándolos y fundiendo en sus almas los dones del Espíritu Santo.

Aunque es difícil por el individualismo y tan bajo sentido de responsabilidad en que estamos cimentados, la enseñanza que nos deja hoy el Señor es que oremos para poder bajarnos del pedestal en que estamos y cumplamos la misión que nos ha encomendado desde nuestro Bautismo, servir a los que estén cercanos, a tener sentido de pertenencia, sentido de unidad, con ejemplo y exhortación a la conversión, al cambio de vida para que unidos a Cristo construyamos una sociedad mejor, capas de restablecer la dignidad humana y la amistad eterna con Dios, con la divina influencia del Espíritu Santo. Si decimos tener fe esta no puede excluir a los demás ni a los problemas que aquejan nuestro entorno, estamos llamados a proponer iniciativas y alternativas, y la principal es haciéndolo con Dios y ofrecido a Dios. “Por él también vosotros os vais integrando en la construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu


sábado, 26 de octubre de 2013

"Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor"


Nos dice San Pablo: “Pero vosotros no estáis sujetos a la carne, sino al espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo no es de Cristo. Pues bien, si Cristo está en vosotros, el cuerpo está muerto por el pecado, pero el espíritu vive por la justificación obtenida. Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros.”

Y el Evangelio que es la Palabra del Señor, nos dice que debemos dar un giro a nuestra vida, cambiando nuestro comportamiento y de la manera de pensar, es decir convertirnos de la manera vieja para que entregados a Jesús, podamos hacer la voluntad de Dios, que debemos dar fruto propio, dando ejemplo de vida y haciendo el apostolado. Pero también nos ha dicho hasta el cansancio que no podremos hacerlo por nuestras propias fuerzas, es con el poder de Dios manifestado en la persona del Espíritu Santo. Ya casi nadie habla de Él, ya es poco lo que se le pide a Él, siendo que es El quien sostiene el mundo y por derecho propio a la Iglesia Católica. El día que lo desechemos por completo, ese día vendrá el instrumento de la perdición a poner su trono en el templo de Dios. (cf.2 Tes.2, 3-10)

Los personajes del pasaje de hoy al parecer, esperan que Jesús condene esta matanza de sus compatriotas y la ofensa hecha a Dios; al fin y al cabo el pueblo comentaba del enviado de Dios que sería un rey poderoso; y por tanto se entusiasmaría por causas humanas. Pero Jesús les llama la atención sobre lo esencial; esos patriotas galileos eran hombres violentos, al igual que los romanos que los mataron y que los mismos judíos que lo rodean en ese momento. Y el Señor en cumplimiento de su misión los anima a la conversión.

Ahora bien, quienes son más culpables, los de antes, los del futuro, o nosotros. Quienes son los culpables los que viven según la carne o según el Espíritu. (cf.Rm.8, 5-17) Dios tiene paciencia; pero nos corresponde hacer lo que tenemos que hacer ahora, nuestra propia conversión de pensamiento, de palabra, de obra y sin omisiones; de esta manera podremos vivir el mandamiento del amor y dar frutos. Y este cambio de vida surgirá efectos solo con la ayuda divina, con la divina inspiración del Espíritu Santo, que es quien dirige nuestro existir, es quien ha venido como protector, hasta el día en que nosotros lo desechemos, hasta cuando ya no queramos ser templos vivos de Él. (Cf.Jn.16, 7)


viernes, 25 de octubre de 2013

“¿Cómo no saben interpretar el momento presente?”


Si los paisanos de nuestro Señor Jesús, no supieron interpretar los signos de los tiempos, no supieron juzgar lo que no debían hacer, porque en sus pensamientos estaba una idea diferente. Para nosotros después de todo lo acontecido y de todo lo que ha realizado Dios, el hombre cree estar haciendo lo bueno, pero en realidad está atado al mal y lo discute y lo defiende como lo bueno. Miremos leyes, programas universales contra la vida y la dignidad humana. Y en el campo individual los ejemplos son numerosos y que los podemos ver a diario.

San Pablo se pregunta porque: “El bien que quiero hacer no lo hago; el mal que no quiero hacer, eso es lo que hago.” Y el mismo nos da la explicación: “En mi interior me complazco en la ley de Dios, pero percibo en mi cuerpo un principio diferente que guerrea contra la ley que aprueba mi razón, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mi cuerpo.” De manera que si nosotros estuviéramos solos, esta vida humana sería diferente, ante todo debemos recapacitar que somos creados por Dios, a su imagen y semejanza. Somos espíritus en una vida humana temporal. Las personas nos definimos por la visión de nuestra simple materia, pero en esencia somos espíritus eternos, y por esa dimensión espiritual podemos relacionarnos con Dios, y por la dimensión humana para relacionarnos con nuestro prójimo y con toda la creación.

Por tanto todo desorden que nos acontezca en este peregrinar lo debemos arreglar antes de la partida, no debemos dejar por ahí, cabos sueltos. Es necesario estar permanentemente revisando nuestro comportamiento y preocupaciones, como hijos de Dios y amados de manera personal por Dios. Y para estar seguros, para dejar constancia y para que nos sirva para nuestro crecimiento, debemos acudir asiduamente al dialogo con nuestro Creador; y a los sacramentos instituidos por Dios, los cuales están dispuestos para nuestro bien.

No es para nadie un secreto que la humanidad anda de mal en peor y de igual manera nuestro medio. Para muchos al no ver soluciones, pueden decir, ¿dónde está Dios? Y nosotros que somos conscientes de que Dios nos ama incondicionalmente, de manera personal y que por tanto añora nuestro regreso, habiendo pasado la prueba terrena, ¿qué estamos haciendo por aquellos? A pesar de saberlo, puede ser que hayamos entrado en la incredulidad, debido al espejismo que nos proyecta el maligno, para que entremos en desconfianza y en la duda que lleva a la pérdida de la fe. Por tanto nuestro espíritu se aniquila y nuestra alma pierde sabiduría divina.

Se acerca la noche de Halloween. Fiesta víspera de todos los santos; pero que el paganismo, perdón el maligno le ha dado sentido demoniaco. Para saber más > http://www.aciprensa.com/controversias/halloween.htm


jueves, 24 de octubre de 2013

Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.


Al leer un poco sobre la vida de San Antonio María Claret, cuya fiesta celebra la iglesia hoy, quien tomó como lema de su vida: “el amor de Cristo me apremia”. Y la vida de otros santos, nos muestra que la experiencia mística del amor santo los consume, ellos sienten que ese amor que se convierte en fuego los diluye, sienten la exaltación por Dios como un fuego que hace arder su pensamiento y sus intenciones. Sentimiento que los impulsa a llevar el Evangelio como una voz abrazadora a los hermanos próximos, donde quiera que se encuentren.

San Antonio Claret, escribe en su autobiografía: “La virtud más necesaria es el amor. Sí, lo digo y lo diré mil veces: la virtud que más necesita un misionero apostólico es el amor. Debe amar a Dios, a Jesucristo, a María Santísima y a los prójimos. Si no tiene este amor, todas sus bellas dotes serán inútiles; pero, si tiene grande amor con las dotes naturales, lo tiene todo” Es la manifestación del amor de Dios, si queremos amar mucho, debemos amar mucho a Dios, quien nos da la gracia para amar intensamente es Dios.

Continuando con la autobiografía del santo de hoy: “Hace el amor en el que predica la divina palabra como el fuego en un fusil. Si un hombre tirara una bala con los dedos, bien poca mella haría; pero, si esta misma bala la tira rempujada con el fuego de la pólvora, mata. Así es la divina palabra. Si se dice naturalmente, bien poco hace, pero, si se dice por un Sacerdote lleno de amor de Dios y del prójimo, herirá vicios, matará pecados, convertirá a los pecadores, obrará prodigios

Hoy el Señor, por medio de su Palabra, nos está diciendo que es el amor el que une, y ojala ya estuviera ardiendo en todos los hombres para atraerlos a todos hacia Él. Quien no ama desparrama, desune, quien no ama permanece con problemas y proporciona conflictos división. Pero que también al manifestar las cosas de Dios, muchos no acogen la manifestación del amor de Dios, por el contrario causa contrariedad, porque sienten que va en contravía de sus criterios.

Y para el cristiano comprometido, será un reto el ofrecer una voz de esperanza en los ambientes con desamor y descreídos; y solo lo podrá hacerlo a cabalidad cuando lleve dentro ese sentimiento fogoso que arde, y que pueda resistir la prueba del agua. Fuego que sea capaz de sobrevivir los permanentes antagonismos. Que sea capaz de exigir a la persona que elija esta opción como cumplimiento del mandado apostólico, y este fuego del que hablamos solo lo puede donar el Espíritu Santo.


miércoles, 23 de octubre de 2013

Nuestro auxilio es el nombre del Señor.


Al leer el Evangelio ya no hay dudas, las dudas quedaron iluminadas por nuestro Señor Jesús, si hay dudas y aun no comprendemos es por falta de la gracia, y si no poseemos la gracia es por falta de méritos, al no poseer el merecimiento es por falta de conversión, de entrega, de renuncia, de fidelidad, de diligencia, de obediencia, de permanecer y perseverar. “estad preparados

¿A quién aplica? A todo administrador, que lo somos todos, tenemos la responsabilidad de administrar todos nuestros sentidos y todos nuestros talentos que Dios no ha conferido, mediante la gracia providente para ser buenos administradores para el servicio por amor. «¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Quien se vigila asimismo y sirve a los demás.

Muchos no entendemos aun como Pedro en su momento, pero lo peor es quedarnos sin querer comprenderlo sin preguntarle al Señor las propias dudas. Ese estado de soberbia no nos deja crecer espiritualmente, crecemos en años, y en otras cosas pero dejamos lo importante sin claridad. Por eso somos infieles, por eso no podemos vigilar nuestro propio ser.

También aplica a quienes asumimos responsabilidades frente a otros y del medio en que nos movemos, como padres de familia, educadores, empleadores, gobernantes, jefes de cualquier tipo de comunidad. Porque el Señor nos dio este mundo para que lo administráramos y lo cuidáramos; y ahí está contenido en primer lugar el hombre que necesita ser servido y servir por amor. “A quien mucho se le dio, mucho se le pedirá”. Un ejemplo, con el simple acto de tirar una bolsa plástica, afecta el medio y a personas a lo largo del tiempo en que dure el plástico en descomponerse. Otro, la simple omisión por no corregir al niño, éste sufre y hace sufrir, causa daño no solo al medio sino a las personas por toda la vida de éste.

Aplica en el campo espiritual, al apostolado asumido desde el bautismo, “Curad a los enfermos, resucitad a los muertos, sanad a los leprosos, expulsad los demonios. Gratuitamente lo recibisteis, dadlo gratuitamente.” (Mat 10:8) si cuando venga el Señor, esteremos haciendo la tarea de servicio con lealtad? “Señor, dame esta fe que ve con claridad, y entonces mi tarea jamás será monótona, siempre me brotará la alegría cuando me preste a los caprichos y responda a los deseos de todos los pobres que sufren…” (B.Teresa de Calcuta).

Es fácil leer el Evangelio que es la Palabra de Dios que nos habla hoy a cada uno de manera personal; nos dice que debemos hacer y que no, nos enseña como lo debemos hacer y como lo podemos evitar, que es la muerte y que es lo que lleva a la vida, quien es el que tiene la verdad y quien es el autor del engaño y la mentira. Sin embargo el hombre mantiene envilecido y engordado por la soberbia que le impide escuchar y entender a Dios dueño de todo y el dador de la vida. El "relajamiento" del cristiano le hace sentir autojustificado (santo) pero yo considero que estamos mal, que somos administradores infieles.


martes, 22 de octubre de 2013

Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.


Con los pies en la tierra y el corazón en el cielo; pero lo que impide al hombre permanecer despierto a la vida donada, es las preocupaciones por lo temporal, nos desgastamos por el tener, por el poder y por la fama; propuestas del autor del engaño y la mentira, propuestas inútiles para la vida. “¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida?, o ¿qué podrá dar el hombre a cambio de su vida?” (Mt. 16,26). ¿De que le sirve al hombre poner su seguridad en lo material si lo mantiene adormecido para la vida? Adormitado por el consumismo, por el individualismo, por la sordidez, por el culto al placer, (…) todos estos ídolos que el hombre lleva muy dentro le impiden mantenerse “Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas”. Permanecer vigilantes en estado de gracia.

El hombre piensa en Dios pero adora sus ídolos. “Nadie puede servir a dos señores, porque o tendrá aversión a uno y amor al otro, o prestará su adhesión al primero y menospreciará al segundo” (Mt. 6,24) ante esta premisa el alma del que menosprecia a Dios, le grita en su interior y este procura, como auto justificación, hacer donativos sin amor y sin trascendencia. De manera que lo que nos falta es conversión – esta conversión que es para todos y más aún para los que nos creemos santos; los pequeños pecaditos que no vemos, también son ídolos. “No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el Reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre, que está en los cielos” (Mat 7:21)

La consigna del Evangelio es la conversión, pero que se hace difícil por no caer en la cuenta que somos peregrinos en este mundo; y por mantenemos aturdidos por la impresión de la propaganda que incita al consumismo y este hace necesario el dinero. La impresión de la inseguridad que hace sentir miedo y reaccionar. La impresión de la corrupción que causa indignación y violencia. Cuando la persona no logra superar estas culturas, reacciona de diferentes maneras y una de las menores seria la apatía, el desánimo, la irresponsabilidad. De tal manera que la solución está en la conversión a nuestro Señor Jesús. Es por el único que podremos alcanzar la salvación. El Apóstol san Pablo termina el quinto capítulo de la Carta a los romanos diciéndonos: “pero una vez que se multiplicó el pecado, sobreabundó la gracia, para que, así como reinó el pecado por la muerte, así también reinase la gracia por medio de la justicia para vida eterna por nuestro Señor Jesucristo”


lunes, 21 de octubre de 2013

Cuídense de cualquier codicia


El personaje del Evangelio estaba dolido con su hermano por causa de la avaricia de uno y del deseo de poseer del otro, cada cual auto justificando sus actitudes. Lo cual no es ajeno a nuestro tiempo, cuánta calamidad entre las personas que se quieren y por la ambición y que además se disimula cuando llega la hora de “repartir la herencias”! Hasta los sentimientos más altruistas se envilecer por el pecado del poseer; pensando que el otro no lo merece, y que la seguridad está en lo temporal. Nuestro Señor Jesús explica repetidamente que, el dinero y las posesiones materiales no proporcionan al ser humano la verdadera vida, seguridad y felicidad; más aún, pueden constituir un gran obstáculo para alcanzarla. “guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes.»

La verdadera vida, seguridad y felicidad está en Dios. Lo que ocurre en nosotros es que no tenemos fe, no confiamos, no vivimos la esperanza en Dios, sabemos que existe pero que es un ser indiferente con nosotros y nuestros aconteceres. Es mas solo le pedimos cosas materiales como nuestra seguridad, por simpatía del medio en que nos movemos, pero lo pedimos sin fe. Y quizás haya una razón, es que para poder pedir a Dios se requieren unas condiciones las cuales no las reunimos. Hoy san Pablo hace referencia Abrahán, de quien podemos aprender, quien por su fe nuestro Dios pudo cumplir sus promesas en él. Para nosotros hay muchas promesas pero nos faltan requisitos para que Dios las pueda depositar en nosotros; Dios quiere para el creyente una vida humana digna, en paz y en armonía con toda su creación.

El ser humano se preocupa por la acumulación de todo tipo de cosas como incremento de su valor social. Ha llegado, incluso, a construir grandes sistemas doctrinales para justificar algo que es totalmente absurdo en el orden racional y de sentido común. Por tratar de salirle al paso al individualismo salvaje, a la indiferencia, la deshumanización, a la envidia, (…) y todo lo que es pecado. El hombre se aleja de la fe, de la esperanza y la caridad, de lo que lleva a la trascendencia divina a la cual estamos llamados. Jesús es muy claro en esto de acumular lo material sin saber para quien, mientras hay muchos que lo necesitan en el momento. La verdadera riqueza es la que se construye con Dios.


sábado, 19 de octubre de 2013

El Señor se acuerda de su alianza eternamente.


"Como todo depende de la fe, todo es gracia". La fe y la gracia son dones divinos, pero se nos aumenta la fe donada a medida de nuestra disposición y la acción por amor y por ello Dios nos dona la gracia donde se manifiesta el poder y la autoridad de Dios para su gloria. Quizá sólo desde ahí podemos esperar contra toda esperanza, como nuestro padre Abraham. Quien alcanzo la promesa de Dios no por la ley sino por la fe. No hay ley que pueda condicionar las promesas de Dios.

El Señor hoy quiere darse cuenta en cada uno de los cristianos cual es el testimonio que damos de Él, testimonio para glorificar su santo nombre, por su amor, por poder, por su autoridad, por su Reinado, y no para la vanidad de cada cual. Es mostrando con la vida de servicio, en la verdad, en la justicia y en el apostolado; con la intención recta, con el deseo sincero y ardiente por la salvación propia y de los que nos rodean. No solo como exhibición de virtudes y buenas costumbres, que además son buenas para la convivencia humana, pero que no alcanzan a cumplir lo que Dios quiere.

En la antigüedad, las personas se preocupaban por exponer con fluidez y elocuencia la propia defensa. Hoy la preocupación es por conseguir un costoso abogado y por la compra de conciencias. Y el evangelio señala otro camino y exhorta a los cristianos a abandonar esa preocupación, por cuanto la mejor defensa del discípulo de Cristo es su propio testimonio de vida. Una vida vivida en y según el Espíritu Santo constituye un testimonio de autenticidad incontrovertible. Pero de todas maneras nuestro testimonio ha de chocar criterios humanos, aunque este llenos de la verdad, de sentido común. Pero por más que incomode no podemos dejar de reconocer a Dios delante de los demás, con la ayuda del Espíritu Santo.


viernes, 18 de octubre de 2013

Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.


San Pablo en su carta a Timoteo, nos quiere hacer reflexionar sobre nuestra manera de ver los agravios, las heridas, los consuelos, bendiciones y maldiciones recibidas. Puesto todo en manos de Dios, el alma se supera para seguir adelante sin cargar el peso del pasado que no dice nada nuevo. Y Pablo tiene la alegría de haber podido cumplir la misión encomendada en Damasco, al afirmar que, por medio de él, se ha llevado a cabo la proclamación del Evangelio en beneficio sobre todo de los paganos.

La fiesta de hoy, recuerda al evangelista Lucas. Patrón de artistas y médicos. Autor de la tercera versión del Evangelio y del libro de los Hechos de los Apóstoles. Nos muestra en su legado que fue un personaje especial por su acompañamiento a los apóstoles, de largos diálogos con María Santísima, amanuense de san Pablo y especialmente dócil al Espíritu Santo. Según un prólogo de un escrito del siglo II, lo describe así: “Lucas, un sirio de Antioquía, de profesión médico, discípulo de los apóstoles, más tarde siguió a San Pablo hasta su confesión (martirio). Sirvió incondicionalmente al Señor, no se casó ni tuvo hijos. Murió a la edad de 84 años en Beocia, lleno de Espíritu Santo”.

El pasaje del Evangelio, nos muestra el gran objetivo de los misioneros que es el mensaje de la invitación a la conversión y la aceptación del reino de Dios en los corazones; como valor supremo. Jesús envía a sus discípulos después de haberles recomendado que rueguen al dueño de la mies que los envíe como sus obreros. Lo decisivo no debe ser el bienestar personal, el buen trato y los cuidados de la hospitalidad. Comer y beber de lo que a bien tengan para ofrecer, sin sentirse una carga ni menospreciar la bondad ofrecida. En fin la misión no debe ser entorpecida por lo sentimientos temporales ni preocupaciones personales. La misión aparte del mensaje tiene contenidos espirituales que muy pocas veces los podemos ver, se trata del rescate de las lamas para Dios, con la fuerza del Espíritu Santo. Es un combate contra las fuerzas de espíritus, que nosotros solos no podemos vencer. De ahí el fracaso de muchas misiones y muchos misioneros. “El que no está conmigo está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama” (Lc 11:23) - « ¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?». Él les respondió: «Esta clase de demonios se expulsa sólo con la oración» (Mc.9, 29)


jueves, 17 de octubre de 2013

"Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa"


La Iglesia hace hoy memoria de San Ignacio de Antioquia, obispo y mártir. Un hombre que supo hacer de su particular recorrido hacia el martirio una escuela personal y comunitaria para acercarse más a Dios como buen discípulo.
Y además, hoy 17 es el día mundial para la erradicación de la pobreza. http://www.un.org/es/events/povertyday/
«Si queremos lograr el futuro que queremos para todos, debemos escuchar y atender los llamamientos de los marginados... Juntos podemos construir un mundo sostenible de prosperidad y paz, justicia e igualdad que asegure una vida digna para todos.» Mensaje del Secretario General, Ban Ki-moon.

Uno se pregunta ¿será posible estos logros a cabalidad cuando el hombre esta tan alejado de Dios quien es el creador de todo y dueño de todo? En un mundo donde son solo palabras y palabras. Donde se practica la injusticia. Donde se vive la desigualdad. Un medio donde no apunta a la sostenibilidad, porque se ambiciona solo la fama, el tener y el poder, que incita el salvajismo para diezmar a la persona humana, que va contra la dignidad de la creatura y que esta predestinada a vivir en medio de todo lo creado en la paz que solo puede darla el mismo Creador. Precisamente san Pablo en la primera lectura nos muestra que nuestra ingenuidad seria pensar que solo por obras sin la fe, se pueda mover el mundo. Pero lejos de ser pesimista, si se puede pero con Dios, pidámosle a nuestro Creador, de buena intensión, que nos aumente la fe y al mismo tiempo la capacidad de orar para recibir su sabiduría.

Nuestro Papa Francisco al visitar el pasado 1º de septiembre el centro de refugiados Astalli dice: “La simple acogida no basta. No basta dar un sándwich si no se acompaña de la oportunidad de aprender a caminar sobre sus propios pies. La caridad que deja a los pobres tal y como están no es suficiente. La misericordia verdadera, aquella que Dios nos da y nos enseña, pide justicia, pide que el pobre encuentre su camino para dejar de serlo”.

A cualquiera que lea el pasaje del Evangelio de hoy le llamara la atención: “¡Ay de vosotros,... que os habéis quedado con la llave del saber; vosotros, que no habéis entrado y habéis cerrado el paso a los que intentaban entrar!” esta frase del Señor nos tiene que tocar a todos, porque de algún modo hemos impedido que otros entren a las fuentes de la sabiduría de Dios. “a esta generación se le pedirá cuenta”. Por todo lo que hacemos en contra de nuestro medio en que nos corresponde vivir. Por la omisión que guardamos ante la injusticia, ante la corrupción, ante la falta de fe. Por lo que pensamos y tramamos en contra de la dignidad humana. Por la palabrería vana y sin sentido trascendente. Por las molestias que nos causan las cosas de Dios al chocar nuestros criterios. Por silenciar a otros, especialmente por la proscripción que quieren imprimir a la nuestra iglesia fundada por Cristo desde los Apóstoles.


miércoles, 16 de octubre de 2013

¡Ay de vosotros también, sin caminos de conversión!


San Pablo habla que no hay diferencias entre personas ante Dios, eso es verdad. Pero acoge como amigos a quienes de corazón siguen sus pasos. Dios no quita su amor a nadie; nosotros nos apartamos de Él, de manera que la clave está en el cómo actuamos. Con sus reproches el Señor quiere darnos una lección para la vida, y para lo que nos espera cuando hacemos la voluntad de Dios. Si resistimos al mal y hacemos el bien con obediencia, con fe y con amor, vendrán para nosotros las bienaventuranzas. Pero si en nosotros permanece la costra de la soberbia, que algunos casos se vuelve hasta difícil de identificarla, vendrán las ‘malaventuranzas’ “Pero ¡pobres de ustedes, los ricos, porque tienen ya su consuelo! - ¡Pobres de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque después tendrán hambre! - ¡Pobres de ustedes los que ahora ríen, porque van a llorar de pena! - ¡Pobres de ustedes cuando todos hablen bien de ustedes, porque de esa misma manera trataron a los falsos profetas en tiempos de sus antepasados!” (Lc. 6, 24-26)

“Si te has decidido a servir al Señor, prepárate para la prueba” (Sir. 2,1). Si queremos seguir los pasos del Señor, preparémonos para las pruebas, debemos estar listos para soportar contradicciones. La verdadera confianza en Dios se demuestra cuando las cosas rivalizan; la doctrina de Dios choca con los criterios de la gente falta de conversión que lleva a la humildad. La obediencia, la fe y el amor son cualidades básicas del creyente. Pero estas virtudes no son solo palabas que, además, son muy comunes en nuestro medio, es la definición del sentido y la manera de nuestras acciones.

El diablo no se opone a que la persona de limosnas, como auto justificación de la conciencia. Pero el seguimiento del Señor no puede estar acompañado de la idolatría, a la que nos lleva el poder, el tener y la fama. Y esto es lo que agrosso modo la gente quiere obtener como propuesta del maligno. Causando injusticia, exclusiones y menosprecio y sin darnos cuenta que esto es lo que está llevando al hombre a su autodestrucción en todo sentido.


martes, 15 de octubre de 2013

Los cielos cuentan la gloria de Dios.


Hoy nos dice san Pablo: “Yo no me avergüenzo del Evangelio, porque es el poder de Dios para la salvación de todos los que creen. … El justo vivirá por la fe.” Y el Señor en otra ocasión dijo: “Lo que sale del hombre es lo que hace impuro al hombre. Porque del interior del corazón de los hombres proceden los malos pensamientos, las fornicaciones, los robos, los homicidios, los adulterios, los deseos avariciosos, las maldades, el fraude, la deshonestidad, la envidia, la blasfemia, la soberbia y la insensatez” (Mc- 7, 20-23). Las sociedades revisten la hipocresía como legalismos, los cristianos vemos la letra de los preceptos sin cumplir el espíritu de ellos; por tanto nos impide abrirnos al amor de Dios y del prójimo, y, bajo la apariencia de honorabilidad, nos apartamos y guiamos a otros fuera de la verdadera fe y las virtudes se vuelven intolerables.

El Señor no perdía oportunidad para sembrar su doctrina, pareciera que estaba afanado por dejar muy en claro, enseñando y corrigiendo la manera como debe ser el comportamiento de unos con otros. Cambiar las culturas del pueblo judío para que dieran ejemplo de vida al resto de la humanidad, pero como sabemos, no hay mayor ciego que el que no quiere ver y peor sordo que el que no quiere oír. Bueno y para nosotros hoy día que será lo que nos impide ver y escuchar la voluntad de Dios? Quien se opone al plan salvífico, al reinado de Dios? Sin duda el materialismo que hace al hombre egoísta y pecaminoso. “Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros” cuanta dificultad para donarnos, así no sea regalando cosas materiales; más bien nos gastamos el tiempo en charlatanerías, en reproches, criticas o tramando el delito y el pecado, en vez de dar ejemplo de vida de fe, para crecer en valores.

Si no hacemos presencia de Dios en nuestro ser, estaremos tolerando la presencia del maligno, que es quien intuye al pecado, a todo lo contrario de la voluntad de Dios. Es el maligno quien se vale de los demás para llevarnos al relativismo, a la perdida de la confianza en Dios, luego viene la duda y aparecen las aparentes bondades del materialismo y este tiene como doctrina la nueva era inspirada por el demonio, la cual se quiere imponer; pero el hombre por ese medio no encontrara la verdad, la paz, ni la salvación.

Como cristianos nos corresponde afianzarnos en todo momento y circunstancia, en la vedad contenido de Dios, que nos libera y nos da la paz para alcanzar la meta feliz. Para ello nos cuesta ser obedientes por medio de la fe, vivir en rectitud de conciencia sin relativismos, a todo hay que llamarlo por su nombre, especialmente al pecado. “Bienaventurados los de corazón limpio, porque verán a Dios” (Mt.5, 8)


sábado, 12 de octubre de 2013

Dichoso el vientre que te llevó.


Hoy celebra la Iglesia la memoria de la advocación “la Virgen del Pilar”, nuestra Madre celestial – intercesora y columna para nuestra fe. “Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen” y María Santísima fue la primera en ganarse este gran honor concedido por Dios. Ella fue la primera en cumplir la Palabra de Dios, y el diablo no pudo tentarla porque todo lo llevaba en su corazón, lo que nos dice que era de pocas palabras para el mundo y mantenía en pleno dialogo espiritual con Dios. Ella fue la mujer de la fe, la esperanza, y el amor incondicional. Y por gracia de Dios es nuestra primera antecesora como Madre celestial, en forma poética no lo promete en el cántico del “Magníficat” compromiso con los pobres, inconformismo con la situación social, una gran sensibilidad hacia las necesidades de la gente de su pueblo.

«Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron.» - «dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.» estas frases son un elogio de la grandeza de Santa María. Por encima de su maternidad física, Jesús proclama su fidelidad espiritual de su Madre, de su fiat, cumplido hasta las últimas consecuencias, que se manifestó en sacrificio escondido y silencioso. Ella que es digna se une a nosotros para presentar ante Dios, nuestras suplicas por eso nos invita a la oración sincera como medio, “Se dedicaban a la oración, junto con María la Madre de Jesús" (Hch 1, 12-14)

María es pues pilar de la evangelización conforme a su ejemplo de vida, estuvo allí donde debía estar y nos dice «Haced lo que él os diga». Nos llena de confianza, nos llama a la unidad y ruega por nosotros mediante su poderosa intercesión, según promesa que le hiciera al Apóstol Santiago. De manera que para ser dichosos hay que cumplir la Palabra de Dios, y hay que decírselo al mundo entero en todos los tiempos; a la manera de los Apóstoles que lo hicieron con la certeza encarnada de que el Señor iba por delante de ellos y que el Espíritu Santo iba poniendo en su boca las palabra más apropiadas para llevar el mensaje de salvación a todas las gentes y les infundía la fortaleza necesaria para el cumplimiento de la misión. Total que por tradición apostólica nos corresponde a nosotros ganarnos el honor que el Señor quiere conferirnos.



viernes, 11 de octubre de 2013

El Señor juzgará el orbe con justicia.


692-“Jesús, cuando anuncia y promete la Venida del Espíritu Santo, le llama el "Paráclito", literalmente "aquel que es llamado junto a uno", advocatus (Jn 14, 16. 26; 15, 26; 16, 7). "Paráclito" se traduce habitualmente por "Consolador", siendo Jesús el primer consolador (cf. 1 Jn 2, 1). El mismo Señor llama al Espíritu Santo "Espíritu de Verdad" (Jn 16, 13).
693-Además de su nombre propio, que es el más empleado en el libro de los Hechos y en las cartas de los Apóstoles, en San Pablo se encuentran los siguientes apelativos: el Espíritu de la promesa (Ga 3, 14; Ef 1, 13), el Espíritu de adopción (Rm 8, 15; Ga 4, 6), el Espíritu de Cristo (Rm 8, 11), el Espíritu del Señor (2 Co 3, 17), el Espíritu de Dios (Rm 8, 9.14; 15, 19; 1 Co 6, 11; 7, 40), y en San Pedro, el Espíritu de gloria (1 P 4, 14). Los símbolos del Espíritu Santo (el agua, la unción, el fuego, la nube y la luz, el sello y la paloma)”
700-El dedo. "Por el dedo de Dios expulso yo [Jesús] los demonios" (Lc 11, 20). Si la Ley de Dios ha sido escrita en tablas de piedra "por el dedo de Dios" (Ex 31, 18), la "carta de Cristo" entregada a los Apóstoles "está escrita no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en las tablas de carne del corazón" (2 Co 3, 3). El himno Veni Creator invoca al Espíritu Santo como dextrae Dei Tu digitus ("dedo de la diestra del Padre"). (Catecismo de la Iglesia Católica)

El descrédito es uno de los mayores pecados contra nuestro Señor Jesús, por no reconocer la obra de Dios – el poder y la autoridad de Dios. Debido a la soberbia que hace presencia activa en el ser humano. El mundo cambiara cuando el hombre separa reconocer su soberbia, tome conciencia y se convierta. Otra dificultad para el hombre es reconocer la acción de los demonios dirigidos por Lucifer. Y más aún entender que los demonios pueden habitar en el cuerpo humano. Somos templos para que habite y Reine Dios. Pero cuando estamos en pecado morimos a la gracia de Dios y puede habitar allí espíritus que no convienen para nada. La vida de Jesús nos muestra las tentaciones y los exorcismos; y nos dejó el mandamiento del amor que une – esto nos da a entender que nuestra lucha no es contra personas sino contra los espíritus del maligno. (cf.Ef.6, 12). Pero que acometemos todo lo contrario, permitimos el mal, como ofensa a Dios y causamos injusticia a los hermanos. Debemos llamar a cada cosa por su nombre, resistir a todas las manifestaciones del mal que es infuso por el príncipe de este mundo y obedecer a Dios. “Resistid al diablo, y él huirá de vosotros” (Stg. 4, 7)

jueves, 10 de octubre de 2013

Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.



En primer lugar, el Espíritu Santo es una persona; y que hace su presencia en nosotros hasta el fin del mal y en el orden de la Trinidad Santa es la tercera persona. En la alabanza recocemos todos los atributos de Dios y su magnificencia y poderío de cada uno de ellos, encontramos que Dios es un todo y que nosotros sus creaturas somos dependientes, necesitados y limitados; por más cosas que posea una persona, por más intelecto que posea, por más virtudes que tenga, siempre seremos necesitados de Dios. La vida cristiana es un continuo camino de comunicación con Dios, de conversión, de servicio y de búsqueda, como preparación de nuestro templo para que Dios haga morada en nosotros y sea Él nuestro Rey. Y si esto es una realidad, entonces tiene toda la razón el Señor de darnos la presente lección.

»Si me amáis, guardaréis mis mandamientos; y yo rogaré al Padre y os dará otro Paráclito para que esté con vosotros siempre” (Jn.14, 16)
“pero el Paráclito, el Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todo y os recordará todas las cosas que os he dicho” (Jn.14, 26)
“Cuando venga el Paráclito que yo os enviaré de parte del Padre, el Espíritu de la verdad que procede del Padre, Él dará testimonio de mí” (Jn 15:26)
“porque si no me voy, el Paráclito no vendrá a vosotros. En cambio, si yo me voy, os lo enviaré” (Jn.16, 7)
“Pues no sois vosotros los que vais a hablar, sino que será el Espíritu de vuestro Padre quien hable en vosotros” (Mt. 10, 20)
“si uno no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios” (JN.3, 5)
“Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorar en espíritu y en verdad” (Jn. 4:24)

“Pondré mi santuario en medio de vosotros y todo mi ser no os rechazará. Caminaré en medio de vosotros. Yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo” (Lev 26:11-12)
“Descendió el Señor en la nube y habló con él. Tomó un poco del espíritu que había sobre Moisés y lo infundió sobre cada uno de los setenta ancianos. Y cuando el espíritu reposó sobre ellos se pusieron a profetizar” (Num. 11, 25)
“Estableceré con ellos una alianza de paz, será una alianza para siempre. Los estableceré, los multiplicaré y pondré mi santuario en medio de ellos para siempre” (Eze 37:26)
“Conozco lo escondido y lo patente; pues me lo enseñó la sabiduría, artífice de todo” (Sab 7:21)

“Quedaron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el
Espíritu les hacía expresarse” (Hch 2:4)
“Y de estas cosas somos testigos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios ha dado a todos los que le obedecen” (Hch.5, 32)
“¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, que sois vosotros, es santo.” (1co.3, 16-17)
“¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis?” (1Co 6:19)


miércoles, 9 de octubre de 2013

Los ninivitas se convirtieron de su mala vida.

El profeta Jonás como signo nos remite a: “Entonces algunos escribas y fariseos se dirigieron a él: -Maestro, queremos ver de ti una señal. Él les respondió: -Esta generación perversa y adúltera pide una señal, pero no se le dará otra señal que la del profeta Jonás. Igual que "estuvo Jonás en el vientre de la ballena tres días y tres noches", así estará el Hijo del Hombre en las entrañas de la tierra tres días y tres noches. (Mt 12,38-40) el profeta Jonás a regañadientes fue a anunciar el mensaje de Dios a los ninivitas, y por su mensaje el pueblo cambio de vida y se salvó. Con los mismos signos vino el Señor a traer el mensaje del Padre, pero el pueblo de Dios, no ha llegado a la conversión. - "El Espíritu del Señor está sobre mí, por lo cual me ha ungido para evangelizar a los pobres, me ha enviado para anunciar la redención a los cautivos y devolver la vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos” (Lc.4, 18) - « El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos  y creed en la Buena Nueva» (Mc 1, 15) - “No he venido a llamar a los buenos, sino para invitar a los pecadores a que se conviertan” (Lc. 5:32)



El mundo esta tan relativizado que hoy después de dos mil años para muchos el mensaje de nuestro Señor Jesús no les diga nada, los misterios de su vida, de su dolorosísima pasión y su resurrección; para muchos es vista simplemente como una historia; y el padre nuestro sea una oración de memoria pronunciada al aire sin destino y sin hacer presente ni consciente el contenido. Para llega a la eficacia de la oración debemos pedir al Espíritu Santo para que nos de la gracia de la oración agradable a Dios. -  "¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?" (1Co 3:16)  


martes, 8 de octubre de 2013

Si llevas cuentas de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir?

Durante nuestra vida dejamos de cumplir objetivos por diluirnos en cosas, en preocupaciones; nuestra mente se va a lo menos importante y el objetivo principal queda para más tarde o quizás no se cumpla. De tal modo que en las cosas de Dios el amor, la obediencia y la fe no son escusas para desentendernos de nuestras realidades tampoco son elementos de poca importancia, como lo vive la mayoría de la humanidad; sino que debe ser el combustible capaz de producir fuerza para nuestro crecimiento espiritual empezando por nuestra conversión verdadera. En el caso de Jonás tenemos un ejemplo palpable de desobediencia – no le importó la suerte de todo un pueblo.
Falta de amor – el sentimiento intrínseco por la salvación de las almas habitantes de ese pueblo.
Falto de fe – como es que no creyó que lo que le decía Dios era de suma seriedad. Y por ello tuvo que pasar tragos no muy buenos. Muy diferente la actitud de nuestro Señor Jesús, quien asumió hasta las últimas consecuencias su misión, cumplió el objetivo – (cf. Mt.12, 41)  

Cuantas predicas dejan de cumplir su objetivo, por que la persona se deja llevar por imaginaciones que llevan a las personas a escuchar una simple charlatanería; por mala educación de los sentidos, resulta hablando de lo secundario y se queda lo principal sin darle el verdadero valor. Por su puesto esto lleva a los oyentes a que su mente divague en infinidad de cosas y no hallen la centralidad del mensaje que se quiere trasmitir.  Hoy nuestro Señor Jesús, quiere darnos un ejemplo, si al Señor Maestro de maestros, se le escapo Marta en pensamientos y preocupaciones, cuanto más será para los oyentes de cualquier reunión donde se quiere habar de Dios.  Los afanes y las preocupaciones son cargas por falta de libertad y de la paz donada. El alma que no está centrada en Dios, se dispersa; y una voz interior le musita no sea santo.


La actitud de Marta sigue siendo actual en nosotros, no podemos entender muchas cosas porque estábamos desinteresados de lo principal y preocupados por cosas secundarias, luego vienen reacciones que en muchos casos no son del todo buenas. San Pablo nos dice en otro momento: “presumiendo de sabios se hicieron necios” (Rom 1:22)  Por deficiencia en la formación nos formamos criterios, que aunque en muchos casos equivocados, los defendemos y queremos imponerlos. Nuestro Señor Jesús con razón da gracias al Padre cuando dice: “te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a la gente sencilla” (Mat 11:25). Pidamos al Espíritu Santo por nuestra formación para que no perdamos ni nos quiten «La mejor parte».


lunes, 7 de octubre de 2013

¿Quién es mi prójimo?


«Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?» sin entrar en detalles por la intensión del personaje del momento, más bien pongamos esta pregunta en nuestros labios, para escuchar del Señor lo que debemos hace para alcanzar la vida. Ejercemos diversidad de profesiones, pero si este trabajo es realizado en la presencia de Dios, vamos a hacerlo de la mejor manera. Pero el cuento de la vida eterna pareciera no preocupar, este pensamiento no está puesto en Dios permanentemente porque las cosas del mundo nos absorben. Lo que traduce en poca relación con Dios.

El Señor quiere remitirnos hoy en primer lugar al camino de la vida: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, (…) y a tu prójimo como a ti mismo» (cf.Lc 10,27). Y en segundo lugar al sevicio: (cf. Mt. 5 y Mt. 25) la bienaventuranzas y las parábolas de las 10 jóvenes – los talentos y el juicio. Porque el Señor quiere que el Reino lo construyamos desde acá como militantes de la iglesia peregrina, esa educación la debemos recibir en esta vida. Tienen cabida en las estancias preparadas por nuestro Señor Jesucristo, aquellos que se dejaron enseñar que recibieron y lo pusieron por obra el servicio esencial para la vida, como examen para el final. Dios nos prueba en el amor, en la fe y en la obediencia. (cf.1 Corintios 13: 1-13. Dt.13, 4. Gn.22, 12. Det.30, 15-16) Si hemos permitido que sea el Espíritu Santo quien obre en nuestra alma, podremos superar las pruebas, nos lo dijo el Señor con otras palabras “por sus frutos los conoceréis”

“Queriendo justificarse, preguntó a Jesús: « ¿Y quién es mi prójimo?». El hombre por naturaleza es un ser sociable, quiere permanecer al lado de otros. De manera que somos próximos a otros; dicho de otra menera, Dios quiso que siempre tengamos a alguien cercano para que pasemos la prueba para la vida. Dios espera que nos portemos con los demás como sus servidores. Pero fijémonos que esto muy poco se cumple, más bien queremos sacar provecho de los demás, queremos someterlos, queremos imponernos. Y si alguien cercano trata de hacer lo que Dios manda, esto no concuerda con nuestros principios y tememos que éste sea mejor vista que yo. Aflora en nosotros la soberbia, que de paso es la más difícil de erradicar y que no la reconocemos como pecado. Nuestro Señor Jesucristo sueña con una sociedad donde se acepte la proximidad del prójimo en sus diferentes manifestaciones y se le ame como así mismo.


sábado, 5 de octubre de 2013

“Estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.»


Nos dice Dios, por boca de Baruc: estas en la “mala” porque irritasteis a vuestro Creador, ofreciéndose a demonios y no a Dios. Olvidándose del Dios eterno que os dio la vida para cumplir una prueba. Pero ánimo que quien retiro vuestra protección se acordara de vosotros. Si un día te alejaste, volveos a buscarlo con redoblado empeño. "El que os permitió las desgracias os mandará el gozo eterno de vuestra salvación".

"Volvieron muy contentos" alegría propia para el evangelizador; después de las dificultades, tropiezos, tristezas e intrigas que imbuye el maligno para evitar la mediación personal por la conversión de las lamas; pero la misión ha de cumplirse porque la fuerza viene de la autoridad de Dios, el dominio de las cosas nos viene dada por Dios; tanto en el orden objetivo y en el orden subjetivo tiene su fuente en Él. No por nuestras capacidades o intereses, no por cumplir un mandato, no por pertenecer a un grupo animado; sino porque debe haber en cada uno el deseo ferviente por la salvación de las almas, de todos los hijos de Dios, de todos los que han de nacer de nuevo a la vida. Luego viene la alegría y el Señor nos dice: “Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.»

“Lleno de la alegría del Espíritu Santo, exclamó: «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla”. Pensemos por un momento el hecho de que siendo Dios, sienta alegría por la obra pequeñita que hacen sus criaturas. Se alegra por la obediencia, por la humildad, por haberse dejado llenar del poder de Dios para contrarrestar el mal; porque Dios siempre quiere nuestro buen vivir, en su paz donada, mediante su perdón, liberación, sanación y protección. Por eso nos dice el Señor a letra seguida: “Nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar

Muchos profetas y reyes desearon ver lo que veis vosotros, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.» para ellos les fue muy difícil hablar de Dios. Igual o quizás aún más para nosotros por falta de espiritualidad. Se nos hace una tarea de boca medianamente fácil que no obra; pero mucho más difícil porque no lo sentimos no lo llevamos dentro para que sea reflejado ante los demás, nos falta vivir auténticamente el mandamiento del amor. Para nosotros el Señor nos lo ha puesto en bandeja de plata, pero nos resistimos, ponemos nuestro interés en lo material que anima el ego y por tanto el mundo va de mal a peor.


viernes, 4 de octubre de 2013

Quien me rechaza a mí rechaza al que me ha enviado


Nuestra iglesia, conmemora hoy a san Francisco de Asís. Personaje, por gracia de Dios, universal y representativo signo del despojamiento de cosas y la sencillez, no solo para los creyentes sino para todo el mundo. Francisco fue más que pequeño; ¡quiso ser menor!, siempre menos que… contradictorio a nuestro mundo actual, embelecado por el materialismo, sin Dios, ni para Dios. Cuentan de Francisco, que allá por el año 1208, recién terminada la reparación de la iglesia de San Damián, solía vestir con túnica, sandalias, cinturón de cuero y bastón; usaba alforja y recibía limosnas, hasta que un día, en misa, oyó el pasaje evangélico de hoy y exclamó: "Eso es lo que buscaba, y lo que quiero practicar con todo mi corazón".

Nos dice el Beato Juan Pablo II: “Nuestro tiempo es dramático y al mismo tiempo fascinador. Mientras por un lado los hombres dan la impresión de ir detrás de la prosperidad material y de sumergirse cada vez más en el materialismo consumista, por otro, manifiestan la angustiosa búsqueda de sentido, la necesidad de interioridad, el deseo de aprender nuevas formas y modos de concentración y de oración. No sólo en las culturas impregnadas de religiosidad, sino también en las sociedades secularizadas, se busca la dimensión espiritual de la vida como antídoto a la deshumanización… La Iglesia tiene un inmenso patrimonio espiritual para ofrecer a la humanidad: en Cristo, que se proclama” «el Camino, la Verdad y la Vida» (Jn 14,6).

Para nosotros no es fácil sentir y decir con la vida que “el Reino de Dios está cerca” – frente a las culturas en que nos movemos; comportarnos como corderos en medio de lobos, y aun así, desnudos, desposeídos, sin nada; sin querer imponer nuestro crédito, nuestro interés, nuestra fama. Que difícil ser siempre menores, que lejos de alcanzar la humildad y la sencillez, diciendo con la vida: qué cerca está el Reino de Dios!

Nuestro Señor Jesús nos habla sobre un juicio, concepto definido para dos pueblos, que expresa más sufrimiento que condena. Pero resulta que Dios debido al respeto, habla una sola vez, de tal manera que pensemos ¿cómo anda nuestro pueblo, nuestra nación, nuestro mundo?

“Quien a vosotros os escucha a mí me escucha; quien a vosotros os rechaza a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí rechaza al que me ha enviado” traduce conversión y trabajar para Dios. Es posible cuando tomamos conciencia, nos convencemos y nos encaminamos con decisión. De lo contrario seguiremos trabajando para el opositor, seductor y mentiroso. -!Ave María Purísima!


jueves, 3 de octubre de 2013

“La cosecha es abundante; los trabajadores, pocos”


Empieza hoy el Señor diciéndonos: “La mies es abundante y los obreros pocos” son poco los obreros de buena calidad, como integrantes de la iglesia de Cristo nos hemos conformado con la mediocridad y el desinteres, por tanto el resultado no es el esperado. “Por sus frutos los conoceréis”. De todos modos Hoy Jesús nos envía a en misión apostólica – otorgada a quienes se nos ha conferido el sacerdocio bautismal. Todos estamos llamados a esta tarea y todos nos hemos de sentir responsables de ella. Cada uno desde su lugar y condición. «Eres Sacerdote, Profeta y Rey para la vida eterna». Hoy, más que nunca, nuestro mundo necesita del testimonio de los seguidores de Cristo. Dios quiere salvar al hombre y se vale de los suyos para satisfacer ese deseo por amor. Y hoy tiene a muchos que quieren responder a su envío y a su llamada. Lo que falta es más calidad espiritual, porque no es una misión mundana.

Hay trabajo para todos, es momento de cosecha y Dios ofrece la mejor paga. Aunque la misión contenga dificultades - “Como corderos en medio de lobos”- y la esperanza “El Reino de Dios está llegando a los corazones”; nos incita a ponernos en marcha puesto que el desconocimiento del Reino ha tomado dimensiones cada vez mayores en nuestro mundo globalizado, moderno y falto de perdón. Es momento urgente llevar la paz de Cristo a los demás, vivimos en medio de la desconfianza, de perdida de la esperanza y carentes de protección divina.

Esta misión tiene característica contrarias a nuestras culturas, el servicio con pobreza – dificultades – diligencia y un compartir, unos llevan el mensaje, otros ofrecen morada y pan. Requiere de parte nuestra ir desprovistos de todo lo que impida el objetivo principal, Dios quiere reinar en nuestro ser. De esta manera se hace una buena y digna representación de Cristo que sana, que libera, que da la paz que evoca todos los bienes, desde la bondad de Dios hasta la justicia entre los hombres.

Para el mensajero siempre habrá rechazo como persona y al mensaje que quiere trasmitir, pero no será la derrota, precisamente porque no es obra humana, todo lo debemos someter a Dios y a su divina voluntad y siendo obra divina Él sabrá como y a quien. Por tanto no caben pensamientos de pesimismo o desanimo. El mensaje ha de suscitar una libre adhesión, con amor, con intención intrínseca de conversión y salvación para cada alma; movidos por la fuerza sutil del Espíritu Santo que quiere hacer morada en cada quien. Corresponde a nosotros hacer lo mínimo con calidad, con la mejor intensión y Dios se encargara de lo demás.


miércoles, 2 de octubre de 2013

A los ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos


Nuestro Señor quiere resaltar la importancia del apostolado, con obediencia, acogiendo a los demás por amor, tanto ellos como nosotros tenemos quien atestigüe nuestro comportamiento ante Dios.
Hoy celebramos la fiesta de los Santos Ángeles Custodios, leamos la siguiente reflexión del Beato John Henry Newman: “Los ángeles se ocupan activamente de nosotros en la Iglesia; se nos dice: "¿Es que no son todos espíritus servidores, enviados en ayuda de los que han de heredar la salvación?”(He 1, 149. No hay ningún cristiano que por muy humilde que sea que no tenga un ángel para servirle, si vive por la fe y el amor. Aunque ellos sean tan excelsos, gloriosos, puros, tan maravillosos que su sola vista nos hace postrar en tierra, como le sucedió al profeta Daniel (10,9), con todo ellos son nuestros servidores y nuestros compañeros de trabajo. Ellos velan sobre nosotros; nos defienden hasta al más humilde de entre nosotros, si nosotros estamos enraizados en Cristo.

Ellos son parte de nuestro mundo invisible, en alguna ocasión se manifiestan como al patriarca Jacob (Gn, 28,10s). Él pensó que ¡qué era aquella cosa tan maravillosa que le estaba ocurriendo si estaba dormido! Este era un lugar como todos los otros, un sitio solitario e incómodo; ¡y por tanto, que realidad tan distinta! Jacob no conocía más que el mundo visible; no conocía el mundo invisible, y sin embargo el mundo invisible estaba allí. Estaba allí, aunque Jacob no realizó nada para provocar su presencia, la cual solo se revela sobrenaturalmente. El tiene la revelación en un sueño: " una escalinata apoyada en la tierra, y lo alto tocaba el cielo; los ángeles de Dios subían y bajaban por la escalinata; y el Señor estaba en la cumbre."

He aquí que existe otro mundo: la gente habla como si no existiera nada más después de la muerte. No, existe ya ahora, aunque nosotros no lo veamos: está entre nosotros, en torno nuestro. Así se le mostró a Jacob; los ángeles estaban a su alrededor, allí mismo sin saberlo él. Lo que Jacob vio en sueños, otros también lo han visto...y entendido como los pastores de noche buena. Estos espíritus bienaventurados alaban a Dios día y noche, y nosotros, desde nuestro estado, también los podemos imitar.”


martes, 1 de octubre de 2013

Dios está con nosotros.


Todos, de alguna manera, tenemos chispas violentas, pero Dios conoce bien a sus hijos y nos da la gracia para poder convertirnos, la posibilidad de cambiar defectos por virtudes, para hacer el bien a los demás. A ejemplo de Santiago y Juan, nuestro Señor nos reprocha porque nos ama, y quiere que vivamos el mandamiento del amor.

También todos, de alguna manera, tenemos defectos distintos y entre ellos no practicamos las obras de misericordia. Primero reparamos a quien, luego actuamos a favor o en contra. Como nos cuesta “hacer el bien sin mirar a quien” sin mirar lo que hace, primero lo juzgamos. Cuanto nos cuesta ganar amigos para el reino. Cuantos nos cuesta desprendernos de algo para darlo al necesitado. Para nosotros es muy difícil, solo si sabemos ser obedientes a Dios y dóciles al Espíritu Santo lograremos superar los prejuicios y hacer la voluntad de Dios. Cuanto nos cuesta ser consecuentes con lo que rezamos en el “Padre Nuestro”

En contravía de nuestros pensamientos e intenciones hoy nuestro Señor Jesús quiere darnos una lección de vida, «No sabéis de que espíritu sois. Porque el Hijo del Hombre no ha venido a perder a los hombres, sino a salvarlos.» de esta manera nos muestra tiernamente cómo cuidará y protegerá a su pueblo, como la gallina a sus polluelos. Si el Señor cuida el alma de los que le obedecen el Evangelio nos invita a obrar en consecuencia, a servir, a actuar por amor, y a ganar amigos para el reino de Dios.

“Cristo, que es "el Camino, la Verdad y la Vida" (Jn., 14,6), en quien los hombres encuentran la plenitud de la vida religiosa y en quien Dios reconcilió consigo todas las cosas (2Co 5,18s). Por consiguiente, exhorta a sus hijos a que, con prudencia y caridad, mediante el diálogo y colaboración con los adeptos de otras religiones, dando testimonio de fe y vida cristiana, reconozcan, guarden y promuevan aquellos bienes espirituales y morales, así como los valores socio-culturales que en ellos existen”.
“Si en el transcurso de los siglos surgieron no pocas desavenencias y enemistades entre cristianos y musulmanes, el Sagrado Concilio exhorta a todos a que, olvidando lo pasado, procuren y promuevan unidos la justicia social, los bienes morales, la paz y la libertad para todos los hombres”. (Concilio V-II)